Sí, el juego se ha complicado. El adversario ha llenado las bases, no hay outs, perdemos con la de tercera y en turno, por los rivales, tercero, cuarto y quinto en el orden al bate. ¿Qué hacemos?, preguntó el asistente principal al director del equipo: «lo único que nos salva, sacar los tres outs y luego hacer la carrera de la victoria».
–Eso lo sé, pero cómo, volvió a interrogar al timonel.
–Déjame hablar con nuestro pitcher y con el cuadro, le voy a decir de qué manera lo lograremos.
«Si queremos vencer, lo primero es responsabilidad en cada uno de ustedes, cierren el cuadro, cuiden las líneas para que no pase ningún batazo; lo segundo, es disciplina: si el lance es por dentro sacamos al de tercera; si es un elevado, formamos para evitar que anote el más adelantado». Y al lanzador: «bajo ningún concepto puedes permitir que el bateador llegue por un descuido, es decir, solo strikes, no hay bolas. Esto lo ganamos todos, porque con uno que no desempeñe su rol, perdemos. Después de controlar la situación, vamos a salir a hacer lo de nosotros, a como dé lugar».
Así de tensa está hoy la situación de la pandemia de la COVID-19 en Cuba, particularmente en su capital, pero solo con esas claves que dijo el mánager: responsabilidad, disciplina, sin descuidos, y con trabajo en equipo, le ganaremos a la COVID-19, para tener a la 60 Serie Nacional, a partir del 12 de septiembre próximo.
Cuba, a causa de la permanente agresión imperial, con todas sus expresiones: política, comercial, económica y financiera, incluso hoy más cruel que en ningún otro momento, ha enfrentado disímiles situaciones, tan complejas como ese partido, y también ha sido permanente su respuesta victoriosa.
Los Braudilio Vinent, autor de la épica victoria en el mundial de 1980, en Japón; José Antonio Huelga, el héroe de Cartagena, en 1970; Gaspar «El Curro» Pérez, el hombre clave en Quisqueya-1969; Pedro Luis Lazo, Lázaro Valle, o los hoy Liván Moinelo, Yariel Rodríguez, Raidel Martínez, Andy Rodríguez, Yamichel Pérez, Lázaro Blanco, que han de dar el cero para ganar el juego, somos todos respetando y cumpliendo las medidas higiénico-sanitarias, con nasobuco mediante, distanciamiento y dándole strike, es decir, combatiendo al que no lo haga. Para no volver atrás, como ahora, tendremos en el mismo pueblo a los Antonio Muñoz; Agustín Marquetti, con el cuadrangular decisivo en la lid del orbe en 1972, frente a Estados Unidos; Orestes Kindelán, Alfredo Despaigne o los Lisván Correa, Frederich Cepeda, que den el jonrón para asegurar el triunfo; y si no saliera el batazo, construimos la carrera del gane, como Rodolfo Puente, Wilfredo Sánchez, Rigoberto Rosique, Félix Isasi, Rey Vicente Anglada o César Prieto, Yoandri Peñalver y Yunieski Larduet, entre todos.
La venidera justa beisbolera, con un formato mucho más competitivo, por su primera fase de 75 encuentros, buscando a los ocho clasificados que se medirían en play off de cuartos de finales, de donde saldrán los cuatro semifinalistas y luego los dos finalistas, es la ofrenda tras la batalla que le ganaremos al SARS-COV 2.
Ninguno de los equipos ha dejado de entrenar, los reportes que llegan es que los peloteros se están entregando para una excepcional campaña en pos del disfrute de la población, que quiere su regreso y volver a vivir las emociones que solo la pelota es capaz de despertar entre nosotros. El esfuerzo de ellos no será en vano si los que los queremos de vuelta aportamos a ese retorno.
Nos decía nuestro querido Eusebio Leal que La Habana es un estado de ánimo, vamos a hacer por ella y por Cuba lo más grande. Sensibilidad, belleza, responsabilidad y disciplina, son nuestras fortalezas para ganar este importante juego.
–Eso lo sé, pero cómo, volvió a interrogar al timonel.
–Déjame hablar con nuestro pitcher y con el cuadro, le voy a decir de qué manera lo lograremos.
«Si queremos vencer, lo primero es responsabilidad en cada uno de ustedes, cierren el cuadro, cuiden las líneas para que no pase ningún batazo; lo segundo, es disciplina: si el lance es por dentro sacamos al de tercera; si es un elevado, formamos para evitar que anote el más adelantado». Y al lanzador: «bajo ningún concepto puedes permitir que el bateador llegue por un descuido, es decir, solo strikes, no hay bolas. Esto lo ganamos todos, porque con uno que no desempeñe su rol, perdemos. Después de controlar la situación, vamos a salir a hacer lo de nosotros, a como dé lugar».
Así de tensa está hoy la situación de la pandemia de la COVID-19 en Cuba, particularmente en su capital, pero solo con esas claves que dijo el mánager: responsabilidad, disciplina, sin descuidos, y con trabajo en equipo, le ganaremos a la COVID-19, para tener a la 60 Serie Nacional, a partir del 12 de septiembre próximo.
Cuba, a causa de la permanente agresión imperial, con todas sus expresiones: política, comercial, económica y financiera, incluso hoy más cruel que en ningún otro momento, ha enfrentado disímiles situaciones, tan complejas como ese partido, y también ha sido permanente su respuesta victoriosa.
Los Braudilio Vinent, autor de la épica victoria en el mundial de 1980, en Japón; José Antonio Huelga, el héroe de Cartagena, en 1970; Gaspar «El Curro» Pérez, el hombre clave en Quisqueya-1969; Pedro Luis Lazo, Lázaro Valle, o los hoy Liván Moinelo, Yariel Rodríguez, Raidel Martínez, Andy Rodríguez, Yamichel Pérez, Lázaro Blanco, que han de dar el cero para ganar el juego, somos todos respetando y cumpliendo las medidas higiénico-sanitarias, con nasobuco mediante, distanciamiento y dándole strike, es decir, combatiendo al que no lo haga. Para no volver atrás, como ahora, tendremos en el mismo pueblo a los Antonio Muñoz; Agustín Marquetti, con el cuadrangular decisivo en la lid del orbe en 1972, frente a Estados Unidos; Orestes Kindelán, Alfredo Despaigne o los Lisván Correa, Frederich Cepeda, que den el jonrón para asegurar el triunfo; y si no saliera el batazo, construimos la carrera del gane, como Rodolfo Puente, Wilfredo Sánchez, Rigoberto Rosique, Félix Isasi, Rey Vicente Anglada o César Prieto, Yoandri Peñalver y Yunieski Larduet, entre todos.
La venidera justa beisbolera, con un formato mucho más competitivo, por su primera fase de 75 encuentros, buscando a los ocho clasificados que se medirían en play off de cuartos de finales, de donde saldrán los cuatro semifinalistas y luego los dos finalistas, es la ofrenda tras la batalla que le ganaremos al SARS-COV 2.
Ninguno de los equipos ha dejado de entrenar, los reportes que llegan es que los peloteros se están entregando para una excepcional campaña en pos del disfrute de la población, que quiere su regreso y volver a vivir las emociones que solo la pelota es capaz de despertar entre nosotros. El esfuerzo de ellos no será en vano si los que los queremos de vuelta aportamos a ese retorno.
Nos decía nuestro querido Eusebio Leal que La Habana es un estado de ánimo, vamos a hacer por ella y por Cuba lo más grande. Sensibilidad, belleza, responsabilidad y disciplina, son nuestras fortalezas para ganar este importante juego.
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