Entre los grandes de la pelota cubana de todos los tiempos está, por derecho propio, Mario Jorge Vega, Mayito, como se le conoce, quien anunció su retiro al concluir la anterior temporada.

Sin embargo, al lograr los Tigres de Ciego de Ávila el anhelado título en el deporte nacional, su decisión la pensó detenidamente.

“Ese éxito es el resultado del trabajo de muchos años y al final dio frutos a los peloteros, quienes durante más de una década luchamos por el máximo galardón y lo logramos, para alegría del equipo y los aficionados”, comenta.

“Si jugué con la camisa de medallista de bronce y de subtitular del béisbol en la Isla, creí que merecía, entonces, estar en el terreno con la de campeón”, dice orgulloso uno de los mejores camareros de Cuba.

“Mis compañeros hablaron conmigo y acepté, pero con el compromiso de realizar buena recuperación fisioterapéutica para estar presente en la mayor cantidad de juegos posibles y ayudar al conjunto a discutir la final otra vez.

“Estoy a más del 90 por ciento de mi capacidad y la rodilla ya no me duele, así que los peloteros de las nóminas contrarias ni se piensen que bajaré la guardia. En segunda base encontrarán hermética defensa”, asegura Mario Jorge, reconocido también por batear con las dos manos (ambidextro).

Razones existen miles para que este hombre de 36 años disfrute la venidera temporada como se lo merece y los números así lo demuestran.

Es el primer pelotero avileño en llegar a los 1 500 hits e incluirse en el grupo de peloteros de la talla de Antonio Pacheco, Omar Linares, Víctor Mesa, Orestes Kindelán, Lourdes Gourriel y Fernando Sánchez, entre otros.

También es el tercer jugador de segunda base en la historia universal de esta disciplina en exhibir esa cifra, solo antecedido por el estadounidense Ryne Sandberg y el dominicano Plácido Polanco, según estadísticas del béisbol.

“Incluirme en esas listas es lo mejor que me podía pasar; es la recompensa a la exigencia personal para batear cada vez más los lanzamientos, pues no basta con el talento”.

Confiemos entonces en que ese retiro pospuesto contribuya a repetir el alegrón de los Tigres en la temporada 51, y también en que Mario Jorge Vega Rodríguez ratifique la razón por la cual ya se encuentra entre los grandes.