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Cuando la fase preliminar de una temporada —sea del deporte que sea—, se decide oficialmente antes de las últimas fechas competitivas, entonces los directores técnicos de los equipos que acceden a la venidera etapa, les tributan un merecido descanso a sus titulares. Y los jugadores de la banca, para quienes «ponerse el guante» deviene agradable festín, no les hacen quedar en aprietos.
Algo parecido ocurrió este miércoles en la LII Serie Nacional de Béisbol, cuando en rol de anfitrión, el mentor villaclareño Ramón Moré alineó con (casi) toda la banca, que de manera sólida y convincente, superó 4-1 al todavía monarca exponente Ciego de Ávila.
Lo del cuadro «naranja» fue pura productividad madero en ristre, pues solo pegaron cinco hits, sin extrabases. El inning clave fue el quinto, en el cual pisaron el home en tres ocasiones.
Por demás, léanse estos nombres y concordarán conmigo en que son totalmente desconocidos en ese elenco: Luis Ramón Álvarez fue el torpedero, bateó de 3-1 e impulsó dos carreras; Yuniel Cabrera (4-1, primera base), Leandro Turiño (4-1, jardinero derecho) y Sandy Fernández (3-1, tercera base). El otro imparable lo conectó el ya experimentado Yuniet Flores, quien fungió como designado.
Pero si no bastara la certeza ofensiva, este triunfo tiene otra explicación: en el montículo se trepó el zurdo Yasmani Hernández —quien archivó su noveno éxito de la justa—, y luego fue relevado por los diestros Diosdani Castillo y Yosvani Pérez.
Mientras, Sancti Spíritus derrotó 8-5 a Industriales, merced a una poderosa ofensiva de 12 hits, en la cual destacó el torpedero y refuerzo holguinero Yunior Paumier, quien compareció cuatro veces al cajón de bateo y conectó tres imparables, además de remolcar dos carreras y anotar una.
Por los Leones citadinos, el jardinero central Yasmani Tomás se fue de 4-2, incluido un jonrón con las bases llenas en el cuarto episodio, ante las ofertas del abridor Ángel Peña.
Y en el Victoria de Girón, el local Matanzas se deshizo 5-1 de Pinar del Río, apoyado en el buen tino de su inicialista Yasiel Santoya, quien bateó de 4-3, con un doblete y dos carreras enviadas a la registradora.
Algo parecido ocurrió este miércoles en la LII Serie Nacional de Béisbol, cuando en rol de anfitrión, el mentor villaclareño Ramón Moré alineó con (casi) toda la banca, que de manera sólida y convincente, superó 4-1 al todavía monarca exponente Ciego de Ávila.
Lo del cuadro «naranja» fue pura productividad madero en ristre, pues solo pegaron cinco hits, sin extrabases. El inning clave fue el quinto, en el cual pisaron el home en tres ocasiones.
Por demás, léanse estos nombres y concordarán conmigo en que son totalmente desconocidos en ese elenco: Luis Ramón Álvarez fue el torpedero, bateó de 3-1 e impulsó dos carreras; Yuniel Cabrera (4-1, primera base), Leandro Turiño (4-1, jardinero derecho) y Sandy Fernández (3-1, tercera base). El otro imparable lo conectó el ya experimentado Yuniet Flores, quien fungió como designado.
Pero si no bastara la certeza ofensiva, este triunfo tiene otra explicación: en el montículo se trepó el zurdo Yasmani Hernández —quien archivó su noveno éxito de la justa—, y luego fue relevado por los diestros Diosdani Castillo y Yosvani Pérez.
Mientras, Sancti Spíritus derrotó 8-5 a Industriales, merced a una poderosa ofensiva de 12 hits, en la cual destacó el torpedero y refuerzo holguinero Yunior Paumier, quien compareció cuatro veces al cajón de bateo y conectó tres imparables, además de remolcar dos carreras y anotar una.
Por los Leones citadinos, el jardinero central Yasmani Tomás se fue de 4-2, incluido un jonrón con las bases llenas en el cuarto episodio, ante las ofertas del abridor Ángel Peña.
Y en el Victoria de Girón, el local Matanzas se deshizo 5-1 de Pinar del Río, apoyado en el buen tino de su inicialista Yasiel Santoya, quien bateó de 4-3, con un doblete y dos carreras enviadas a la registradora.
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