Tembló la tierra en el planeta pelota en la semana que dejamos atrás. Un desplazamiento del primer piso de la tabla de posiciones; dos jornadas, la del viernes y la sabatina, que pudiéramos bautizar como la vindicación de los holguineros; un nuevo líder en jonrones y un regreso sideral, el de Oscar Luis Colás, desde Japón, fueron algunas de esas sacudidas telúricas en la temporada, a la cual, tras los partidos de ayer, le restan 21 para los play off.

Ya habíamos dedicado un espacio como este a los Gallos, a la manera cohesionada en que iban ascendiendo en su rendimiento, a su juego rápido y agresivo en las bases y a la manera en que defienden cada lance. Hoy son noticia y obligada mención en cualquier reporte beisbolero. Su ofensiva colectiva es picotazo mortal para sus adversarios, ninguna otra escuadra, ni siquiera la poderosa artillería tunera, exhibe sus indicadores.

Son los primeros en average, con 324; punteros también en el porcentaje de embasados (OBP) al registrar 383; segundos en slugging (433), solo superados por la mínima por Las Tunas y Villa Clara (434) y, como es natural, en el parámetro que mide a los bateadores más integrales, el OPS, van delante con 826. Este embate les permitió desplazar en la semana al líder de la lid.

Al igual que los tuneros hay otra fuerza descomunal que empodera a este equipo y es el ejemplo. Tanto los Leñadores como los Gallos tienen en sus filas a hombres que hoy merecen un monumento a la consagración, los nombres de Danel Castro, el Leñador Mayor, y el de Frederich Cepeda, el Gallo que más alto canta, han impulsado a sus respectivas tropas con el abolengo de más de 20 campañas a sus espaldas.

En esta ronda decisiva, en la cual cada partido pesa en las aspiraciones, Danel, con la potencia de sus 24 contiendas jugadas, parece estar cada día mejor. Promedia al ataque 361 y línea de OBP, slugging y OPS de un mozalbete (417-554-971), con cuatro dobles e igual cantidad de jonrones y es por mucho el mayor remolcador de carreras de su equipo, con 29. Cepeda compila al bate 333 y su trazado en esos tres indicadores de eficiencia es astronómico (514-716-1 230). En la etapa ha pegado siete tubeyes y ocho cuadrangulares y, como el tunero, nadie empuja más hacia home que él en la plantilla espirituana, ha traído ya a 23.

Casi nunca hay menciones para el de la zaga, como no sea aquella que le apunte a que ya no tiene posibilidad alguna. Industriales llegó a Holguín a dos de la zona semifinalista y los Cachorros le han jugado como si estuvieran disputando el mismísimo título de la Serie, asestándoles dos duros golpes el viernes y el sábado pasados, bateándoles cual si fueran los mejores del campeonato. Se puede ser el último lugar, pero jamás dejar de combatir, como lo acaban de demostrar ante una afición que sigue acompañándolos y que dice mucho de la fidelidad a sus héroes.

Colás llegó por la puerta holguinera y en solo 18 turnos ha pegado ocho imparables (dos dobles y un jonrón). Promedia 444, con seis impulsadas y ojo al dato: OBP (474), slugging (722) y OPS (1 196). Lo necesitaron para lanzar en el octavo episodio del viernes y, con bases llenas y sin outs, retiró a los tres hombres a los que se enfrentó y a dos los ponchó. También en Holguín, el industrialista Stayler Hernández se convirtió en el nuevo líder jonronero al llegar a 16; es, además, el que más remolca en la justa, con 65.

La pelota ha hecho que regresemos a los estadios, que en la calle e instalaciones deportivas niños y jóvenes vuelvan a tomar los bates. Ese es el mejor resultado, y es obra de los peloteros, de lo que han hecho en los terrenos bajo el sol o hasta muy entrada la noche. Pero hay que cuidarla, en la semana se conocieron circulares de suspensiones por indisciplina de varios jugadores y el estadio Calixto García estuvo a punto de ver perder a sus peloteros por agresión a los protagonistas. Este es un juego viril y a los cubanos nos sobra esa cualidad, pero lo verdaderamente valeroso y firme, es la defensa de nuestro mayor espectáculo deportivo.