Dayán Viciedo no pudo evitar un gesto de contrariedad cuando supo que los Medias Blancas lo habían designado para asignación, que no es otra cosa que la manera elegante y corporativa de hacerle saber que no estaba más en los planes del equipo.
No podía ser de otra forma para el pelotero cubano que todos conocen en las Mayores como “El Tanque’’, pues el de Chicago es el único uniforme que ha conocido desde que llegara a Estados Unidos con 19 años.
“No lo voy a negar, me sentí un poco triste con la decisión de los Medias Blancas’’, expresó el chico de Remedios, Villa Clara. “Uno siempre escucha que el béisbol es un negocio, pero hasta que no te toca no sientes la realidad y el peso de la frase. Por suerte ya estoy recuperado y sé que vendrá otro equipo’’.
Cuando desembarcó en Miami en el verano del 2008, Viciedo llegó no sólo con esos 19 años sino con unas expectativas enormes, pues algunos consideraban que se estaba en presencia del sucesor de Omar Linares.
Después de todo, había debutado en Series Nacionales con 15 y en su segunda contienda, a los 16, conectaba para .337 con 14 cuadrangulares para ganarse un puesto en la preselección rumbo al primer Clásico Mundial de Béisbol.
Chicago no dejó pasar la oportunidad de firmar al chico por cuatro temporadas y $10 millones, pero en los planes no estaba utilizarlo en el infield –lo que más había jugado en Cuba- sino convertirlo en jardinero.
“Piensa que cuando yo arribo a las Mayores nadie se escapaba de Cuba a esa edad y que en solo dos años ya estaba debutando con Chicago’’, explicó Viciedo. “En las Menores me dijeron que me olvidara de la tercera base, que iba a jugar jardín izquierdo. Y aquí tu no dices que no. Tú haces lo que te pidan. Hice mis ajustes, mejoré todo lo posible y me gané un puesto en el equipo’’.
Luego de cuatro temporadas Viciedo conectó para .254 con 66 vuelacercas –en las contiendas del 2012 y 2014 superó los 20 jonrones- y 211 impulsadas, mientras compartía alineación primero con Alexei Ramírez y luego con José Dariel Abreu.
Sin embargo, la firma de Gordon Beckham significó que Chicago designara al cubano para asignación el 28 de enero, a pocos días de haberle ofrecido un pacto por $4.4 millones.
“El equipo sabe que yo me entregué por completo e hice todo lo que se me pidió’’, apuntó Viciedo. “Siempre he tratado de ser un ejemplo de profesional y al final solo puedo darles las gracias a todos aquellos que me ayudaron a convertirme en el jugador que soy hoy’’.
De momento, cualquier equipo puede reclamar a Viciedo de la lista de peloteros disponibles, y si eso no ocurre los Medias Blancas lo pueden enviar a las Menores o cortar sus servicios por completo, lo cual convertiría al cubano en agente libre.
Viciedo, por su parte, no ha dejado de entrenar un día y cada mañana acude al laboratorio deportivo Elites Athletes Performance, en Kendall, para seguir su rutina de ejercicios y llegar lo mejor posible al entrenamiento de primavera.
“Todavía no he cumplido los 26 años y creo, sinceramente, que lo mejor está por venir’’, aseguró Viciedo. “Las experiencias buenas y malas van formando el carácter y he tomado todo lo que me ha sucedido como parte de ese aprendizaje que ahora me permitirá subir más peldaños en esta carrera. Al próximo equipo le daré el ciento por ciento de mis energías, pero ahora con la madurez de la vida’’.
No podía ser de otra forma para el pelotero cubano que todos conocen en las Mayores como “El Tanque’’, pues el de Chicago es el único uniforme que ha conocido desde que llegara a Estados Unidos con 19 años.
“No lo voy a negar, me sentí un poco triste con la decisión de los Medias Blancas’’, expresó el chico de Remedios, Villa Clara. “Uno siempre escucha que el béisbol es un negocio, pero hasta que no te toca no sientes la realidad y el peso de la frase. Por suerte ya estoy recuperado y sé que vendrá otro equipo’’.
Cuando desembarcó en Miami en el verano del 2008, Viciedo llegó no sólo con esos 19 años sino con unas expectativas enormes, pues algunos consideraban que se estaba en presencia del sucesor de Omar Linares.
Después de todo, había debutado en Series Nacionales con 15 y en su segunda contienda, a los 16, conectaba para .337 con 14 cuadrangulares para ganarse un puesto en la preselección rumbo al primer Clásico Mundial de Béisbol.
Chicago no dejó pasar la oportunidad de firmar al chico por cuatro temporadas y $10 millones, pero en los planes no estaba utilizarlo en el infield –lo que más había jugado en Cuba- sino convertirlo en jardinero.
“Piensa que cuando yo arribo a las Mayores nadie se escapaba de Cuba a esa edad y que en solo dos años ya estaba debutando con Chicago’’, explicó Viciedo. “En las Menores me dijeron que me olvidara de la tercera base, que iba a jugar jardín izquierdo. Y aquí tu no dices que no. Tú haces lo que te pidan. Hice mis ajustes, mejoré todo lo posible y me gané un puesto en el equipo’’.
Luego de cuatro temporadas Viciedo conectó para .254 con 66 vuelacercas –en las contiendas del 2012 y 2014 superó los 20 jonrones- y 211 impulsadas, mientras compartía alineación primero con Alexei Ramírez y luego con José Dariel Abreu.
Sin embargo, la firma de Gordon Beckham significó que Chicago designara al cubano para asignación el 28 de enero, a pocos días de haberle ofrecido un pacto por $4.4 millones.
“El equipo sabe que yo me entregué por completo e hice todo lo que se me pidió’’, apuntó Viciedo. “Siempre he tratado de ser un ejemplo de profesional y al final solo puedo darles las gracias a todos aquellos que me ayudaron a convertirme en el jugador que soy hoy’’.
De momento, cualquier equipo puede reclamar a Viciedo de la lista de peloteros disponibles, y si eso no ocurre los Medias Blancas lo pueden enviar a las Menores o cortar sus servicios por completo, lo cual convertiría al cubano en agente libre.
Viciedo, por su parte, no ha dejado de entrenar un día y cada mañana acude al laboratorio deportivo Elites Athletes Performance, en Kendall, para seguir su rutina de ejercicios y llegar lo mejor posible al entrenamiento de primavera.
“Todavía no he cumplido los 26 años y creo, sinceramente, que lo mejor está por venir’’, aseguró Viciedo. “Las experiencias buenas y malas van formando el carácter y he tomado todo lo que me ha sucedido como parte de ese aprendizaje que ahora me permitirá subir más peldaños en esta carrera. Al próximo equipo le daré el ciento por ciento de mis energías, pero ahora con la madurez de la vida’’.