Holanda mostró un juego al mejor estilo de la otrora naranja mecánica del fútbol, pero ahora en béisbol del III Clásico Mundial para batir a Cuba seis carreras por dos con excelente pitcheo del zurdo Diegomar Markwell.
«Estamos muy orgullosos de nuestros muchachos. Lo más importante es comprender que ya no se puede hablar de Holanda como una sorpresa, hay una calidad en nuestro béisbol en ascenso», dijo a Prensa Latina el manager Hensley Meulens.
A su turno, el mentor de Cuba, Víctor Mesa, comentó que fue un partido tenso y tenía esperanzas de que los holandeses no nos hicieran más de cinco carreras. «Jugaron mejor y nos superaron en todos los aspectos», reconoció.
Mesa subrayó que el certamen no ha terminado para los cubanos y todavía hay que pensar en el mañana. «Nos queda una bala, vamos contra el perdedor de Japón y Taipei de China», acotó.
Junto a la faena de Markwell, con buen control y dominio de las esquinas, el desborde de la ofensiva de los tulipanes europeos fue clave en el cotejo. En especial el camarero Jonathan Schoop, con vuelacercas demoledor de tres anotaciones y dos tubeyes.
Luego de un buen relevo, Freddy Asiel Álvarez flaqueó en el inicio del sexto al permitir doblete de Kalian Sams, quien llegó a tercera por fly al jardín derecho de Dashenko Ricardo. Dio base a Anderlton Simmons y fue sustituido.
La actuación de Yadier Pedroso no pudo ser peor. Un bambinazo de cuatro esquinas del segunda base Schoop puso cifras lapidarias para colocar el marcador 5x1. Un jarro de agua helada que sacó de paso a las huestes cubanas.
Si el pitcheo de los caribeños flaqueó, la defensa tampoco ayudó mucho. Una jornada gris para Cuba, invicto con tres éxitos en el grupo A de Fukuoka, salvo el relevo extraordinario de Yander Guevara en el séptimo.
Guevara entró con bases llenas sin outs, una situación que le había dejado Pedroso. Sofocó la rebelión naranja al dominar a Smith y Sams, y ponchar a Ricardo. Pero la alegría duró poco. En el octavo Holanda volvió a la carga.
Imparable contra las cercas al left de Simmons y doblete de Schoop para el ya temerario 6x2 a la altura del octavo.
Del otro bando, Diegomar Markwell se apoyaba en la ayuda de cinco salvadores doble plays de su equipo, impecable a la defensa. A excepción del cuadrangular en solitario de Alfredo Despaigne en el segundo inning, salió airoso de las amenazas.
«Traté de mantener la bola en la zona difícil, con pitcheos lentos y muchas sinker, con lo cual logré el resultado», destacó Markwell.
En el séptimo el derecho Leon Boyd vino a completar la faena. Otro jonrón con bases limpias de Yulieski Gourriel dio una fugaz esperanza de revertir la situación.
Cuba enfrentará mañana al perdedor del partido entre Japón y Taipei de China, mientras los triunfadores tendrán jornada de descanso. Los dos mejores de esta fase clasificarán para las semifinales y final de San Francisco.
«Estamos muy orgullosos de nuestros muchachos. Lo más importante es comprender que ya no se puede hablar de Holanda como una sorpresa, hay una calidad en nuestro béisbol en ascenso», dijo a Prensa Latina el manager Hensley Meulens.
A su turno, el mentor de Cuba, Víctor Mesa, comentó que fue un partido tenso y tenía esperanzas de que los holandeses no nos hicieran más de cinco carreras. «Jugaron mejor y nos superaron en todos los aspectos», reconoció.
Mesa subrayó que el certamen no ha terminado para los cubanos y todavía hay que pensar en el mañana. «Nos queda una bala, vamos contra el perdedor de Japón y Taipei de China», acotó.
Junto a la faena de Markwell, con buen control y dominio de las esquinas, el desborde de la ofensiva de los tulipanes europeos fue clave en el cotejo. En especial el camarero Jonathan Schoop, con vuelacercas demoledor de tres anotaciones y dos tubeyes.
Luego de un buen relevo, Freddy Asiel Álvarez flaqueó en el inicio del sexto al permitir doblete de Kalian Sams, quien llegó a tercera por fly al jardín derecho de Dashenko Ricardo. Dio base a Anderlton Simmons y fue sustituido.
La actuación de Yadier Pedroso no pudo ser peor. Un bambinazo de cuatro esquinas del segunda base Schoop puso cifras lapidarias para colocar el marcador 5x1. Un jarro de agua helada que sacó de paso a las huestes cubanas.
Si el pitcheo de los caribeños flaqueó, la defensa tampoco ayudó mucho. Una jornada gris para Cuba, invicto con tres éxitos en el grupo A de Fukuoka, salvo el relevo extraordinario de Yander Guevara en el séptimo.
Guevara entró con bases llenas sin outs, una situación que le había dejado Pedroso. Sofocó la rebelión naranja al dominar a Smith y Sams, y ponchar a Ricardo. Pero la alegría duró poco. En el octavo Holanda volvió a la carga.
Imparable contra las cercas al left de Simmons y doblete de Schoop para el ya temerario 6x2 a la altura del octavo.
Del otro bando, Diegomar Markwell se apoyaba en la ayuda de cinco salvadores doble plays de su equipo, impecable a la defensa. A excepción del cuadrangular en solitario de Alfredo Despaigne en el segundo inning, salió airoso de las amenazas.
«Traté de mantener la bola en la zona difícil, con pitcheos lentos y muchas sinker, con lo cual logré el resultado», destacó Markwell.
En el séptimo el derecho Leon Boyd vino a completar la faena. Otro jonrón con bases limpias de Yulieski Gourriel dio una fugaz esperanza de revertir la situación.
Cuba enfrentará mañana al perdedor del partido entre Japón y Taipei de China, mientras los triunfadores tendrán jornada de descanso. Los dos mejores de esta fase clasificarán para las semifinales y final de San Francisco.