En una tarde marcada por la vuelta a un renovado Dodger Stadium, shows musicales y teatrales, y la presencia de viejas gloria, el que se llevó todos los reflectores fue nada menos que Clayton Kershaw.

El zurdo completó la actuación más dominante de su carrera, blanqueando a los Gigantes de San Francisco en apenas 94 picheos y tomando justicia por mano propia con un cuadrangular imponente para cortar la anemia ofensiva de sus compañeros, abriendo así el camino del eventual 4-0.

"Fue muy divertido pero no sabía lo que estaba haciendo", confesó sobre la sensación de correr las bases por primera vez. "No estaba pensando ni sintiendo mis pies en el piso". El jonrón fue el primero de su carrera y el texano contó que no daba uno desde un campamento de primavera hace cuatro años. Antes de eso, no lo hacía desde la secundaria.

La blanqueada fue la sexta de su carrera y la tercera ante el eterno rival divisional. Además, Kershaw no ha recibido carreras en sus tres aperturas en el Día Inaugural (19 entradas).

Lo que le dio más dramatismo al asunto fue que llegó en una situacional en la que generalmente se hace ingresar a un bateador emergente para buscar un poco más de pirotecnia.

Sin embargo, Don Mattingly apostó por su mejor brazo y lo dejó en el terreno a pesar de haber sido ponchado en sus dos oportunidades previas.

Vaya si el serpentinero le devolvió la confianza.

"Era una oportunidad de hacer dos por uno, siempre y cuando su conteo estuviera bajo control", explicó el timonel. "Es nuestro mejor pitcher y aunque no hubiera conseguido un hit me daba cinco outs más para intentarlo".

CANSARON A CAIN

Aquellos que se acercaron al renovado edificio de la calle Elysian Park esperando un duelo defensivo de antología recibieron exactamente lo que pidieron.

Tras seis episodios Kershaw y Matt Cain, probablemente dos de los mejores cinco lanzadores ligamayoritas, se intercambiaron ceros, en una batalla que no parecía tener fin. Sin embargo, la diferencia principal recayó en la cantidad de picheos tirados por cada uno. "Me impresionó mucho Matt una vez que superó el primer inning", dijo un humilde Kershaw. "Siempre batalla, nunca se rinde".

El as de los gigantes acabó bajándose de la lomita tras la orden de Bruce Bochy y no saltó a la séptima entrada al ya haber producido 93 lanzamientos.

Esto se debió a un infernal primer inning en el que los Dodgers le hicieron ganarse el sueldo y algo más. Cain demostró su categoría y salió ileso, pero los 29 picheos (11 solo a Matt Kemp) en una sola entrada complicaron las chances de los visitantes.

"Eso fue lo único que los separó", aportó Mattingly. "Fuimos capaces de poner algunos en base y llegó a cerca de los 30 lanzamientos. Luego se estaba recuperando para llegar hasta el final. El primer inning fue la diferencia".

George Kontos mantuvo la paridad en el séptimo, pero se desbarató luego del bambinazo de Kershaw. El resto del bulpén también decepcionó, y fue así que Carl Crawford, Mark Ellis y Matt Kemp fueron capaces de pasar por la registradora.

Tanto M.Ellis como Andre Ethier, con una roleta, se adjudicaron carreras impulsadas.

BLUE MEN, MAGIC Y KOUFAX

La tarde tuvo condimentos para todos los paladares. El presidente Stan Kasten había prometido una apertura con bombos y platillos y sin dudas no se quedó corto.

Los reconocidos Blue Men hicieron su show, hubo música, fuegos de artificio y ante un estadio abarrotado por 53,138 almas, también hubo lugar para recordar viejas glorias. Orel Hershiser, Fernando Valenzuela, Don Newcombe y Vin Scully tuvieron su momento, pero los aplausos se los llevó el trío de Mattingly, Magic Johnson y Koufax.

El ex Laker y dueño minoritario se preparaba para tirar el lanzamiento de honor, pero a último momento se acercó el dirigente y ante la sorpresa de todos lo bajó de la lomita. Fue ahí que el estadio explotó al ver que su reemplazo no sería nadie menos que el zurdo más famoso de la historia del Chávez Ravine, el adorado Koufax.

"Sandy es increíble", resumió Kershaw. "Yo no lo veo como una figura histórica porque he pasado mucho tiempo con él pero sé lo que significa para los Dodgers. Mientras él esté cerca los Dodgers estarán bien".

Sin dudas fue una tarde en la que los izquierdos fueron protagonistas, y por eso no tardaron en volver las comparaciones.

"Estaría mintiendo si dijera que no se me pasó por la cabeza, sobre todo en el sexto, cuando estaba entonado", aseguró Mattingly. "Seguramente no sea justo para Clayton pero por hoy, con Sandy lanzando el primer lanzamiento, me hizo pensar durante el juego".

Kershaw rápidamente indicó sentirse honrado por las comparaciones, aunque las consideró una falta de respeto hacia el legendario carabinero, aduciendo que aún le falta mucho camino por recorrer.

De más de una forma, la presencia del pasado y el presente le dio un matiz especial a un día cargado de emociones.

El receptor A.J. Ellis, un espectador de lujo de la proeza, se encargó de ponerle palabras a un momento único.

"La presencia de Sandy hizo que el día fuera completo", concluyó. "Que él tire el primer lanzamiento y Clayton el último fue como una especie de paso de la antorcha. Que esos dos zurdos icónicos de la historia de los Dodgers estén unidos el mismo día y en la misma lomita fue algo surrealista. Me enloquece haber sido una pequeña parte de eso".