Gran expectativa suscitó entre los amantes del deporte de las bolas y los strikes la presentación, como parte de la XIII Feria Internacional del Libro Matanzas 2014, de la obra Orígenes del béisbol cubano. El Palmar de Junco.
El texto es de la autoría del jurista e historiador yumurino Alfredo Santana Alonso, presentado en la recién culminada Feria, en la Casa de las Artes Escénicas en la ciudad de Matanzas.
Como expresara el dramaturgo Ulises Rodríguez Febles, “Santana se adentra con rigurosidad en el Palmar de Junco, con el lenguaje que caracteriza siempre sus libros: revelando aspectos sobresalientes y desconocidos de sus personajes.
“Persistente como pocos –añadió–, este abogado conoce y ama el terreno donde se jugó por primera vez, oficialmente; el béisbol en Cuba.”
Con el sello de la Editorial Científico–Técnica, el libro nos adentra en detalles inéditos sobre la historia del Palmar de Junco, así como el desarrollo de Matanzas en el siglo XIX, junto con otra versión del juego de pelota en Cuba.
Matizado con una acabada impresión y amplia iconografía que abarca más de 60 imágenes, también se insertan capítulos dedicados a los pioneros del béisbol cubano.
Según Alfredo Santana, “este modesto aporte, realizado a partir de fuentes primarias de la época, especialmente en el diario La Aurora del Yumurí, deberá contribuir al esclarecimiento de la verdad histórica, con suficientes elementos sobre tergiversadas versiones de quienes pretenden escamotear a Matanzas el honor, que le pertenece”.
En dicha publicación –decana de la prensa cubana del siglo XIX–, aparece consignado el desarrollo del histórico partido de béisbol del 27 de diciembre de 1874, en el Palmar de Junco.
Entre los principales documentos que avalan la oficialidad del primer juego celebrado en el estadio de pelota más antiguo del mundo, todavía en activo, figura la Resolución No. 104 de 1991, promulgada por la Comisión Nacional de Monumentos, mediante la cual, habida cuenta sus reconocidos méritos, se decidió otorgarle la condición de Monumento Nacional, razón por la cual allí, deberá instalarse el Salón de la Fama del Béisbol Cubano.
Los argumentos expuestos propiciaron la solidaridad del doctor Ercilio Vento, quien se comprometió en apoyar el proyecto desde la Oficina del Historiador de la Ciudad, al igual que Luis Octavio Hernández, en representación de la filial matancera de la Asociación de Cubana de Artesanos Artistas (ACAA).
El texto es de la autoría del jurista e historiador yumurino Alfredo Santana Alonso, presentado en la recién culminada Feria, en la Casa de las Artes Escénicas en la ciudad de Matanzas.
Como expresara el dramaturgo Ulises Rodríguez Febles, “Santana se adentra con rigurosidad en el Palmar de Junco, con el lenguaje que caracteriza siempre sus libros: revelando aspectos sobresalientes y desconocidos de sus personajes.
“Persistente como pocos –añadió–, este abogado conoce y ama el terreno donde se jugó por primera vez, oficialmente; el béisbol en Cuba.”
Con el sello de la Editorial Científico–Técnica, el libro nos adentra en detalles inéditos sobre la historia del Palmar de Junco, así como el desarrollo de Matanzas en el siglo XIX, junto con otra versión del juego de pelota en Cuba.
Matizado con una acabada impresión y amplia iconografía que abarca más de 60 imágenes, también se insertan capítulos dedicados a los pioneros del béisbol cubano.
Según Alfredo Santana, “este modesto aporte, realizado a partir de fuentes primarias de la época, especialmente en el diario La Aurora del Yumurí, deberá contribuir al esclarecimiento de la verdad histórica, con suficientes elementos sobre tergiversadas versiones de quienes pretenden escamotear a Matanzas el honor, que le pertenece”.
En dicha publicación –decana de la prensa cubana del siglo XIX–, aparece consignado el desarrollo del histórico partido de béisbol del 27 de diciembre de 1874, en el Palmar de Junco.
Entre los principales documentos que avalan la oficialidad del primer juego celebrado en el estadio de pelota más antiguo del mundo, todavía en activo, figura la Resolución No. 104 de 1991, promulgada por la Comisión Nacional de Monumentos, mediante la cual, habida cuenta sus reconocidos méritos, se decidió otorgarle la condición de Monumento Nacional, razón por la cual allí, deberá instalarse el Salón de la Fama del Béisbol Cubano.
Los argumentos expuestos propiciaron la solidaridad del doctor Ercilio Vento, quien se comprometió en apoyar el proyecto desde la Oficina del Historiador de la Ciudad, al igual que Luis Octavio Hernández, en representación de la filial matancera de la Asociación de Cubana de Artesanos Artistas (ACAA).
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