Durante toda la temporada beisbolera cubana muchos han vaticinado y esperado una caída de la novena holguinera. Basados en múltiples argumentos y teorías, no pocos especialistas y aficionados predijeron la debacle que nunca llegó, porque los Sabuesos no se han amedrentado en ningún episodio de esta historia y aún conservan opciones de incluirse entre los cuatro grandes de nuestra pelota.
Al principio se pensó que sus rachas victoriosas a la larga terminarían, que su pitcheo sería incapaz de soportar el ritmo de la campaña y que no existían posibilidades de triunfo sin la presencia del camarero Yeison Pacheco, uno de los baluartes del plantel en los últimos años.
Sin embargo, entre Yordan Manduley, Yunior Paumier y José Antonio Castañeda cubrieron satisfactoriamente la baja de Pacheco en la intermedia, al punto de que el colectivo se ubicó segundo en defensa, mientras el patrullero Maikel Cáceres se vestía de hombre grande con el madero al liderar seis departamentos ofensivos.
Además, sus serpentineros no solo capearon el temporal, sino que fueron los sextos en efectividad, los de menor promedio oponente y cuartos con más ponches, nada mal si tenemos en cuenta que, de sus principales exponentes, ninguno sobrepasa los 25 años de edad.
Según los pitchers Pablo Millán Fernández, Yusmel Velázquez y Carlos Alexis González, muchos de los lanzadores que hoy conforman el staff holguinero antes no cosechaban buenos resultados, pero gracias al trabajo de Orelvis Ávila, Oscar Gil, Félix Borbón, Rafael Castillo y otros entrenadores, ahora han lo-grado un rendimiento superior, todavía con margen de mejora.
Entonces llegó la segunda ronda — en la cual clasificaron con relativa tranquilidad— y la selección de los refuerzos, en la que Irochis Bartutis eligió con mucha precisión a cinco elementos con cualidades suficientes para aportar a su causa, sobre todo en materia de bateo de poder.
Cada uno de ellos ha respondido, mayormente los experimentados Danel Castro y Yordanis Samón, pilares con el madero y hombres de confianza del alto mando oriental, cuyo principal objetivo en esta instancia es recortar la desventaja respecto al cuarto puesto e incluirse en la postemporada, desafío mayúsculo teniendo en cuenta el poco tiempo que resta para el fin de la etapa clasificatoria.
No obstante, rendirse jamás ha sido una opción para la tropa de los Sabuesos, persistentes e incansables sin importar el panorama, prestos a avanzar lo más lejos posible basados en una filosofía sustentada en la disciplina y el colectivismo, sin obviar la puesta en práctica de un béisbol dinámico, que puede complicarle la vida al más fuerte de los adversarios.
"Nosotros aprovechamos la mínima debilidad del contrario, salimos a divertirnos y pensando siempre en la victoria, sin temor. Si me preguntan, creo que la clave del éxito radica en pedirle a cada cual según sus posibilidades y que cumplan con su misión específica; así hemos logrado una productividad máxima, no solo al impulsar carreras, sino también a la hora de adelantar un compañero o batear por detrás del corredor", confiesa Bartutis.
Al principio se pensó que sus rachas victoriosas a la larga terminarían, que su pitcheo sería incapaz de soportar el ritmo de la campaña y que no existían posibilidades de triunfo sin la presencia del camarero Yeison Pacheco, uno de los baluartes del plantel en los últimos años.
Sin embargo, entre Yordan Manduley, Yunior Paumier y José Antonio Castañeda cubrieron satisfactoriamente la baja de Pacheco en la intermedia, al punto de que el colectivo se ubicó segundo en defensa, mientras el patrullero Maikel Cáceres se vestía de hombre grande con el madero al liderar seis departamentos ofensivos.
Además, sus serpentineros no solo capearon el temporal, sino que fueron los sextos en efectividad, los de menor promedio oponente y cuartos con más ponches, nada mal si tenemos en cuenta que, de sus principales exponentes, ninguno sobrepasa los 25 años de edad.
Según los pitchers Pablo Millán Fernández, Yusmel Velázquez y Carlos Alexis González, muchos de los lanzadores que hoy conforman el staff holguinero antes no cosechaban buenos resultados, pero gracias al trabajo de Orelvis Ávila, Oscar Gil, Félix Borbón, Rafael Castillo y otros entrenadores, ahora han lo-grado un rendimiento superior, todavía con margen de mejora.
Entonces llegó la segunda ronda — en la cual clasificaron con relativa tranquilidad— y la selección de los refuerzos, en la que Irochis Bartutis eligió con mucha precisión a cinco elementos con cualidades suficientes para aportar a su causa, sobre todo en materia de bateo de poder.
Cada uno de ellos ha respondido, mayormente los experimentados Danel Castro y Yordanis Samón, pilares con el madero y hombres de confianza del alto mando oriental, cuyo principal objetivo en esta instancia es recortar la desventaja respecto al cuarto puesto e incluirse en la postemporada, desafío mayúsculo teniendo en cuenta el poco tiempo que resta para el fin de la etapa clasificatoria.
No obstante, rendirse jamás ha sido una opción para la tropa de los Sabuesos, persistentes e incansables sin importar el panorama, prestos a avanzar lo más lejos posible basados en una filosofía sustentada en la disciplina y el colectivismo, sin obviar la puesta en práctica de un béisbol dinámico, que puede complicarle la vida al más fuerte de los adversarios.
"Nosotros aprovechamos la mínima debilidad del contrario, salimos a divertirnos y pensando siempre en la victoria, sin temor. Si me preguntan, creo que la clave del éxito radica en pedirle a cada cual según sus posibilidades y que cumplan con su misión específica; así hemos logrado una productividad máxima, no solo al impulsar carreras, sino también a la hora de adelantar un compañero o batear por detrás del corredor", confiesa Bartutis.