En el programa televisivo “Bola Viva”, del pasado lunes 3 de junio, apareció Frangel Reinaldo, en nombre de la Comisión Nacional de Beisbol y en un acto de sinceridad sin par, reconoció, autocríticamente, que varios problemas graves se experimentaron en la recién estrenada estructura, a la vez que anunció cambios por venir, que darán respuesta a esas deficiencias.
La presencia de Frangel, ya habitual en este programa, se justificó sobremanera por esta vez, ya que dio respuesta al descontento popular, con la famosa aberración competitiva ¡perdón! estructura competitiva, de la Serie Nacional.
Reinaldo anuncio, mientras reconocía el fracaso en gran escala que ha sido la Serie de este 2013, que existe un 70% de probabilidades que el próximo torneo comience en octubre; que de seguro la primera vuelta será de 60, 66 o 75 partidos (aumentando así el total inicial, para asegurar que clasifiquen los que verdaderamente pueden); que el horrendo ejercicio de la Segunda División no volverá a ocurrir; y que las provincias que lo deseen podrán contratar a jugadores cubanos de otras ligas para la Serie Nacional (este último es un chiste, porque si no, entre tantas noticias amargas, nos vamos a destrozar el hígado).
Pregunto, ¿ninguno de ellos (la Comisión) escuchó, leyó o interpretó, cuanto consejo le dimos (la prensa y la afición) justo antes de la Serie Nacional del 2013?
La respuesta es evidente, NO, pues todo esto advertimos que iba a pasar, y aun así, nuestro flamante y vitalicio Comisionado Nacional dijo “…que estaban buscando una estructura duradera, no para cambiarla al año siguiente, y es por eso que el comité de expertos se ha reunido por todas las provincias, para oír sus criterios y valorar cuales son los más idóneos en interés del beisbol nacional…” (Higinio Vélez, Ciudad Deportiva, La Habana, septiembre de 2012).
En menos de un año ya la estructura aberrada de la Comisión Nacional dio al traste y tendremos nuevamente que “reunirnos” para decidir que es lo “mejor para el futuro de la pelota revolucionaria”, cuando quizás “lo mejor” sea seguir viajando por provincias, gastando el presupuesto del estado, mientras una pléyade de incapaces, juega a decidir “el futuro”.
Por otra parte, creo justa la autocrítica y también debo mencionar que Frangel habló de que “…los refuerzos vinieron para quedarse…” y comparto esa opinión, pues aunque el tema “refuerzos” merece otro trabajo, rápidamente les digo que la promoción de figuras anónimas (por jugar en provincias de mediocres resultados), la astucia de los managers para escoger adecuadamente y la adaptación, o no, de los propios jugadores, le trajo, al menos para mí, cierto incentivo extra a una temporada que brilló por la falta de interés de una parte considerable de la afición.
Lógicamente Frangel, como portavoz de toda la Comisión, dijo que la Serie “…había sido un éxito, miren los estadios llenos en los Playoffs…” y vuelvo a preguntar, ¿Cuándo se ha jugado Postemporada, en cualquier beisbol del mundo, a estadio vacío?
Frangel aquí trató de disfrazar una temporada que coqueteó entre la apatía y la palidez, pues otras muchas noticias, simultáneas, desbalanceaban la atención del fanático promedio.
Terminó reconociendo el valor de Frangel, y sus representados, al salir a la luz pública, asumiendo su fracaso y esbozando nuevas soluciones para la próxima campaña. Molestias aparte, aplaudo el increíble paso de avance de los que rigen el beisbol en la isla.
La presencia de Frangel, ya habitual en este programa, se justificó sobremanera por esta vez, ya que dio respuesta al descontento popular, con la famosa aberración competitiva ¡perdón! estructura competitiva, de la Serie Nacional.
Reinaldo anuncio, mientras reconocía el fracaso en gran escala que ha sido la Serie de este 2013, que existe un 70% de probabilidades que el próximo torneo comience en octubre; que de seguro la primera vuelta será de 60, 66 o 75 partidos (aumentando así el total inicial, para asegurar que clasifiquen los que verdaderamente pueden); que el horrendo ejercicio de la Segunda División no volverá a ocurrir; y que las provincias que lo deseen podrán contratar a jugadores cubanos de otras ligas para la Serie Nacional (este último es un chiste, porque si no, entre tantas noticias amargas, nos vamos a destrozar el hígado).
Pregunto, ¿ninguno de ellos (la Comisión) escuchó, leyó o interpretó, cuanto consejo le dimos (la prensa y la afición) justo antes de la Serie Nacional del 2013?
La respuesta es evidente, NO, pues todo esto advertimos que iba a pasar, y aun así, nuestro flamante y vitalicio Comisionado Nacional dijo “…que estaban buscando una estructura duradera, no para cambiarla al año siguiente, y es por eso que el comité de expertos se ha reunido por todas las provincias, para oír sus criterios y valorar cuales son los más idóneos en interés del beisbol nacional…” (Higinio Vélez, Ciudad Deportiva, La Habana, septiembre de 2012).
En menos de un año ya la estructura aberrada de la Comisión Nacional dio al traste y tendremos nuevamente que “reunirnos” para decidir que es lo “mejor para el futuro de la pelota revolucionaria”, cuando quizás “lo mejor” sea seguir viajando por provincias, gastando el presupuesto del estado, mientras una pléyade de incapaces, juega a decidir “el futuro”.
Por otra parte, creo justa la autocrítica y también debo mencionar que Frangel habló de que “…los refuerzos vinieron para quedarse…” y comparto esa opinión, pues aunque el tema “refuerzos” merece otro trabajo, rápidamente les digo que la promoción de figuras anónimas (por jugar en provincias de mediocres resultados), la astucia de los managers para escoger adecuadamente y la adaptación, o no, de los propios jugadores, le trajo, al menos para mí, cierto incentivo extra a una temporada que brilló por la falta de interés de una parte considerable de la afición.
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