Partamos de una realidad: 17 jugadores contratados en ligas profesionales es una cantidad insignificante para contribuir a la urgente alza de calidad de la selección nacional actual de béisbol. También reconozcamos que muchos jóvenes que hoy pudieran estar siendo fichados en los pocos mercados que están abiertos para Cuba han decidido probar suerte por cuenta propia (algunos llegarán a la MLB, otros, la mayoría, quedarán en el camino, en las ligas de consuelo; hay una estadística de un sitio especializado en béisbol cubano que dice que solo uno de cada 13 logra el sueño de un contrato en la Gran Carpa).

Pero reconforta saber que cada año son más los que suscriben un convenio al amparo de la Federación Cubana de Béisbol, entidad que tiene voluntad para incrementar la cantidad de jugadores contratados y explorar otros mercados que puedan ayudar al principio rector de esta nueva política: el desarrollo del atleta primero, aunque en algunos casos hayan tenido que insertar peloteros en circuitos menos exigentes que lo deseado.

Igualmente, se supone que siguen las negociaciones con los directivos de la MLB para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes en el fichaje natural de jugadores de nuestro país sin que tengan que emigrar previamente; al menos, no ha habido un pronunciamiento de ninguna de las partes que diga que hubo alguna detención del diálogo en los últimos tiempos, como consecuencia de la cada vez más hostil política del nuevo mandamás de la Casa Blanca, Donad Trump, quien de Cuba sabe poco, pero habla mucho.

Hablemos en este trabajo de los peloteros que juegan en Japón, en una próxima entrega nos referiremos al resto. Al final de esta nota, aparecen estadísticas.

A muchos aficionados les llamó poderosamente la atención que un jovenzuelo santiaguero, a quien apenas se empezaba a conocer por sus batazos en el torneo nacional sub-23 fuera fichado por la franquicia de los Halcones de Fukuoka SoftBank, cuyo equipo de la liga mayor, en el que juega Alfredo Despaigne, es uno de los principales animadores del béisbol rentado nipón.

Colás, obviamente, ha empezado en la tercera división y si en Cuba daba palos por todos lados en su categoría, allá no ha tenido la misma suerte, en seis juegos, tenía de 11-0, con 5 ponches, y ese resultado es razonable, pues enfrenta lanzadores que no regalan nada, con absoluto comando, calidad en la colocación de los pitcheos y variedad de envíos, sobre todo, rompimientos y contrastes en la velocidad entre rectas y cambios que le parten la cintura a cualquiera que no esté adaptado.

Poco a poco asumirá los cambios y estoy seguro de que se hablará de sus batazos. El scouter que lo recomendó, Kenta Hagiwara, me dijo que el muchacho tiene muchísimo talento, que será una gran estrella; por eso lo contrató ahora, para que transite de manera natural por un sistema de desarrollo para atletas que en Cuba, lamentablemente, no tenemos ahora.

Pero Colás no solo es un prospecto con el bate en la mano, lanza rectas por encima de las 90 millas, y también ha tenido ya experiencias desde el box en Japón, con mejores resultados incluso que a la ofensiva. De hecho, le comentó a mi colega y amigo, el fotógrafo nipón Yuhki Ohboshi, que le gusta pitchear más que batear. Tremendo dilema. ¿Será otro Shohei Otani, que brilla lo mismo en el montículo de lanzar que en el cajón de bateo? Ojalá, para bien de la pelota cubana.

Como parte de su superación, el joven santiaguero desarrollará próximamente una gira con su equipo por Corea del Sur, entre el 30 de junio y el 9 de julio.

Junto con Colás viajó a la tierra del Sol Naciente el zurdo pinareño Liván Moinelo. Empezó en segunda división, pero esta semana fue subido al circuito más selecto y su debut allí fue con el “pie derecho”: en un inning no permitió carreas limpias y ponchó a un rival para asegurar el triunfo de los Halcones frente al equipo Nippon Ham, con pizarra de 6-0. Al parecer, esa será su función: cerrador.

Kenta me aseguró que Moinelo puede llegar a las 95 millas por hora con la recta. Si lo logra y combina ese lanzamiento con su curva y cambio, será un “hueso difícil de roer”, digo, de batear.

Otros cuatro caribeños están jugando en Japón al amparo de la Federación Cubana: el pitcher Raidel Martínez y los jardineros Leonardo Urgellés, Roel Santos y nuestra gran estrella del momento: Alfredo Despaigne. De este último escribiremos al final, porque es, indudablemente, el más mediático y del que más hablan nuestros medios.

Raidel y Urgellés juegan en segunda división con la organización de los Dragones de Chunichi. El primero es un muchacho pinareño —¡cómo nacen lanzadores en esa región del país!— de quien el avezado entrenador José Manuel Cortina me dijo que será el segundo Pedro Luis Lazo de la pelota insular. “Tiene de todo para imponerse en el béisbol”, me aseguró el técnico cuando me lo presentó previo a la partida para el Clásico Mundial, donde los expertos japoneses se percataron de su talento, a pesar de que sus números allí no fueron encomiables. Pero los cazatalentos ven atletas y no números, una asignatura pendiente para nuestros expertos.

El pinero Urgellés, quien todavía no me explico por qué no fue llamado como refuerzo en la segunda fase de la pasada temporada nacional cubana, no tiene tampoco registros de encomio, pero estoy seguro de que el hecho de competir en un circuito tan selecto por la calidad del pitcheo lo pone en mejores condiciones para aspirar a un puesto en los próximos equipos Cuba.

De Roel Santos hay que decir, como novedad, que no duró mucho en ligas menores con los Marineros de Chiba Lotte, y en el máximo nivel de la pelota profesional japonesa está demostrando su valía.

Y por último, Despaigne. La sensación caribeña en Japón. Pese a las dos semanas que estuvo fuera del terreno por una lesión, sigue entre los punteros en la producción de jonrones (18) y carreras impulsadas (53).

Va tercero en batazos de vuelta completa, a la zaga del también cubano Alexander Guerrero (21) y Yuki Yanagita (19). Su swing es uno de los más espectaculares en una liga en la que, reitero, el pitcheo es muy exquisito.

Despaigne, incluso, está entre los más votados para el Juego de las Estrellas, lo que demuestra cuánto lo siguen los aficionados en aquellos lares.

Bateo

Primera división

Alfredo Despaigne

J VB C H 2B 3B HR CI BB K AVE SLG OBP

36 77 34 63 9 0 18 53 29 56 278 555 364

Roel Santos

20 71 8 23  4 0  0  2 0 19 324 380 351

Segunda división

Alejandro Urgellés

21 45 1 10  3 0  0  2 0 21 222 289 239

Lanzadores

Segunda división

Liván Moinelo

G P SV INN H HR BB K CL PCL WHIP

0 0 1  5.2  3  0  2  8  0  0.00 0.96

Raidel Martínez

0 1 0  11  12 3  6  3  6  4.91 1.63

Nota: Estadísticas hasta el martes 27 de junio. Aquí solo se reflejan las de la liga en la que más se han desempeñado. Excepto Colás, que está en tercera, los demás han jugado en primera y segunda división.