Hoy puede o no ser el gran día. Existe una buena cantidad de posibles combinaciones, pero un triunfo del equipo de Villa Clara más un tropiezo de Ciego de Ávila, pudiera poner a los primeros al borde de la clasificación a la semifinal de la presente Serie Nacional.

En cambio, un desenlace inverso para ambos elencos sería como dejar caer un fósforo encendido sobre un bidón de gasolina. De ahí que a partir de las 4:00 p.m., los aficionados de todo el país estarán pendientes de lo que suceda en Santa Clara o Ciego de Ávila para saber si la campaña llega a su epílogo sin sobresaltos, o si hay que sufrir hasta el último out.

Ya Cienfuegos, Sancti Spíritus y Matanzas garantizaron su cupo en la postemporada, aunque matemáticamente ese ordenamiento pudiese cambiar. Mas la lógica indica que serán los últimos en montarse al tren quienes deberán enfrentar a los temibles Elefantes sureños en el primer cruce semifinalista.

Aún la aritmética sostiene el sueño de los seguidores de Industriales, pero lo cierto es que el par de derrotas sucesivas en la tierra de la piña casi ha borrado el color azul de la fiesta.

A los dirigidos por Lázaro Vargas les ha costado el cielo enderezar el rumbo durante el segundo tramo de la campaña, y esa inestabilidad en todos los órdenes de juego parece una cruz muy difícil de arrastrar. Solo un verdadero milagro pudiera cambiar la historia.

Por lo demás, este viernes se completaron la mitad de las penúltimas subseries, con resultados que de cierta forma son intrascendentes.

Parece que los Gallos espirituanos decidieron quitarse por un rato las espuelas, pues no hubo noticias de ellas en su paso por el ultramarino Cristóbal Labra.

Su despedida de aquellos predios no pudo ser más gris y duró apenas siete entradas. Un error del abridor Ángel Peña en el segundo ininng propició las tres primeras anotaciones locales, y otra pifia de Monteagudo en el quinto episodio posibilitó la diferencia de diez anotaciones que fue insalvable y decretó la barrida.

Nueve imparables, de ellos cuatro dobles, fueron demasiado para Peña y sus rescatistas. Uno de ellos salió del bate del jovencito Andy Ibáñez, quien ratificó su liderazgo con 29 batazos de dos bases.

Por su parte, los cienfuegueros salieron con la frente en alto del Capitán San Luis vueltbajero, donde el diestro Jorge Hernández archivó su décimo tercer triunfo para incluirse entre los más ganadores de la temporada.

Sin sus cañoneros Yosvani Peraza y Alfredo Despaigne en la alineación de partida poco pudo hacer la ofensiva pativerde, que pegó nueve imparables, pero todos dispersos.

Similar cifra fue al casillero de los sureños. El primero de ellos fue el solitario vuelacercas del refuerzo camagüeyano William Luis, quien ha justificado con creces la elección del mentor Iday Abreu.