El gigante Lázaro Blanco está tranquilo, enfocado en su primera apertura en una final de campeonato cubano de béisbol.
Saldrá hoy a la lomita del parque Mártires de Barbados en pos del tercer triunfo de su equipo Granma frente al campeón Ciego de Ávila.
Ya estuvo en finales con Matanzas y con su adversario de turno, con el que se coronó la temporada precedente.
«Sé que es un juego bien importante. Si logramos ganarle lo ponemos en una situación difícil y como quedan otros dos aquí tenemos ventaja», dijo el oriundo del montañoso municipio Yara.
Con sus casi dos metros de estatura el mejor lanzador de hoy en la isla tendrá como oponente desde el box a Dachel Duquesne, otro talento merecedor de respeto.
«Como los restantes equipos, Ciego de Ávila siempre ha sido para mí de cuidado. Con todos sus bateadores debes de tener el máximo de concentración para poder dominarlo. Un descuido y se pierde el trabajo», expuso Blanco, de 30 años y 13 series nacionales.
El internacional con el equipo Cuba sabe que su pueblo espera una buena actuación.
«Tengo que hilar fino, porque estoy en mi estadio y los tigres están heridos y sabemos que son fieras en cualquier circunstancia, ahora más que nunca hay que meterse de lleno en el juego», abundó.
Blanco Matos inició la temporada con 63 victorias y 60 derrotas, pero sumó 14 y 2 que lo mantienen con promedio superior a .500 a lo que sumó par de éxitos y un revés en la postemporada, ese último en la semifinal frente a Matanzas.
«Después de Yanier González soy el lanzador de más series en el equipo y también de más años. Tal vez por eso me ven como un hermano mayor, como un ejemplo, por tanto y más no puedo defraudarlos», expresó.
La confianza del mentor Carlos Martí escalará la lomita de los martirios convencido de que un éxito acercaría a los alazanes a una actuación memorable.
«Si él gana hoy tendremos recorrido el camino al título en más de un 70 por ciento. Pero como le hemos reiterado Ciego de Ávila es un equipo de competencia y no está “muerto” todavía, aunque si en duro momento que esperamos extender», expresó Martí, quien le dio el mejor lugar que ocupan hoy los alazanes, bronce en la edición XXVIII (1988-89).
Saldrá hoy a la lomita del parque Mártires de Barbados en pos del tercer triunfo de su equipo Granma frente al campeón Ciego de Ávila.
Ya estuvo en finales con Matanzas y con su adversario de turno, con el que se coronó la temporada precedente.
«Sé que es un juego bien importante. Si logramos ganarle lo ponemos en una situación difícil y como quedan otros dos aquí tenemos ventaja», dijo el oriundo del montañoso municipio Yara.
Con sus casi dos metros de estatura el mejor lanzador de hoy en la isla tendrá como oponente desde el box a Dachel Duquesne, otro talento merecedor de respeto.
«Como los restantes equipos, Ciego de Ávila siempre ha sido para mí de cuidado. Con todos sus bateadores debes de tener el máximo de concentración para poder dominarlo. Un descuido y se pierde el trabajo», expuso Blanco, de 30 años y 13 series nacionales.
El internacional con el equipo Cuba sabe que su pueblo espera una buena actuación.
«Tengo que hilar fino, porque estoy en mi estadio y los tigres están heridos y sabemos que son fieras en cualquier circunstancia, ahora más que nunca hay que meterse de lleno en el juego», abundó.
Blanco Matos inició la temporada con 63 victorias y 60 derrotas, pero sumó 14 y 2 que lo mantienen con promedio superior a .500 a lo que sumó par de éxitos y un revés en la postemporada, ese último en la semifinal frente a Matanzas.
«Después de Yanier González soy el lanzador de más series en el equipo y también de más años. Tal vez por eso me ven como un hermano mayor, como un ejemplo, por tanto y más no puedo defraudarlos», expresó.
La confianza del mentor Carlos Martí escalará la lomita de los martirios convencido de que un éxito acercaría a los alazanes a una actuación memorable.
«Si él gana hoy tendremos recorrido el camino al título en más de un 70 por ciento. Pero como le hemos reiterado Ciego de Ávila es un equipo de competencia y no está “muerto” todavía, aunque si en duro momento que esperamos extender», expresó Martí, quien le dio el mejor lugar que ocupan hoy los alazanes, bronce en la edición XXVIII (1988-89).