Un golpe de timón es una cosa; el eventual encallamiento y la única posibilidad de salvamento postergada por la lluvia es otra muy diferente… Y por esas agudas navega la final de la Serie Provincial de Béisbol: tres éxitos por bando, un séptimo juego el viernes y el todo o nada para las novenas de Aguada de Pasajeros y Palmira en pos del título.

Los palmireños reaccionaron, y cómo: el score del sábado pintaba a clásica esquiva de barrida, el del domingo les concedía más que el beneficio de la duda y ya el del martes les colgaba el favoritismo del empuje al nivelar la balanza de las posibilidades. Días antes lucía como la más increíble de las hazañas y ahora motiva un cambio radical en los pronósticos.

"Son un gran equipo, reconoce Diosvany Aldama, manager de los Arroceros. Veníamos por liquidarlos en menos de cinco juegos y ellos se rebelaron. Estamos tranquilos, nos hemos perdido un poco; pero nos encontraremos: seguimos jugando nuestra pelota, rectificaremos las fallas y vamos por el campeonato tan esperado por los aguadenses. De todas formas el pueblo lo quería así: ganar en terreno propio para celebrarlo a lo grande".

"Todavía somos los campeones defensores, insiste Amado López, timonel del conjunto palmireño. Esto nos ha pasado antes: el año anterior vinimos de abajo en los dos play off, semifinal y final, y aquí volvemos a reeditarlo. No lo duden: en nuestros predios somos casi invencibles; durante toda la temporada ganamos 13 partidos en calidad de home club.

"De otras situaciones difíciles hemos salido, añade. El bateo nos responde, adecuamos el pitcheo, estamos de muy buen ánimo y vamos a dar batalla".

El retraso de dos días por la lluvia condiciona otros aplazamientos más allá de la Provincial, entre ellos el anuncio de la nómina del Sub 23 para evitar que la inclusión o no de los atletas inmersos en la final condicione su desempeño. Igual dilatarán otro día la convocatoria a la preselección de los Elefantes de Cienfuegos de cara a la 55 Serie Nacional, pues en los conjuntos finalistas milita una buena parte de los elegibles.

De momento, el viernes se decide el campeón. Parecía cosa sencilla, mas no fue: así de impredecible es la pelota. Sin otro margen a errores y la bendición de San Pedro mediante: ¿estrenan la gloria los aguadenses o retienen el trono los palmireños?