Hace varios días que la Italian Baseball League (IBL) cumplió su calendario competitivo y definió el nuevo monarca de una justa que de por sí es histórica y cuenta con toda mi aprobación por ser un evento con una calidad no despreciable y una considerable cantera de jugadores latinos experimentados, con amplio rodaje en ligas de su continente y en el sistema de Ligas Menores estadounidense. Explico lo de histórica, tan simple como que surgió en 1948 y desde ese entonces no ha roto la cadena de 71 ediciones sucesivas, como resultado de ser un evento serio y bien organizado.
La edición que concluyó, que contó nuevamente con el formato de ocho equipos, sirvió para que subiera a lo más alto del podio el elenco ASD Rimini Baseball, luego de barrer en la final en tres encuentros a la selección de T&A San Marino. El triunfo de la tropa de Rimini no resultó para nada sorpresivo, más bien desde el inicio del campeonato partía como uno de los dos conjuntos con más posibilidades de alzar el trofeo, al ser muy estable en los últimos cinco años, con un título y cuatro segundos lugares. Para más señas, ha logrado 13 coronas en la IBL (dos en la década del 70, cuatro en los ochenta, dos en los noventa, tres en la primera década de este siglo, uno en 2015 y el más reciente) y tres cetros en Copas Europeas (1976, 1979 y 1989).
Varios fueron los jugadores contribuyentes a este importante resultado del equipo de la esplendorosa ciudad que se encuentra frente al mar Adriático. Entre ellos resaltaron nueve peloteros latinos, grupo que incluye al único cubano que integró la nómina de los titulares, el holguinero Maikel Cáceres Dorcinet.
Con 34 años, el nativo del municipio de Báguanos, gracias a su versatilidad en el campo, defendió varias posiciones en el cuadro y los jardines, y terminó rindiendo para un promedio ofensivo de .309 (segundo de su equipo y decimoséptimo de la liga), líder de su novena en remolcadas con 20, tercero de su elenco en carreras anotadas (23) e indiscutibles (38), además de producir seis dobles y robarse cuatro bases en los 32 choques que jugó en la parte clasificatoria. En semifinales no alineó, probablemente por una lesión, y en la disputa por el gallardete compiló average de .400, con dos imparables y una impulsada.
Con esa estela ofensiva no deben existir inconvenientes para que el Rimini le renueve el contrato al holguinero para la próxima temporada, en caso, claro, que él esté interesado. Antes de esta experiencia europea, Cáceres culminó subcampeón de bateo en la temporada anterior del beisbol profesional nicaragüense con los Indios del Bóer, al registrar average de .393, y la franquicia nica publicó que lo tendrán en sus filas nuevamente para la temporada que se aproxima.
Tras su salida legal de Cuba, firmó en 2015 con los Bravos de Margarita, de la Liga Venezolana de Invierno, y allí sus números volvieron a ser destacados, al batear para altísimo .371 (36 incogibles en 97 oportunidades), 14 anotadas, 12 impulsadas, un jonrón y cinco tubeyes.
Durante su participación en ocho Series Nacionales, tras debutar tarde con 24 años, Maikel se despidió con promedio ofensivo de .307 (725 imparables en 2362 veces al bate), 94 dobles, 25 triples, 23 cuadrangulares y 200 impulsadas. En dos campañas sobrepasó los 100 imparables y en cuatro los 80, mientras que en seis contiendas rebasó los .300 de average ofensivo. Aunque sus dos primeras Series las jugó como camarero y torpedero, luego se desempeñó en la antesala y en los tres jardines.
En la edición 52 reforzó a los Tigres avileños de Roger Machado y la fortuna (casi) nunca le dio la mano para integrar selecciones nacionales.
La edición que concluyó, que contó nuevamente con el formato de ocho equipos, sirvió para que subiera a lo más alto del podio el elenco ASD Rimini Baseball, luego de barrer en la final en tres encuentros a la selección de T&A San Marino. El triunfo de la tropa de Rimini no resultó para nada sorpresivo, más bien desde el inicio del campeonato partía como uno de los dos conjuntos con más posibilidades de alzar el trofeo, al ser muy estable en los últimos cinco años, con un título y cuatro segundos lugares. Para más señas, ha logrado 13 coronas en la IBL (dos en la década del 70, cuatro en los ochenta, dos en los noventa, tres en la primera década de este siglo, uno en 2015 y el más reciente) y tres cetros en Copas Europeas (1976, 1979 y 1989).
Varios fueron los jugadores contribuyentes a este importante resultado del equipo de la esplendorosa ciudad que se encuentra frente al mar Adriático. Entre ellos resaltaron nueve peloteros latinos, grupo que incluye al único cubano que integró la nómina de los titulares, el holguinero Maikel Cáceres Dorcinet.
Con 34 años, el nativo del municipio de Báguanos, gracias a su versatilidad en el campo, defendió varias posiciones en el cuadro y los jardines, y terminó rindiendo para un promedio ofensivo de .309 (segundo de su equipo y decimoséptimo de la liga), líder de su novena en remolcadas con 20, tercero de su elenco en carreras anotadas (23) e indiscutibles (38), además de producir seis dobles y robarse cuatro bases en los 32 choques que jugó en la parte clasificatoria. En semifinales no alineó, probablemente por una lesión, y en la disputa por el gallardete compiló average de .400, con dos imparables y una impulsada.
Con esa estela ofensiva no deben existir inconvenientes para que el Rimini le renueve el contrato al holguinero para la próxima temporada, en caso, claro, que él esté interesado. Antes de esta experiencia europea, Cáceres culminó subcampeón de bateo en la temporada anterior del beisbol profesional nicaragüense con los Indios del Bóer, al registrar average de .393, y la franquicia nica publicó que lo tendrán en sus filas nuevamente para la temporada que se aproxima.
Tras su salida legal de Cuba, firmó en 2015 con los Bravos de Margarita, de la Liga Venezolana de Invierno, y allí sus números volvieron a ser destacados, al batear para altísimo .371 (36 incogibles en 97 oportunidades), 14 anotadas, 12 impulsadas, un jonrón y cinco tubeyes.
Durante su participación en ocho Series Nacionales, tras debutar tarde con 24 años, Maikel se despidió con promedio ofensivo de .307 (725 imparables en 2362 veces al bate), 94 dobles, 25 triples, 23 cuadrangulares y 200 impulsadas. En dos campañas sobrepasó los 100 imparables y en cuatro los 80, mientras que en seis contiendas rebasó los .300 de average ofensivo. Aunque sus dos primeras Series las jugó como camarero y torpedero, luego se desempeñó en la antesala y en los tres jardines.
En la edición 52 reforzó a los Tigres avileños de Roger Machado y la fortuna (casi) nunca le dio la mano para integrar selecciones nacionales.
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