Los equipos de Cienfuegos y Sancti Spíritus andan rodando en la cola del pelotón y cada vez son menos sus opciones de sobrevivir a esta fase. También Granma, Camagüey y Guantánamo parecen tener agotadas sus opciones.
Más allá de lo apretadita que anda la clasificación, la tabla de posiciones de la presente campaña deja clara las abismales diferencias en los desempeños que, de un año a otro, han tenido los equipos de Cienfuegos y Sancti Spíritus.
Si en la pasada temporada ambas novenas se disputaban la cima del escalafón, ahora andan rodando en la cola del pelotón y cada vez son menos sus opciones de sobrevivir a esta fase.
Es cierto que los sureños han experimentado un repunte imponiéndose en nueve de sus últimas 14 presentaciones, lo que les ha permitido ganar tres de sus cuatro subseries más recientes. Pero a falta de casi un tercio de calendario, su errático comienzo amenaza todavía con pasarles factura.
Peor andan los Gallos espirituanos, que desde que ganaron par de duelos como anfitriones de Industriales, no saben lo que es ganar una serie particular. Barridos después por Ciego de Ávila y Holguín, parecen destinados al frío sótano, de no ocurrir un milagro. ¿Quién lo iba a decir?
Por los mismos caminos vuelven a estar Granma, Camagüey y Guantánamo, otros que parecen tener agotadas sus opciones. Si no ocurren milagros —y la pelota tiene muy poco que ver con la religión—, este quinteto pudiera tener sus días contados.
Más allá de lo apretadita que anda la clasificación, la tabla de posiciones de la presente campaña deja clara las abismales diferencias en los desempeños que, de un año a otro, han tenido los equipos de Cienfuegos y Sancti Spíritus.
Si en la pasada temporada ambas novenas se disputaban la cima del escalafón, ahora andan rodando en la cola del pelotón y cada vez son menos sus opciones de sobrevivir a esta fase.
Es cierto que los sureños han experimentado un repunte imponiéndose en nueve de sus últimas 14 presentaciones, lo que les ha permitido ganar tres de sus cuatro subseries más recientes. Pero a falta de casi un tercio de calendario, su errático comienzo amenaza todavía con pasarles factura.
Peor andan los Gallos espirituanos, que desde que ganaron par de duelos como anfitriones de Industriales, no saben lo que es ganar una serie particular. Barridos después por Ciego de Ávila y Holguín, parecen destinados al frío sótano, de no ocurrir un milagro. ¿Quién lo iba a decir?
Por los mismos caminos vuelven a estar Granma, Camagüey y Guantánamo, otros que parecen tener agotadas sus opciones. Si no ocurren milagros —y la pelota tiene muy poco que ver con la religión—, este quinteto pudiera tener sus días contados.