El béisbol cubano está de moda. Y como tal, acapara titulares alrededor del mundo, por más que su campaña doméstica guarde reposo.
En las Grandes Ligas de Estados Unidos, sin dudas la meca de este deporte, el impresionante estreno del cienfueguero José Dariel Abreu sigue superando todas las expectativas, aun cuando en los últimos días haya sido colocado en la lista de lesionados por una dolencia –ya se conoce- sin mayores gravedades.
En ambos lados del Estrecho de la Florida también se habla de la mala fortuna del lanzador José Fernández, envuelto en un fabuloso inicio de temporada hasta que una lesión le obligó a pasar por el quirófano y perderse el resto del curso.
También generan comentarios los desempeños de Alexei Ramírez y Dayán Viciedo, continúa la euforia propagada por Yasel Puig con cada una de sus jugadas y, en medio de todo eso, aparece el inesperado debut de Frederich Cepeda en el máximo nivel del béisbol profesional japonés.
Y digo inesperado porque desde que el jardinero espirituano firmó un contrato millonario con los Gigantes de Yomiuri, los directivos de la franquicia tokiota anunciaron que el jugador comenzaría un proceso de adaptación, tanto física como técnica, en un certamen de menor rango.
Lo cierto es que la lesión del también cubano Leslie Anderson, hasta entonces envuelto en una fabulosa campaña y todavía líder de los bateadores en la Liga Central, aceleró el proceso de inserción de Cepeda en el principal elenco de la franquicia.
Así las cosas, el destacado slugger debutó el pasado 15 de mayo ocupando el cuarto turno al bate en el partido correspondiente a la serie frente a las Golondrinas de Yakult. Ese día el cubano conectó un imparable en tres turnos al bate, y con ese cañonazo se apuntó su primera carrera impulsada en la nueva aventura japonesa.
¿Qué ha pasado desde entonces? Un día después Cepeda tuvo su jornada más aciaga desde que aterrizó en la capital japonesa, al irse en blanco en cuatro comparecencias, incluido par de ponches, frente al staff de pitcheo de las Carpas de Hiroshima.
Sin embargo, el sábado, jugando contra el mismo equipo, el fornido yayabero conectó su primer cuadrangular frente a los envíos del experimentado Kenta Maeda. Transcurría el tercer episodio del duelo que marchaba igualado a una carrera por bando, cuando el batazo de Cepeda superó los límites del Tokio Dome.
En lo adelante, las cosas siguieron oscilando hasta el enfrentamiento de este miércoles que su equipo ganó frente a los Leones de Seibu con apretada pizarra de 4-3. En ese desafío el cubano se paró cinco veces en el home y recibió nada menos que ¡cuatro boletos!, muestra de que ya es sumamente respetado por los lanzadores rivales.
¿Cuán bueno ha sido el debut de Cepeda en la Liga Profesional Japonesa? Si lo comparamos con el de José Dariel queda por debajo. Pero el inicialista sureño sí pudo prepararse muy bien para la presente campaña.
Si se atiende al promedio ofensivo de .188, pudiera pensarse que la novedosa experiencia va camino al desastre. Sin embargo, se impone una mirada más abarcadora a los numeritos que exhibe Cepeda en la Liga Japonesa.
De momento, solo ha participado en seis desafíos, y en sus 24 comparecencias en el cajón de bateo -16 contadas oficialmente- ha conectado tres imparables, dos de ellos más allá de las cercas, para empujar a cinco compañeros hacia el home.
Hasta ahora, se ha ponchado en solo tres oportunidades y le lanzan con sumo cuidado, al punto de haber recibido ya como promedio poco más de un boleto por partido. Si se mira otros numeritos, son meritorios el .563 que posee en su casillero de slugging, y el .417 de OBP.
No hay dudas de que lo mejor de Cepeda en tierras niponas está por venir. A medida de que vaya transcurriendo el lógico período de adaptación, sus estadísticas irán tomando los niveles que justifiquen la apuesta de los Gigantes de Yomiuri por el jugador, considerado como uno de los mejores bateadores en la historia del béisbol cubano.
Talento, deseos y tiempo tiene para demostrarlo.
En las Grandes Ligas de Estados Unidos, sin dudas la meca de este deporte, el impresionante estreno del cienfueguero José Dariel Abreu sigue superando todas las expectativas, aun cuando en los últimos días haya sido colocado en la lista de lesionados por una dolencia –ya se conoce- sin mayores gravedades.
En ambos lados del Estrecho de la Florida también se habla de la mala fortuna del lanzador José Fernández, envuelto en un fabuloso inicio de temporada hasta que una lesión le obligó a pasar por el quirófano y perderse el resto del curso.
También generan comentarios los desempeños de Alexei Ramírez y Dayán Viciedo, continúa la euforia propagada por Yasel Puig con cada una de sus jugadas y, en medio de todo eso, aparece el inesperado debut de Frederich Cepeda en el máximo nivel del béisbol profesional japonés.
Y digo inesperado porque desde que el jardinero espirituano firmó un contrato millonario con los Gigantes de Yomiuri, los directivos de la franquicia tokiota anunciaron que el jugador comenzaría un proceso de adaptación, tanto física como técnica, en un certamen de menor rango.
Lo cierto es que la lesión del también cubano Leslie Anderson, hasta entonces envuelto en una fabulosa campaña y todavía líder de los bateadores en la Liga Central, aceleró el proceso de inserción de Cepeda en el principal elenco de la franquicia.
Así las cosas, el destacado slugger debutó el pasado 15 de mayo ocupando el cuarto turno al bate en el partido correspondiente a la serie frente a las Golondrinas de Yakult. Ese día el cubano conectó un imparable en tres turnos al bate, y con ese cañonazo se apuntó su primera carrera impulsada en la nueva aventura japonesa.
¿Qué ha pasado desde entonces? Un día después Cepeda tuvo su jornada más aciaga desde que aterrizó en la capital japonesa, al irse en blanco en cuatro comparecencias, incluido par de ponches, frente al staff de pitcheo de las Carpas de Hiroshima.
Sin embargo, el sábado, jugando contra el mismo equipo, el fornido yayabero conectó su primer cuadrangular frente a los envíos del experimentado Kenta Maeda. Transcurría el tercer episodio del duelo que marchaba igualado a una carrera por bando, cuando el batazo de Cepeda superó los límites del Tokio Dome.
En lo adelante, las cosas siguieron oscilando hasta el enfrentamiento de este miércoles que su equipo ganó frente a los Leones de Seibu con apretada pizarra de 4-3. En ese desafío el cubano se paró cinco veces en el home y recibió nada menos que ¡cuatro boletos!, muestra de que ya es sumamente respetado por los lanzadores rivales.
¿Cuán bueno ha sido el debut de Cepeda en la Liga Profesional Japonesa? Si lo comparamos con el de José Dariel queda por debajo. Pero el inicialista sureño sí pudo prepararse muy bien para la presente campaña.
Si se atiende al promedio ofensivo de .188, pudiera pensarse que la novedosa experiencia va camino al desastre. Sin embargo, se impone una mirada más abarcadora a los numeritos que exhibe Cepeda en la Liga Japonesa.
De momento, solo ha participado en seis desafíos, y en sus 24 comparecencias en el cajón de bateo -16 contadas oficialmente- ha conectado tres imparables, dos de ellos más allá de las cercas, para empujar a cinco compañeros hacia el home.
Hasta ahora, se ha ponchado en solo tres oportunidades y le lanzan con sumo cuidado, al punto de haber recibido ya como promedio poco más de un boleto por partido. Si se mira otros numeritos, son meritorios el .563 que posee en su casillero de slugging, y el .417 de OBP.
No hay dudas de que lo mejor de Cepeda en tierras niponas está por venir. A medida de que vaya transcurriendo el lógico período de adaptación, sus estadísticas irán tomando los niveles que justifiquen la apuesta de los Gigantes de Yomiuri por el jugador, considerado como uno de los mejores bateadores en la historia del béisbol cubano.
Talento, deseos y tiempo tiene para demostrarlo.