Además de lo que significa defender el estandarte, los protagonistas de la LIII Serie Nacional de béisbol, desde el domingo en ocho parques, tendrán otros importantes acicates que pudieran hacer de esta una edición sumamente competitiva.

Ser considerado para probarse en otros lares, como ya lo hizo el granmense Alfredo Despaigne en la pelota profesional mexicana, es uno de ellos.

«Son muchos los que saldrán a los terrenos con mayor hambre de victoria o lo que es lo mismo a darlo todo», dijo a JIT el campeón olímpico Yovani Aragón, mánager de los “Gallos” espirituanos por segunda campaña consecutiva.

Aragón y su tropa son de los que, aunque perdieron —por traslado a Industriales— a los hermanos Gourriel (Yulieski, Yunieski y Lourdes Yunielki) tienen para clasificar a la segunda ronda, desde el 5 de enero del 2014, guiados por el astro del pitcheo Ismel Jiménez y el excepcional bateador Frederich Cepeda.

Otro de los incentivos está vinculado a la remuneración que se aplicará en el sector deportivo y que en el caso de los peloteros comenzará en el próximo diciembre.

«Es obvio que ello representa un gran estímulo para los jugadores y técnicos en general, pues quita preocupación, respecto a la familia principalmente, mientras estamos en la competencia. Además concluida la temporada hay premios para los mejores, incluido el equipo campeón», señaló el vueltabajero Alfonso Urquiola.

Campeón de la serie 50, igualmente denominada De Oro, el excamarero de equipos Cuba valoró que los atletas cuidarán más de no lesionarse, entre otros.

Los pativerdes andan esperanzados en que los veteranos Yosvany Peraza (receptor), Donald Duarte (tercera base) y los serpentineros Vladimir Baños y Yosvany Torres les lleven a incluirse entre los ocho conjuntos que pugnarán en la segunda fase.

Igualmente aparece como dulce incitación para jugar a “full” que el monarca representará a Cuba en un torneo internacional como ya lo hizo Ciego de Ávila en el Challenger 2013, de Canadá, y hará Villa Clara en febrero venidero, de concretarse el regreso de los antillanos a la Serie del Caribe, con asiento en isla Margarita, estado de Nueva Esparta, Venezuela.

«Fue algo grande ganar el torneo Challenger. Los muchachos se midieron lo mismo con el béisbol asiático que con el norteño. Lo vivido allí, especialmente lo aprendido, nos sirve de mucho para enfrentar este campeonato, aunque seamos el equipo con mayor cantidad de novatos, nueve», consideró el avileño Roger Machado, rey con sus “Tigres” de la campaña 51.

A lo anterior se une que para ser solicitados como refuerzos para la segunda ronda hay que “pulirla”, como bien dijo uno de los que brilló en la anterior contienda, el lanzador Jonder Martínez.

«Fíjate que estar con Villa Clara, con el que gané mi segunda serie, pues antes lo hice con La Habana, me dio una visión más amplia del compañerismo y aprendí allí también con los entrenadores de pitcheo, especialmente de Manso (Jesús)», precisó.

Manso colabora por estos días con el béisbol profesional mexicano.

El estadístico Arnelio Álvarez es de quienes coinciden con lo expuesto y valora el torneo venidero como uno de los más equilibrados, por como andan los conjuntos.

«Si te fijas, casi todos han renovado jugadores, por una u otra razón, pero ello no es problema para confirmar que será una serie de alta competitividad. Nadie se puede dormir en su historia, ni siquiera los que llevan años clasificando para las fases definitorias. Esta es una carrera que desde que inicie cada equipo tiene que ganar juego a juego», concluyó.