La Postemporada del beisbol cubano continua tensa, sin definirse, pero ya trajo consigo mucha polémica y la mayoría de esta, ha sido generada por la Ruedas de Prensa post partido, que se han convertido en lo peor del juego, en términos comunicativos.
En el plano personal pensé dejar el tema de las Conferencias de Prensa para el final, pues tengo la certeza que muchas otras historias van a traer, pero lo ocurrido en el quinto juego Villa Clara-Cienfuegos es vergonzoso y demuestra el poco respeto que impone nuestra prensa.
El asunto en cuestión es que con la tranquilidad más grande del mundo los Elefantes de Cienfuegos, dirigidos por Iday Abreu, decidieron declinar y ausentarse de la mencionada Conferencia, cuando en el reglamente de la Serie Nacional dice bien claro, en el Articulo 15, sección 6 (Entrevistas de Prensa), tercer acápite: “Se realizaran conferencias de prensa al finalizar cada juego de carácter obligatorio para los directores de equipo y los atletas seleccionados.”
Iday Abreu, ciertamente, fue expulsado de ese quinto encuentro, pero no fue desterrado del país, ni declarado persona non grata por la prensa y su injustificada ausencia, crea un precedente, que bien pudiera dar al traste con el concepto de la Conferencia de Prensa en sí misma.
Puedo, 48 horas después, andar con paso firme y decir que no se ha tomado partido con esta indisciplina del manager cienfueguero y, como mismo ocurrió con Víctor Mesa aquella noche circense en el Latino, la posición de la Comisión Nacional y los periodistas (en su gran mayoría) será la de “eso ya es agua bajo el puente”, hacerse los de la vista gorda y permitir otra fanfarronada más de los actores del evento sociocultural más importante de Cuba.
Hace solo unas jornadas el propio Víctor Mesa, al ser increpado por la ILOGICA SUSTITUCION de su CERRADOR (Felix Fuentes), por un hombre INCAPAZ de corresponder con resultados en Playoffs a la calidad que siempre ha tenido (Ciro S. Licea), respondió (cito literalmente): “…esa pregunta a esta hora no… ¿qué pregunta es esa?...déjate de preguntas falsas…déjate de faltas de respeto” en un tono inquisitorio y prepotente, a lo que el periodista de Sancti Spiritus no se atrevió a responder, o no lo dejaron.
El desprestigio de nuestra prensa ha llegado a este nivel, porque la respuesta que llevaba Víctor era: Profesor con todo el respeto que usted se merece, no puede hablarme así y mi pregunta tiene todo el sentido del mundo, por lo tanto se la repito, en caso que usted no la haya entendido.
Sin embargo continúan las malas caras, los hablares en tonos agresivos y guaposos, para entonces desembocar en Conferencias de Prensa donde las preguntas son: ¿…cómo te sentiste después del triunfo…? O ¿…piensan hacer algún cambio…?
Nos merecemos, como periodistas, lo que tenemos, pues llevamos años tirándole toallas a todo el mundo, hablamos de que fulano es un jugador modesto, o que tal equipo tiene discretos resultados, cuando las frases adecuadas son, fulano debería dedicarse a otra cosa y ese equipo es pésimo y tiene que ser reconstruido de piso a techo.
Hemos llegado a pedir que no se critique a un equipo después de una derrota que bien pudo ser victoria.
No quiero ser extremista, pero lean prensa extranjera y entérense que la prensa trabaja para su público, y le da a ese público lo que él necesita saber.
Para colmo de males hace unos días se dio a conocer internamente una circular para los medios de prensa, donde se les pide a los periodistas y otros responsables de la noticia, que no critiquen a Víctor Mesa, pues eso puede empañar la imagen del mismo y enardecer a sus más acérrimos detractores.
Prueba fehaciente es que desde el incidente de Víctor (son muchos, así que aclaro que es el más reciente), el manager matancero casi no ha sido tomado por las cámaras, inclusive cuando sale a discutir una decisión arbitral y en las Conferencias de Prensa no hay preguntas dirigidas a él. ¿Pero para qué? Si al final él responde la interrogante que le haga lucir bien y de todas formas, “instancias superiores” están velando por no dañar (aún más) su imagen.
Nos está faltando carácter y agallas dentro del país, mientras que para criticar al equipo de baloncesto de Estados Unidos, la organización de Londres 2012, o el racismo en las ligas de futbol europeo, somos los primeros y no se nos quiebra la voz. Tenemos que proporcionarle un periodismo más valiente a nuestros fanáticos, para que vivan confiados de la información que se les suministra.
El periodismo deportivo cubano debe buscar, yo lo intento, un balance entre la prensa roja y la amarilla, un color intermedio, donde prime el respeto, pero donde la información clara, real y precisa sea la matriz de todo.
Sin más por ahora, me das o no la razon ????
En el plano personal pensé dejar el tema de las Conferencias de Prensa para el final, pues tengo la certeza que muchas otras historias van a traer, pero lo ocurrido en el quinto juego Villa Clara-Cienfuegos es vergonzoso y demuestra el poco respeto que impone nuestra prensa.
El asunto en cuestión es que con la tranquilidad más grande del mundo los Elefantes de Cienfuegos, dirigidos por Iday Abreu, decidieron declinar y ausentarse de la mencionada Conferencia, cuando en el reglamente de la Serie Nacional dice bien claro, en el Articulo 15, sección 6 (Entrevistas de Prensa), tercer acápite: “Se realizaran conferencias de prensa al finalizar cada juego de carácter obligatorio para los directores de equipo y los atletas seleccionados.”
Iday Abreu, ciertamente, fue expulsado de ese quinto encuentro, pero no fue desterrado del país, ni declarado persona non grata por la prensa y su injustificada ausencia, crea un precedente, que bien pudiera dar al traste con el concepto de la Conferencia de Prensa en sí misma.
Puedo, 48 horas después, andar con paso firme y decir que no se ha tomado partido con esta indisciplina del manager cienfueguero y, como mismo ocurrió con Víctor Mesa aquella noche circense en el Latino, la posición de la Comisión Nacional y los periodistas (en su gran mayoría) será la de “eso ya es agua bajo el puente”, hacerse los de la vista gorda y permitir otra fanfarronada más de los actores del evento sociocultural más importante de Cuba.
Hace solo unas jornadas el propio Víctor Mesa, al ser increpado por la ILOGICA SUSTITUCION de su CERRADOR (Felix Fuentes), por un hombre INCAPAZ de corresponder con resultados en Playoffs a la calidad que siempre ha tenido (Ciro S. Licea), respondió (cito literalmente): “…esa pregunta a esta hora no… ¿qué pregunta es esa?...déjate de preguntas falsas…déjate de faltas de respeto” en un tono inquisitorio y prepotente, a lo que el periodista de Sancti Spiritus no se atrevió a responder, o no lo dejaron.
El desprestigio de nuestra prensa ha llegado a este nivel, porque la respuesta que llevaba Víctor era: Profesor con todo el respeto que usted se merece, no puede hablarme así y mi pregunta tiene todo el sentido del mundo, por lo tanto se la repito, en caso que usted no la haya entendido.
Sin embargo continúan las malas caras, los hablares en tonos agresivos y guaposos, para entonces desembocar en Conferencias de Prensa donde las preguntas son: ¿…cómo te sentiste después del triunfo…? O ¿…piensan hacer algún cambio…?
Nos merecemos, como periodistas, lo que tenemos, pues llevamos años tirándole toallas a todo el mundo, hablamos de que fulano es un jugador modesto, o que tal equipo tiene discretos resultados, cuando las frases adecuadas son, fulano debería dedicarse a otra cosa y ese equipo es pésimo y tiene que ser reconstruido de piso a techo.
Hemos llegado a pedir que no se critique a un equipo después de una derrota que bien pudo ser victoria.
No quiero ser extremista, pero lean prensa extranjera y entérense que la prensa trabaja para su público, y le da a ese público lo que él necesita saber.
Para colmo de males hace unos días se dio a conocer internamente una circular para los medios de prensa, donde se les pide a los periodistas y otros responsables de la noticia, que no critiquen a Víctor Mesa, pues eso puede empañar la imagen del mismo y enardecer a sus más acérrimos detractores.
Prueba fehaciente es que desde el incidente de Víctor (son muchos, así que aclaro que es el más reciente), el manager matancero casi no ha sido tomado por las cámaras, inclusive cuando sale a discutir una decisión arbitral y en las Conferencias de Prensa no hay preguntas dirigidas a él. ¿Pero para qué? Si al final él responde la interrogante que le haga lucir bien y de todas formas, “instancias superiores” están velando por no dañar (aún más) su imagen.
Nos está faltando carácter y agallas dentro del país, mientras que para criticar al equipo de baloncesto de Estados Unidos, la organización de Londres 2012, o el racismo en las ligas de futbol europeo, somos los primeros y no se nos quiebra la voz. Tenemos que proporcionarle un periodismo más valiente a nuestros fanáticos, para que vivan confiados de la información que se les suministra.
El periodismo deportivo cubano debe buscar, yo lo intento, un balance entre la prensa roja y la amarilla, un color intermedio, donde prime el respeto, pero donde la información clara, real y precisa sea la matriz de todo.
Sin más por ahora, me das o no la razon ????