Para reafirmar que este es un año consagratorio para los cubanos en Grandes Ligas, 13 de los 26 jugadores nuestros que comenzaron activos el ciclo del 2013 están metidos en la postemporada.

Aclaro que el partido 163 que se jugará este lunes en Texas entre los anfitriones Rangers y los Rays de Tampa es para mí parte de la postemporada, aunque un solo equipo de los dos contendientes terminará en la batalla por los play-off, dos días después.

Estimula este recuento de los rendimientos cubanos durante el calendario oficial de 162 juegos en la Gran Carpa, concluido este domingo.

Yasiel Puig y Aroldis Chapman, en la Liga Nacional, y Yoenis Céspedes y Yunel Escobar en la Americana, son cuatro figuras destacadísimas que este año rindieron lo suficiente como para impulsar a sus equipos al menos al “día después” de que las Grandes Ligas decantan la élite de finalistas.

El Caballo de Palmira

Puig, nacido en Palmira, Cienfuegos, y con el salario más abultado entre todos los titulares cubanos, se ha convertido en el Hombre Show de la temporada de Grandes Ligas. Con sus habilidades innatas, fue la chispa que encendió a todo el conjunto de los Dodgers de Los Angeles, desde su arribo al róster el pasado 3 de junio. Colocado como primer bate y jardinero derecho del conjunto podría ser una de las sensaciones del playoffs. Sus números fueron increíbles para una primera temporada regular: 319 de average (382-122), con 66 careras anotadas, 42 impulsadas, 21 dobles y 19 jonrones en 104 juegos.

El zurdo holguinero Chapman arriba a la postemporada en plenitud de forma y es la carta de cierre en los juegos de los Rojos de Cincinnati para la corta cita. Sus 38 juegos salvados y su gran promedio de ponches para el noveno inning puede ser de muchísima utilidad en las aspiraciones del mentor Dusty Baker. El muchacho de la bola de fuego, en los últimos 30 días realizó 10 salidas y en esa misma cantidad de episodios dejó con la carabina al hombro a 23 bateadores, lo que da idea de su forma actual.

Yoenis Céspedes, en su segundo año, fue el campeón en el Derby de Jonrones y debe alinear como cuarto o quinto en el lineup de los Atléticos de Oakland, ganadores de la División Oeste de la Liga Americana, Ahora mismo se recupera de una tendinitis que lo alejó del juego diario, al igual que problemas en su muñeca izquierda anteriormente. Finalizó con 26 batazos de cuatro esquinas y 80 impulsadas y junto a Josh Donalson (24-93), Brandon Moss (30-87) y Coco Crip ( 22-66), forman un buen cuarteto de bateadores en los confían los parciales de Atléticos para esta etapa.

Escobar, el mejor torpedero

Otro de la “Generación Y” que hizo estragos este año fue Yunel Escobar. Si los tampeños logran triunfar sobre los texanos este lunes, Escobar y el cubanoamericano Sean Rodríguez avanzarían al juego del miércoles por la posición de wildcard frente a los Indios de Cleveland (92-70), la franquicia más caliente de la etapa final del torneo, con 10 victorias al hilo. Después de años de inestabilidad y alguna que otra inmadurez en el terreno, Escobar tuvo su mejor contienda a la defensiva. Se llevó el mejor promedio de fildeo de todos los short stop de ambas ligas, con porcentaje de 988, al cometer solo siete errores en 1,302 lances y 151 juegos jugados. Al bate promedió un discreto 257, con 61 carrera anotadas, 56 empujadas, 27 dobles y nueve jonrones.

Otros competidores de origen cubano que tienen asegurado su presencia en la primera ronda, son el zurdo de Miami Beach Steven “Paco” Rodríguez, de los Dodgers, quien como lanzador relevista tuvo balance de 3-4 y 2.32 de efectividad en 54.1 innings; Jon Jay, jardinero central de los Cardenales de San Luis, con 276 de promedio ofensivo, 27 dobles, 75 anotadas y 67 impulsadas; así como el trío de los Tigres de Detroit: el torpedero José Iglesias, y los receptores Alex Avila y Brayan Peña.

De los tres Tigres cubanos, el que mejor temporada tuvo fue “Candelita” Iglesias con 303 de promedio al bate y virtuosismo defensivo al campo. Peña jugó poco, aunque bateó para 297, y Avila enfrentó su peor año ofensivo, con un pobre average de 227.

Merece mencionarse el desempeño del villaclareño Leonys Martín en su primera temporada regular con los Rangers: promedio de 262 (454-119), 21 dobletes, ocho jonrones, 49 carreras impulsadas y 36 bases robadas. Solo que se ponchó 104 veces.

Con los Indios de Cleveland, el cerrador cubanoamericano Chris Pérez terminó con 5-3 y 25 salvados en su octava temporada en Grandes Ligas.

Otros cubanos al mando

Para el miamense Gaby Sánchez, con los Piratas de Pittsburgh, fue su peor año. Un mediocre 254 y solo siete jonrones no es lo que se espera de un primera base en las Mayores.

Los play-off incluyen este año una nutrida representación de mánagers y entrenadores cubanos, Freddy González, mánager de Bravos de Atlanta y ganador sin dificultades del banderín en la Zona del Este de la Liga Nacional, y Carlos Tosca, coach de banco del conjunto. Estarán También el coach Mike Rojas de los Tigres de Detroit, Alex Ochoa, asistente de los Medias Rojas de Boston, y Ariel Prieto, entrenador de pitcheo de los Atléticos de Oakland.

La temporada que comenzó en abril acaba de llegar a su punto culminante. La última jornada nos deparó una grata sorpresa para los Marlins de Miami, que vivieron uno de los peores años de la historia de la franquicia, con 100 derrotas acumuladas y el último lugar de la División Este de la Liga Nacional. Sin embargo, los Marlins se despidieron de su afición con una inesperada barrida frente a los Tigres de Detroit, y un juego de no hit, no run, lanzado por el prometedor derecho venezolano Henderson Alvarez. Fue el quinto juego de no hit de los Marlins desde su creación en 1993.

Este lunes tendremos el desafío de “rompecorazones” (TieBreaker) en Texas. El martes se medirán Rojos y Piratas para definir el wildcard de la Liga Nacional y luego el miércoles se disputará el wildcard de la Americana, entre los Indios y el ganador entre los Rays y los Rangers.

Para el viernes comenzarán las series de play-off. El béisbol se llama octubre y los cubanos tendrán un protagonismo sin precedentes en los últimos 20 años de postemporadas en Grandes Ligas.