Bajó el telón de la antepenúltima subserie del calendario, y quienes esperábamos algún atisbo de claridad sobre el completamiento del cuadro de semifinalistas en la presente Serie Nacional, tendremos que seguir esperando.

Este sprint final parece cosa de tríos. Por un lado, Cienfuegos ya tiene sus papeletas listas, mientras que la certificación de las de Sancti Spíritus parece cuestión de tiempo. Un poco más lejana —solo un poco— se vislumbra la clasificación del elenco matancero, que solo sufriendo una verdadera tragedia quedaría fuera de la lucha por el título.

En cambio, la triada integrada por Villa Clara, Industriales y Ciego de Ávila vivirá a partir de mañana un verdadero via crucis en su camino hacia la conquista del cuarto boleto disponible. Este lunes cada uno de ellos hizo la cruz, y dejaron la escena lista para una trama sumamente interesante.

Los Naranjas, envueltos en una notable mejoría con respecto al tramo inicial, aprovecharon muy bien sus oportunidades en el Capitán San Luis vueltabajero. En el cuarto episodio el doble del refuerzo holguinero Yordan Manduley le nubló la vista al abridor local Julio Alfredo Martínez, quien acto seguido regaló tres boletos, uno de ellos con los ángulos congestionados.

Otro boleto del relevista Yaifredo Domínguez y un cañonazo de Pestano redondearon el racimo de cinco anotaciones, aumentado en el séptimo inning con el cuadrangular de tres carreras del enmascarado villaclareño.

Mientras, en el Latinoamericano se presentó en muy buena forma el diestro Odrisamer Despaigne para tirar casi siete entradas, en las que solo permitió una sola anotación a la batería pinera.

Su coterráneo José Pablo Cuesta y el «importado» tunero Carlos Juan Viera completaron la faena, mientras que el resto de la tropa hacía sonar el madero con 13 imparables, cuatro de ellos de más de una base.

Por su parte, en el sureño 5 de Septiembre los Elefantes cienfuegueros y los Tigres avileños protagonizaron un cerrado pleito hasta el último acto, en el que los visitantes armaron la emboscada definitoria.

El mentor local Iday Abreu mandó al box a Duniel Ibarra —el mejor rescatista del torneo—, pero hasta al mejor escribano se le va un borrón. Le recibió Raúl González con triple, y luego Rudelis García le conectó un imparable que niveló la pizarra. Después, el error del jovencito Joan Moncada fue el preámbulo de un verdadero «desastre» que incluyó boletos, pelotazos, lanzamientos escapados, todos ingredientes del paquete de seis anotaciones coronado por un doblete del propio González en su segunda comparecencia en el inning.

Por último, los Cocodrilos yumurinos les saborearon hasta las plumas a los Gallos espirituanos, dilatando aun más su añorada clasificación.

Apenas una entrada necesitaron los dirigidos por Víctor Mesa para imponerse en su «pantano». Par de inatrapables y un boleto antecedieron al metrallazo de Gracial que subió las dos primeras anotaciones al pizarrón.

La cosecha no paró en los dos siguientes capítulos mientras que Joel Suárez volvía a mostrar impecables credenciales, tolerando apenas tres hits y una solitaria carrera en ocho innings a la temida ofensiva yayabera.

Así las cosas, la semana que recién comienza promete intensas emociones. Y como si fuera poco, el suspense se extiende hasta la lucha por el liderazgo de bateo, ahora en poder del granmenese devenido pinareño Alfredo Despaigne, quien en lo que dura un pestañazo salió de su notable slump para ser referencia también en el slugging, y colocarse a solo dos de los 19 cuadrangulares del cienfueguero José Dariel Abreu. Como dicen por ahí, quien pida más es un gandido.