No hay dudas de que, en buena medida, son los lanzadores quienes parten con las mayores responsabilidades en un juego de pelota. La misión de sacar la mayor cantidad de outs frente a los bateadores rivales tiene un notable peso en las decisiones y de ellos depende que sus nombres corran, mejor o peor fortuna, en la hoja de anotaciones.

Rumbo al triunfo se encaminaba este jueves el artemiseño Yulieski González frente a los impetuosos Piratas de la Isla de la Juventud, cuando un error apuntado a su cuenta le torció el camino y propició que los pineros se apuntalaran en la cima de la tabla de posiciones.

Vencían por la mínima los Cazadores en la parte baja del séptimo episodio cuando Yulieski pifió después del intento de sacrificio de Velázquez y ahí mismo se le complicaron las cosas. Luego, Ángel Miguel Fernández se «inmoló» con efectividad para adelantar los corredores y Alejandro Ortiz conectó un doblete a la pradera izquierda frente al relevista Yunieski García, que sirvió para empujar las dos anotaciones definitorias.

No es la primera vez que Yulieski se mete en complicaciones de este tipo, ya que algo similar le ocurrió en Pinar del Río durante su anterior presentación. Actualmente, es el pitcher más errático del torneo con tres marfiladas, una más que su compañero de equipo Jonder Martínez, el espirituano Ismel Jiménez y el guantanamero Yoenis Turcás.

Según las estadísticas reflejadas en el sitio web de la Federación Cubana de Béisbol, 38 de los errores que se habían cometido antes de los juegos de este jueves llevaban la impronta de algún lanzador, y ningún equipo ha salido ileso en este tema. Mientras que los lanzadores de Ciego de Ávila, Cienfuegos, Camagüey y Holguín apenas archivan una «equivocación», en el otro extremo aparecen los espirituanos y guantanameros con seis y cinco fallos, respectivamente.

Es cierto que con la tamaña responsabilidad de poner la pelota donde más incomoda al rival, de dominar un repertorio de lanzamientos efectivos, los pitcher no hacen demasiado «swing» para mejorar sus prestaciones defensivas. Pero muchas veces fallan ante lances sencillos por el hecho de una deficiente mecánica en sus movimientos, incapacidad para caer en la posición correcta después de cada lanzamiento, o la concentración a la hora de ejecutar una jugada defensiva, sobre todo a la hora de lanzar a las bases, ya sea para sorprender a un corredor o para sacar out a un bateador.

Sin dudas, sería una asignatura —una más— que habría que «machacarle» a nuestros pitcher y el hecho de que sean tres sobresalientes lanzadores como Yulieski, Ismel y Jonder quienes encabecen este nefasto acápite, lejos de ser una coincidencia se convierte en motivo para reflexionar sobre el asunto