Todavía no se ha tirado la primera bola de la postemporada de la 59 Serie Nacional de Béisbol y ya hay polémica. Liván Moinelo, el estelar relevista pinareño que ha brillado en la Liga Profesional de Japón, confirmó este domingo en la noche que no se encuentra listo para lanzar con Industriales en la instancia decisiva del clásico doméstico.

En declaraciones ofrecidas al periodista Osbel Benítez, de Radio Guamá, el zurdo refirió que la Dirección Nacional de Béisbol (DNB) no se comunicó con él para conocer sobre su estado físico antes de colocarlo con el cartel de “disponible” para la última ronda de refuerzos del campeonato cubano, que entrará en su etapa de definición a partir del 3 de enero.

Al respecto, Ricardo Eizmendi, jefe técnico de la DNB, aseguró a OnCuba este lunes en la mañana que ellos conversaron con el lanzador, quien les dijo que se encontraba entrenando.

¿Qué aporta cada refuerzo a los finalistas de la pelota cubana?

Evidentemente, hay un cruce en las declaraciones, pero, en cualquier caso, estamos ante otro espinoso escenario para las autoridades beisboleras cubanas, a quienes les vuelve a explotar una bomba con el tema de los refuerzos y los jugadores contratados, tal cual ocurrió el pasado año con Alfredo Despaigne.

El slugger granmense se quejó públicamente por su inclusión en los refuerzos de la Serie 58, alegando que nadie había contado con él y que nadie sabía cómo se encontraba físicamente.

“Es juega aquí y en Cuba. En mi caso, que soy el que más tiempo lleva aquí, tengo tres años sin descanso (…) No creo que sea justo, después de un año de pelota acá, ir para Cuba a jugar en otra provincia, fuera de la familia, de los hijos, sin descanso (…) Por mi parte, no jugaré, cueste lo que cueste y piensen lo que piensen”, escribió el jugador de los Halcones de SoftBank en su perfil de Facebook.

La situación de ahora con Moinelo es bastante similar. El zurdo lleva casi dos meses sin lanzar, luego de su última actuación con Cuba en el Premier 12, evento que marcó el final de una larga y exigente temporada, que incluyó la Serie del Caribe de Panamá, los Juegos Panamericanos de Lima y la Liga Japonesa, donde se coronó con los Halcones de Softbank.

Tras regresar de Asia, el serpentinero ha estado de vacaciones y varias fuentes desde Pinar del Río confirman que prácticamente no ha entrenado. Al respecto, la DNB debió profundizar mucho más y no cubrirse las espaldas con una simple llamada.

Con todas las herramientas de las que disponen, bien pudieron monitorear de cerca los movimientos de Moinelo, Raidel Martínez y Despaigne –las tres estrellas “asiáticas” que estaban sin equipo– antes de declararlos como disponibles.

El hecho de no prever este escenario, el hecho de no estar totalmente empapados de la realidad de los atletas, nos demuestra qué tan grande es la grieta de la DNB, cuya gestión vuelve a quedar en entredicho frente a los managers del campeonato, frente a los jugadores y frente a los millones de personas que todavía siguen el clásico nacional.

Algunos argumentan que situaciones de este tipo también son responsabilidad de los managers y concuerdo en parte, aunque recordemos que ellos deben regirse por la palabra de los que dirigen. En este caso puntual, Anglada pudo (o no) hablar con Moinelo, pero creo que eso pasa a un segundo plano después de que se anunciara en abierto, en transmisión televisiva para todo el país, que el zurdo pinareño estaba disponible.

Para emitir una declaración de este tipo hay que tener plena seguridad, solo así se pueden evitar los gatillazos, esos que ya se han vuelto tan comunes en Cuba cuando de béisbol y organización se habla.

Si bien esto le pudo pasar a cualquiera de los contendientes, los grandes perjudicados ahora son los Leones, cuya idea de colocar a Moinelo como taponero junto a Andy Rodríguez se ha desvanecido en cuestión de horas.

Aunque todavía la DNB no ha comunicado el cambio por ninguno de sus canales, ya es un secreto a voces que el sustituto de Moinelo será el artemiseño Misael Villa, quien lanzó como refuerzo de Cienfuegos en la segunda ronda del torneo, el peor de su carrera (11 derrotas, efectividad de 4.31 y 40 extrabases permitidos).

A pesar de esto, Villa fue refuerzo de la novena azul en la Serie 57 y dejó un gran sabor de boca entre los parciales capitalinos en las semifinales de aquel campeonato contra Las Tunas. Además, su inclusión tendría toda la lógica, pues el actual cuerpo de pitcheo de los Leones carece de brazos zurdos.

Esta decisión se hará oficial de un momento a otro, pero tarde, como habitualmente sucede con las cuestiones que involucran al organismo rector del béisbol en Cuba.