Ante decenas de millones de espectadores, un cubano, Yoenis Céspedes, gana la competencia más espectacular en la Semana de las Estrellas del béisbol profesional norteamericano.
Otro, el cienfueguero Yasiel Puig, se convierte por vez primera en la historia de ese deporte, en recibir el premio al Mejor Jugador del Mes, siendo un novato. Puig ha implantado varios récords en apenas un mes de juego con los Dodgers de Los Ángeles, pero... nuestros medios deportivos no pueden hacerse eco del extraordinario paso de él y de otros como Aroldis Chapman, Yuniesky Betancourt, Kendrys o José Iglesias. El nombre de Cuba, gracias al trabajo profesional de estos atletas (donde por supuesto también ha intervenido su formación mientras jugaban en la isla), se ha mencionado como nunca por estas semanas en las Grandes ligas, pero en nuestra isla el Instituto Nacional de Deportes y Recreación (INDER) mira hacia otro lado.
¡Tuvieron que pasar 53 años para que en nuestra televisión se volviera a hablar y sobre todo transmitir (con previa edición) béisbol profesional!. ¿Más vale tarde que nunca? Pero la estupidez, no ha sido superada. Aún queda bastante de ella por todos los rincones. Directrices institucionales de manera ridícula, obvian, censuran o extirpan de los récords, las extraordinarias jugadas de los nuestros en ese y otros circuitos. Podemos ver a venezolanos, dominicanos o japoneses, pero no a los cubanos. Para los censores, los aficionados no tenemos derecho a la admiración, el orgullo, ni el goce.
Alberto Juantonera y el INDER le niegan a Dayron Robles toda participación internacional no solo bajo el nombre de Cuba sino de cualquier otro club. Dayron por voluntad de estos funcionarios se ha convertido en un nómada, un NO hombre y un NO atleta. Como otros, está preso de la política y la necedad. Mientras, el propio hijo de Juantorena se convierte en la estrella del volley en Italia, donde también se destacan cubanos y cubanas, cuyos nombres, por decreto de nuestros ideólogos, han sido borrados y sus carreras negadas. Cada día escuchamos y leemos el punto de vista oficial sobre el éxodo, la deserción o la emigración de nuestros atletas, pero los medios jamás nos dan la posibilidad de que los implicados y “acusados” respondan y expongan sus puntos de vista. El Estado cambia ¡al fin!, la política migratoria, pero el INDER vive fuera del Estado, es otro país que se rige por otras leyes y conceptos.
Víctor Mesa insulta de forma sistemática a la prensa, los aficionados, los árbitros y a sus propios jugadores, pero sigue siendo el director del equipo Cuba. Higinio Vélez lleva más de 10 años al frente del Beisbol Nacional y aunque no ha logrado ni un solo éxito relevante en sus gestión, sigue teniendo las riendas del mismo. El deporte cubano ha cedido en todas y cada una de las disciplinas. Países sin desarrollo, ni tradición deportiva, son capaces ahora de vencernos. Belice puede ser hoy un rival en fútbol, Irán nos vence dos veces en voleibol y Curazao puede ofrecer resistencia a nuestro equipo nacional de beisbol. Todos los deportistas del planeta juegan con normalidad en ligas, clubes, equipos y torneos fuera de sus naciones de origen, desarrollando al máximo sus talentos y habilidades. La mayoría de ellos, cuando llega el momento, representan con dignidad y emoción, también a sus países. Solo los cubanos son marginados e imposibilitados de hacer esto. Entrampados en el juego de la política y la ideología, para la prensa oficial y los dirigentes, todo atleta que compita fuera de Cuba, sin la autorización del INDER, no existe, no es legítimo, deja de ser cubano.
Triste y patética la posición del INDER y de los que más arriba o abajo, toman tan absurdas decisiones. Son justamente muchas de esas posturas las que motivan la partida de nuestros jóvenes y talentosos atletas.
Ellos, dejarán de ser del INDER, pero lo que nunca dejarán de ser es CUBANOS.
Por Gustavo Arcos
Profesor y crítico cinematográfico, residente en La Habana.
Otro, el cienfueguero Yasiel Puig, se convierte por vez primera en la historia de ese deporte, en recibir el premio al Mejor Jugador del Mes, siendo un novato. Puig ha implantado varios récords en apenas un mes de juego con los Dodgers de Los Ángeles, pero... nuestros medios deportivos no pueden hacerse eco del extraordinario paso de él y de otros como Aroldis Chapman, Yuniesky Betancourt, Kendrys o José Iglesias. El nombre de Cuba, gracias al trabajo profesional de estos atletas (donde por supuesto también ha intervenido su formación mientras jugaban en la isla), se ha mencionado como nunca por estas semanas en las Grandes ligas, pero en nuestra isla el Instituto Nacional de Deportes y Recreación (INDER) mira hacia otro lado.
¡Tuvieron que pasar 53 años para que en nuestra televisión se volviera a hablar y sobre todo transmitir (con previa edición) béisbol profesional!. ¿Más vale tarde que nunca? Pero la estupidez, no ha sido superada. Aún queda bastante de ella por todos los rincones. Directrices institucionales de manera ridícula, obvian, censuran o extirpan de los récords, las extraordinarias jugadas de los nuestros en ese y otros circuitos. Podemos ver a venezolanos, dominicanos o japoneses, pero no a los cubanos. Para los censores, los aficionados no tenemos derecho a la admiración, el orgullo, ni el goce.
Alberto Juantonera y el INDER le niegan a Dayron Robles toda participación internacional no solo bajo el nombre de Cuba sino de cualquier otro club. Dayron por voluntad de estos funcionarios se ha convertido en un nómada, un NO hombre y un NO atleta. Como otros, está preso de la política y la necedad. Mientras, el propio hijo de Juantorena se convierte en la estrella del volley en Italia, donde también se destacan cubanos y cubanas, cuyos nombres, por decreto de nuestros ideólogos, han sido borrados y sus carreras negadas. Cada día escuchamos y leemos el punto de vista oficial sobre el éxodo, la deserción o la emigración de nuestros atletas, pero los medios jamás nos dan la posibilidad de que los implicados y “acusados” respondan y expongan sus puntos de vista. El Estado cambia ¡al fin!, la política migratoria, pero el INDER vive fuera del Estado, es otro país que se rige por otras leyes y conceptos.
Víctor Mesa insulta de forma sistemática a la prensa, los aficionados, los árbitros y a sus propios jugadores, pero sigue siendo el director del equipo Cuba. Higinio Vélez lleva más de 10 años al frente del Beisbol Nacional y aunque no ha logrado ni un solo éxito relevante en sus gestión, sigue teniendo las riendas del mismo. El deporte cubano ha cedido en todas y cada una de las disciplinas. Países sin desarrollo, ni tradición deportiva, son capaces ahora de vencernos. Belice puede ser hoy un rival en fútbol, Irán nos vence dos veces en voleibol y Curazao puede ofrecer resistencia a nuestro equipo nacional de beisbol. Todos los deportistas del planeta juegan con normalidad en ligas, clubes, equipos y torneos fuera de sus naciones de origen, desarrollando al máximo sus talentos y habilidades. La mayoría de ellos, cuando llega el momento, representan con dignidad y emoción, también a sus países. Solo los cubanos son marginados e imposibilitados de hacer esto. Entrampados en el juego de la política y la ideología, para la prensa oficial y los dirigentes, todo atleta que compita fuera de Cuba, sin la autorización del INDER, no existe, no es legítimo, deja de ser cubano.
Triste y patética la posición del INDER y de los que más arriba o abajo, toman tan absurdas decisiones. Son justamente muchas de esas posturas las que motivan la partida de nuestros jóvenes y talentosos atletas.
Ellos, dejarán de ser del INDER, pero lo que nunca dejarán de ser es CUBANOS.
Por Gustavo Arcos
Profesor y crítico cinematográfico, residente en La Habana.