La Habana, Cuba. - Otro mazazo, otra bofetada, un golpe, en fin, nueva desilusión y sin embargo ¿ quién dijo que el béisbol ha dejado de ser vital para los cubanos ?.
Es cierto, afirmarán muchos, que las derrotas, incluida la del actual Clásico Mundial se han convertido en algo habitual, y ya no sorprenden como antes, pero que bueno, y esto no asombrará a los más observadores, la pasión con que se discute buscando culpables o exponiendo estrategias que pudieron sacarnos de apuros confirman que hoy como siempre, el béisbol parte inseparable de nuestro patrimonio sociocultural, nos sigue calando hondo.
A estas alturas, y a pesar de gozar de prestigio y calidad, ya nadie podrá dudar que hemos retrocedido, y necesitamos reformular conceptos que nos permitan poco a poco recuperar el espacio perdido, por nuestras propias insuficiencias.
Regenerando los génes del béisbol
¿Quien dijo que en materia béisbolera no contamos con talento en abundancia?. La pelota cubana posee la materia prima, y la fuerza técnica necesaria para colocarnos en el lugar que nuestra historia nos solicita.
Solo requerimos confiar más en nosotros, tomar de la filosofía del adversario lo que nos resulte de utilidad para superarlo, ¿y por qué no?, ser menos pasivos o apáticos desde nuestras posiciones, a la hora de señalar los elementos que nos lastiman.
Tal vez en el presente algunas precisiones o señalamientos sean mal interpretadas por más de un aficionado u especialista. Sin embargo, ello no debe ser razón para discrepancias. Todo lo contrario, debe ser el momento justo para afirmar: ¿ Quién dijo que entre todos no podemos lograr que el béisbol cubano sea superior ?.
Es cierto, afirmarán muchos, que las derrotas, incluida la del actual Clásico Mundial se han convertido en algo habitual, y ya no sorprenden como antes, pero que bueno, y esto no asombrará a los más observadores, la pasión con que se discute buscando culpables o exponiendo estrategias que pudieron sacarnos de apuros confirman que hoy como siempre, el béisbol parte inseparable de nuestro patrimonio sociocultural, nos sigue calando hondo.
A estas alturas, y a pesar de gozar de prestigio y calidad, ya nadie podrá dudar que hemos retrocedido, y necesitamos reformular conceptos que nos permitan poco a poco recuperar el espacio perdido, por nuestras propias insuficiencias.
Regenerando los génes del béisbol
¿Quien dijo que en materia béisbolera no contamos con talento en abundancia?. La pelota cubana posee la materia prima, y la fuerza técnica necesaria para colocarnos en el lugar que nuestra historia nos solicita.
Solo requerimos confiar más en nosotros, tomar de la filosofía del adversario lo que nos resulte de utilidad para superarlo, ¿y por qué no?, ser menos pasivos o apáticos desde nuestras posiciones, a la hora de señalar los elementos que nos lastiman.
Tal vez en el presente algunas precisiones o señalamientos sean mal interpretadas por más de un aficionado u especialista. Sin embargo, ello no debe ser razón para discrepancias. Todo lo contrario, debe ser el momento justo para afirmar: ¿ Quién dijo que entre todos no podemos lograr que el béisbol cubano sea superior ?.