El avezado entrenador de pitcheo de los equipos Cuba e Industriales, el pinareño Julio Romero, se irá a Bayamo, capital de la oriental provincia de Granma, a ayudar a los serpentineros de allí para la temporada 51 de la pelota cubana.

«Me lo han pedido y luego de algunas coordinaciones acepté. Tengo la certeza de que se puede conformar un buen cuerpo de tiradores», dijo el otrora lanzador derecho de selecciones nacionales y Pinar del Río.

Los granmenses, cuartos en la Serie de Oro, organizan por estos días la semifinal de su XXXV Campeonato Provincial.

Desde el nueve venidero jugarán los elencos de Bayamo (15-3), Río Cauto (11-7), Guisa (10-8) y Buey Arriba (9-9), en la zona del Cauto, y por la de Guacanayabo lo harán Niquero (14-4), Manzanillo (12-6), Campechuela (11-7) y Yara (10-8).

Por lluvia no pudieron completar (quedó en tres entradas) el Juego de Estrellas, acogido por vez primera por el estadio de Niquero.

Allí los toleteros Alfredo Despaigne y Yoenis Céspedes se liaron en la competencia de jonrones, que ganó el segundo, también recordista cubano con 38 conseguidos en la última edición del clásico.

Mientras ello ocurre en esa zona oriental, en el centro ya los villaclareños concentraron a un grupo de jugadores para limar deficiencias, y en el occidental Mayabeque el conjunto de Quivicán comanda su torneo fundacional, tras la reciente división político-administrativa.

Según el estadístico Juan Carlos Díaz, las 11 escuadras participantes han celebrado 115 partidos, con un trío de “no hit no rum”, dos de ellos a la cuenta de Mario Batista, de San José de Las Lajas.

Todo tiene lugar en momentos en que una selección élite cubana se alista bajo la batuta del avileño Roger Machado para participar en el Torneo de los Puertos, en la ciudad de Rótterdam, en Holanda, del 23 de junio al 7 de julio.

Tomado de beisbolcubano.cu