Para nadie constituye un secreto el hecho de que sigue siendo el arte del pitcheo la nota brillante de los principales equipos de Asia en cada certamen internacional en el que se presenten, por lo que el recientemente concluido Campeonato Mundial para menores de 18 años, celebrado en varias ciudades coreanas, no fue tampoco la excepción.
En ese torneo, ganado por Estados Unidos, que se impuso a Canadá en el cotejo final, fueron los japoneses los que encabezaron los colectivos de pitcheo con sobresaliente promedio de 1,88, ubicándose en el segundo peldaño los sudcoreanos con 2,10 y en el cuarto los de Taipéi de China con 2,25, detrás de los estadounidenses (2,22).
Fue igualmente Japón el que más ponchó (86) y al que menos le batearon (169), y en el caso de los taipeyanos llamó mucho la atención el que solo hubieran otorgado ¡cinco boletos en 72 entradas!, lo que les proporcionó un increíble promedio de ¡0,6 por juego de nueve innings!.
Sin embargo, ese magnífico trabajo de los lanzadores nipones en el mundial juvenil no fue respaldado por los jugadores a la defensa, pues éstos cometieron trece errores y concluyeron con pobre average de 961, muy diferente a la labor de coreanos y taipeyanos, que terminaron en los primeros lugares con 985 y 978.
En cuanto a la ofensiva, nuevamente se destacaron los bateadores de Estados Unidos, que fueron primeros en varios departamentos: average 305; anotadas 60; hits 86; impulsadas 51; total de bases 111; slugging 394; average de embasados 418 y menos ponches, con 34. No obstante, ningún estadounidense pudo conectar jonrón, en un certamen en el que solo se dieron seis.
El campeonato, en el que intervinieron también Australia, Venezuela, Canadá, Panamá, Colombia, Italia, República Checa y Holanda, y que tuvo la lamentable ausencia de Cuba, sobresalió por la labor de los “tiradores” en sentido general, pues el promedio global fue de 3,43, con un average ofensivo de 242.
En ese torneo, ganado por Estados Unidos, que se impuso a Canadá en el cotejo final, fueron los japoneses los que encabezaron los colectivos de pitcheo con sobresaliente promedio de 1,88, ubicándose en el segundo peldaño los sudcoreanos con 2,10 y en el cuarto los de Taipéi de China con 2,25, detrás de los estadounidenses (2,22).
Fue igualmente Japón el que más ponchó (86) y al que menos le batearon (169), y en el caso de los taipeyanos llamó mucho la atención el que solo hubieran otorgado ¡cinco boletos en 72 entradas!, lo que les proporcionó un increíble promedio de ¡0,6 por juego de nueve innings!.
Sin embargo, ese magnífico trabajo de los lanzadores nipones en el mundial juvenil no fue respaldado por los jugadores a la defensa, pues éstos cometieron trece errores y concluyeron con pobre average de 961, muy diferente a la labor de coreanos y taipeyanos, que terminaron en los primeros lugares con 985 y 978.
En cuanto a la ofensiva, nuevamente se destacaron los bateadores de Estados Unidos, que fueron primeros en varios departamentos: average 305; anotadas 60; hits 86; impulsadas 51; total de bases 111; slugging 394; average de embasados 418 y menos ponches, con 34. No obstante, ningún estadounidense pudo conectar jonrón, en un certamen en el que solo se dieron seis.
El campeonato, en el que intervinieron también Australia, Venezuela, Canadá, Panamá, Colombia, Italia, República Checa y Holanda, y que tuvo la lamentable ausencia de Cuba, sobresalió por la labor de los “tiradores” en sentido general, pues el promedio global fue de 3,43, con un average ofensivo de 242.