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El plan de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe que iba a permitir que los peloteros residentes en Cuba participaran en las ligas invernales del organismo –con excepción de Puerto Rico– queda detenido hasta nuevo aviso.
El “reverzazo” fue provocado por una misiva enviada por el presidente de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, Héctor Rivera Cruz, en la que reafirmaba su posición de que todas ligas invernales deben ser tratadas iguales y que ninguna medida puede beneficiar a unas sobre otras.
“Que quede claro que en Puerto Rico no tiene nada contra los hermanos cubanos. Con la carta no pretendemos ofenderlos a ellos, ni a ninguna otra de las ligas invernales del Caribe. Solo queremos que las Grandes Ligas no nos discrimine”, dijo Rivera Cruz.
Además, Rivera Cruz aseguró que en la misiva detalló las instancias en las que Puerto Rico y el resto de las ligas invernales del Caribe han sido discriminadas.
“Nuestro argumento está basado en varios ejemplos. El primero de ellos es la inclusión de Puerto Rico en el Sorteo de Novatos de las Grandes Ligas para la década del 1980 y que todos conocemos cuánto daño le ha causado al desarrollo del béisbol en la Isla. El segundo caso es el Clásico Mundial de Béisbol, una competencia que se hace a través de las Federaciones de cada país, obviando por completo que todos los peloteros que participan en el evento provienen y/o participan en los torneos de las ligas invernales. Y el tercero y último punto es el torneo Premier 12, que sigue la misma línea del Clásico, y que se lleva a cabo cuando se está en pleno torneo invernal”, explicó Rivera Cruz.
Rivera Cruz volvió a ejercer su posición de que su deseo es que Cuba sea un país miembro de la Confederación y tengan todos los derechos que esa acción concede.
“Nosotros no estamos en contra de Cuba. Aspiramos a que Cuba sea miembro de la Confederación y disfrute de todos los derechos que ofrece dicha acción. No se pueden recibir los beneficios sin haber adquirido las responsabilidades de los demás países miembros”, sentenció.
Rivera Cruz sostuvo que el presidente de la Confederación, Juan Francisco Puello Herrera acogió sus argumentos y, después de consultar a las Grandes Ligas, decidió detener la medida que había sido anunciada el pasado viernes. En dicho anuncio, se dejó claro que los peloteros cubanos no podrían jugar en Puerto Rico por ser territorio de Estados Unidos.
“Puello Herrera entendió que había validez en nuestros planteamientos en cuanto a que ninguna medida debe afectar a alguna de las partes. O todos nos beneficiamos de las medidas o no se beneficia ninguno. Si alguno de los miembros se perjudica, se debe replantear cualquier medida”, expresó Rivera Cruz.
El “reverzazo” fue provocado por una misiva enviada por el presidente de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, Héctor Rivera Cruz, en la que reafirmaba su posición de que todas ligas invernales deben ser tratadas iguales y que ninguna medida puede beneficiar a unas sobre otras.
“Que quede claro que en Puerto Rico no tiene nada contra los hermanos cubanos. Con la carta no pretendemos ofenderlos a ellos, ni a ninguna otra de las ligas invernales del Caribe. Solo queremos que las Grandes Ligas no nos discrimine”, dijo Rivera Cruz.
Además, Rivera Cruz aseguró que en la misiva detalló las instancias en las que Puerto Rico y el resto de las ligas invernales del Caribe han sido discriminadas.
“Nuestro argumento está basado en varios ejemplos. El primero de ellos es la inclusión de Puerto Rico en el Sorteo de Novatos de las Grandes Ligas para la década del 1980 y que todos conocemos cuánto daño le ha causado al desarrollo del béisbol en la Isla. El segundo caso es el Clásico Mundial de Béisbol, una competencia que se hace a través de las Federaciones de cada país, obviando por completo que todos los peloteros que participan en el evento provienen y/o participan en los torneos de las ligas invernales. Y el tercero y último punto es el torneo Premier 12, que sigue la misma línea del Clásico, y que se lleva a cabo cuando se está en pleno torneo invernal”, explicó Rivera Cruz.
Rivera Cruz volvió a ejercer su posición de que su deseo es que Cuba sea un país miembro de la Confederación y tengan todos los derechos que esa acción concede.
“Nosotros no estamos en contra de Cuba. Aspiramos a que Cuba sea miembro de la Confederación y disfrute de todos los derechos que ofrece dicha acción. No se pueden recibir los beneficios sin haber adquirido las responsabilidades de los demás países miembros”, sentenció.
Rivera Cruz sostuvo que el presidente de la Confederación, Juan Francisco Puello Herrera acogió sus argumentos y, después de consultar a las Grandes Ligas, decidió detener la medida que había sido anunciada el pasado viernes. En dicho anuncio, se dejó claro que los peloteros cubanos no podrían jugar en Puerto Rico por ser territorio de Estados Unidos.
“Puello Herrera entendió que había validez en nuestros planteamientos en cuanto a que ninguna medida debe afectar a alguna de las partes. O todos nos beneficiamos de las medidas o no se beneficia ninguno. Si alguno de los miembros se perjudica, se debe replantear cualquier medida”, expresó Rivera Cruz.
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