La noticia la dio el propio jugador en las redes sociales: Oscar Luis Colás, el prospecto número uno del béisbol cubano en la actualidad, ya puede jugar en la primera división de la liga japonesa (NPB, por sus siglas en inglés), ascenso que obedece a su exitosa progresión en la granja de los Halcones de SoftBank, donde ganó el mes pasado el premio al mejor jugador de las ligas menores por el circuito del oeste.

Colás llevaba dos temporadas con contrato de aprendiz, pero se esperaba que de un momento a otro a su uniforme le quitaran un dígito de la espalda. Los atletas en aprendizaje, fuera del roster de 70 activos de cada franquicia, están «marcados» con tres números. El santiaguero permutó el 144 por el 46, y ahora es uno de los nueve extranjeros en la nómina de los Halcones que pueden desempeñarse en el primer nivel. Por regla, solo cuatro pueden estar en ese rango de manera simultánea.

Si feliz está el joven, también lo ha de estar Rey Vicente Anglada. Ante la baja ofensiva del grupo que llevó a la liga Can-Am, aumentan las posibilidades de convocar a Colás para Lima.

Además de sus números ofensivos actuales: es el segundo de mejor average en la liga menor (.296), tiene OBP de .352 y SLU de .525, ha sonado nueve jonrones y 14 tubeyes, Colás es versátil a la defensa, juega en primera y los jardines, y podría ser empleado, incluso, como zurdo situacional, pues su recta ronda las 94 millas por hora. Un talento así despierta siempre simpatías.

Después de nueve juegos en la Can-Am, las miradas están puestas en el comportamiento ofensivo del grupo. Anglada no le ha hecho swing al «championismo» y ha sido fiel a su estrategia de darles oportunidades a todos para valorarlos integralmente. Sus ojos se mueven desde el terreno, pasan por Lima y se posan en el Premier 12.

Busca un lineup que sepa encontrar respuestas tácticas para las diferentes situaciones de juego, y ante la ausencia de bateadores de poder, pondera la velocidad como arma ofensiva, de ahí que una alineación circular con Yuniesky Larduet de noveno, César Prieto de primero y Yoelkis Guibert de segundo haya sido de las más empleadas, pese a los justificados cambios para probar tácticas y estrategias.

El saldo de cuatro éxitos y cinco derrotas no dice mucho si de entrenamiento se trata, pero escudriñando por dentro se pueden ir sacando justificaciones para entender, por ejemplo, la nota publicada en el periódico Adelante de Camagüey:

«Según informó la Dirección Provincial de Deportes, el torpedero Alexander Ayala recibió un llamado de última hora para incorporarse al equipo Cuba que participa desde la pasada semana en la Liga Canadiense Americana (Can-Am).

«Mario Núñez Caballero, director del Inder en Camagüey dijo que el atleta, que se encontraba de descanso, fue convocado por la Comisión Nacional de la Béisbol para que viaje cuanto antes a Canadá».

Por lo menos, la bola mental se mueve. Que en otros tiempos no era así.