Luego de tres paradas obligatorias, la serie nacional entra en sus últimos 24 juegos con tres selecciones que solo necesitan ganar el 50 por ciento del calendario restante para asegurar su pase a los play off. Otros cinco elencos pugnan por el cuarto boleto y por cambiar una historia, a ratos predecible, a partir de la diferencia en la tabla de posiciones y el rendimiento individual y colectivo.

Matanzas, Granma e Industriales apuntan con mayores probabilidades a la postemporada y sus rendimientos integrales desde el inicio, así como los refuerzos escogidos —con más o menos participación en el juego diario— hacen pensar a sus aficiones en las semifinales, aunque el manejo del pitcheo será clave, sobre todo el de relevo.

La tropa de Víctor Mesa sigue con la mejor defensa de esta segunda fase (13 errores) y la posición de torpedero tendrán que solucionarla con jugadores versátiles, aunque la opción de Yurisbel Gracial no desagrada, a pesar de que no tiene la movilidad para esa posición. Otro punto que no podrán descuidar es la receptoría, pues once bases robadas en 12 intentos son preocupantes en etapas decisivas.

En el caso de los Alazanes, su director Carlos Martí nos comentó este fin de semana que el equipo reúne todas las condiciones para mejorar el bronce de 1989 bajo su propia batuta. Y es cierto, pero habrá que correr mejor las bases, no apostarlo todo a la fuerza de sus hombres (111 hits y 20 jonrones hasta el sábado) y encontrar un tercer abridor que acompañe a Lázaro Blanco y Dariel Góngora. Aclaramos que Alfredo Despaigne no saldrá hacia Japón hasta el final de la campaña.

Los siempre polémicos industrialistas archivan el mejor balance de los últimos 18 partidos: 12 triunfos. La inyección de Jorge Enrique Aloma en el campo corto redondea uno de los mejores infield, en tanto es muy probable que dentro de par de subseries se incorpore el menor de los Gurriel a la alineación. Solo ellos exhiben balance favorable como visitantes (6-2) y anfitriones (6-3) desde enero de este 2015.

La situación de los Vegueros de Pinar del Río —y es justo llamarlos así por siempre— no es para nada caótica como algunos han querido ver tras la salida por indisciplina de cinco jugadores, tres de ellos titulares. Urquiola supo escoger como nadie los refuerzos pertinentes, a quienes les está sacando el mejor provecho de los ocho conjuntos finalistas: Denis Laza (373 de average), Yordanis Linares (368), Andy Sarduy (333) y Ramón Lunar (310).

A los tigres avileños nunca se les podrá descartar en la disputa por el cuarto boleto a la postemporada. Roger Machado tiene un tridente de lujo en el box para abrir: Vladimir García, Ismel Jiménez y Yander Guevara; al tiempo que pudiera darse el lujo —y sumarse así al béisbol moderno— de especializar a relevistas intermedios y cerradores, capaces de preservar victorias cruciales.

Isla de la Juventud ha realizado hasta aquí más de lo que muchos pensaban. Es uno de los conjuntos beneficiados por las interrupciones y su mayor premio sería quedar entre los cuatro punteros, aunque la profundidad de su pitcheo no debe soportar con más éxitos que fracasos estos 24 pleitos conclusivos. No obstante, darán colorido y se atravesarán a más de una formación en las subseries siguientes.

Artemisa y Holguín tendrían que “levantar un gigante” para superar los puestos del seis al ocho. Lo mejor de los artemiseños, su cuerpo de serpentineros, no ha respondido como ellos quisieran; y en el caso de Irochis Bartutis los muchachos han sufrido en la carretera (8 derrotas en 9 salidas) y sus líderes en la lomita tampoco se han hecho justicia.

Sin adivinanzas, los últimos 24 juegos serán atractivos, pero la mirada parece clara y precisa hacia los play off.