Jesús Amador resurgió tras un mal relevo el día anterior, y tiró par de ceros comandando el éxito de los Piratas de la Isla por 7-5 sobre los Tigres, en once capítulos para quedarse con la serie particular 2-1, durante la jornada de la tarde en la 55 Serie Nacional de Béisbol.

Los bucaneros llegaron con record de 0-3 al José Ramón Cepero, y con la condición agridulce de visitar al Campeón Nacional, quien le arrebató el título de la edición 54 en abril de este año.

Quizás, me toque comentar durante estos tres meses de Segunda Fase, que La Isla no sale favorita —como casi siempre— ante cada uno de los rivales a retar. Sin embargo, estamos en presencia de un béisbol bien parejo —no me refiero a figuras sino a subidas y bajadas de rendimiento— para todos los equipos, quienes en toda la ruta van haciendo ajustes y tienen un problema muy en común: ‘el pitcheo’.

No dar a los Piratas como favoritos para estar entre las 4 plazas es de entender, pues fueron los últimos en entrar al baile, y de carácter bien apretado.

Pero los chicos de Rodríguez Pantoja no creen en falsos pronósticos, ni en equipos Campeones, ni en fuertes…

Ellos interpretan el juego a su forma, y siempre tienen la máxima de luchar sin ceder hasta el fin.

Desde Roger Machado hasta cualquiera de nosotros, podíamos haber dado un pronóstico enteramente a favor de los Tigres; pero el béisbol no se define así.

Ciego de Ávila, quien sigue siendo el plantel más fuerte y ganador al medirlo con el resto de los conjuntos, presenta este año lagunas al igual que cualquier otro.

Su principal fisura es el pitcheo, donde no cuentan con la estabilidad y especialidad de Ismel Jiménez, puntal el año pasado para obtener la corona. Ni tienen a Yander Guevara encendido como el pasado certamen donde domesticó a la toletería de los Alazanes. Y, para no ser menos, Vladimir García y Dachel Duquesne no están teniendo sus mejores aperturas; eso podría resultar en que ellos no pasen esta ronda como un paseo.

Hoy, los pineros utilizaron a solo dos jugadores de refuerzo en su alineación inicial, Julio Pablo Martínez y Félix Carbonell, este último con solo tres turnos al bate. Y, es cierto que pegaron solo seis imparables, pero fabricaron 7 anotaciones a base de corridos agresivos y aprovechando el margen que le ofrecía el contrario. Siempre que le regalen una brecha, por ahí ellos se van a colar.

Dachel Duquesne fue expulsado bien rápido del montículo en apenas 3.2 ining. Una ola de batazos le vino encima con sencillos remolcadores de Rodmy Proenza, Ariel Hechevarría y Leonardo Urgellés —quienes quizás para usted no sean apellidos de los más mediáticos o conocidos.

Los avileños, como conjunto grande que es, ripostó aprovechando un error del torpedero Yolbert Sánchez con las bases llenas, y un doblete de Yorbis Borroto no le dio la ventaja a su equipo por un mal corrido de Osvaldo Vázquez, quien siguió de manera errónea y desacertada hacia el plato.

Sin esperar mucho, pero con cautelosa paciencia, Carbonell recibió un pelotazo, y Yolbert y Julio Pablo anclaron en base por descontrol del relevista Liomil González. Tras dos outs, Luis Felipe Rivera escogió el mejor de los envíos —bien alejados de la zona de strike— ofrecidos por el siniestro Yunser Corrales, y sopló un torpedo al bosque izquierdo que sirvió para poner la pizarra por 5-3.

Bajo una lluvia invernal, llegó el final del quinto con dos outs, y todos tuvimos que esperar el desenlace pues la llovizna detuvo el choque.

Después de 25 minutos, Yeniet Pérez sonó un trueno al guante del abridor Pedro Agüero y llegó a salvo en primera. Ariel Borrero fue pasado por bolas, y Yoelvis Fis cedió abanicando con ponche.

El zurdo Yunier Gamboa parecía liquidar a un elenco que entró al partido promediando .306 contra lanzadores siniestros. Sin embargo, Rubén Valdés —quien junto a Borroto son los bates más encendidos de Ciego— sacudió una línea de jit que indujo al abrazo por 5-5.

Así, el desafío entró en capítulos extras, donde parecía que el pescado grande se comía al más chico, pero José Adolis García en cuenta de 3 y 2 falló con un elevado a lo corto del prado central.

En la Regla Ibaf, cambió el panorama. Hechevarría tocó la pelota de manera efectiva. Con corredores en posición de anotar se produjo una de las jugadas más polémicas de la noche, pues el timonel Roger Machado envió un boleto intencional para llenar las bases. Acebal pegó un rodado para doble play, y un tiro malo de Yorelvis Charles abrió las puertas a las carreras decisivas. Las rayitas inmerecidas y la derrota fueron a la cuenta de Yennier Cano (5-1).

Amador (0-1), llevó hasta el final un relevo de leyenda en dos actos sin permitir anotaciones.

Próximos compromisos: La Isla de la Juventud se trasladará a sus predios para recibir a Grama el martes, en tanto Ciego de Ávila viajará hasta Matanzas.