• Mucha indisciplina y poco profesionalismo en todo el beisbol, desde la Comisión Nacional hasta los peloteros, pasando lógicamente por los árbitros y directores.
• No existe una preparación real antes del juego, donde la culpa básicamente es de una pobre labor de escauteo y la prácticamente inexistente información sobre los equipos de la Serie Nacional.
• Los peloteros que juegan pelota en Cuba lo hacen solo entre ellos y no tienen ninguna otra posibilidad de adquirir experiencia en otras ligas de ultramar.
• La mucha irregularidad, si es que alguna vez logro su cometido, de la Liga de Desarrollo, que obliga a quemar etapas de los jugadores juveniles a su llegada a la Primera Categoría, donde varios nunca logran los ajustes necesarios y se pierden.
• Muchos problemas en el beisbol de la base (aunque varios entrenadores de lujo están allí y se parten las espaldas sin casi recursos).
• Estado pobre y criticable de los estadios en casi todo el país.
• Hay que explotarse las estadísticas más y mejor.
• Tiene que haber estimulación económica real para los atletas, sistema de pago por rendimiento y retiros decorosos, entre otros.
Directores y asistentes:
• Se ha tomado como regla general la conversión de atletas de cierto prestigio a managers de beisbol, cosa que no es autóctona de Cuba, pero que no siempre resulta exitosa.
• El proceso de selección de los equipos y la integración final de los mismos están cargados de favoritismo, amiguismo y en casos nepotismo (males actuales de nuestra sociedad), aunque estos no afectan a la totalidad de los conjuntos.
• Falta de trabajo con los talentos preseleccionados, donde muchas veces el que no logra tirar strikes o conectar jonrones queda en los primeros cortes y no se le da el seguimiento que amerita.
• Poco tiempo de los staffs de dirección al frente de las provincias, fenómeno que se traduce en que el director que no logra resultados en 2 o 3 años (a veces menos), es sustituido sin considerar etapas de reconstrucción y/o planes a largo plazo. Este ejemplo también se le aplica al equipo Cuba, pero no así a la Comisión Nacional de Beisbol.
• Desactualización beisbolera de la mayoría de los cuerpos de dirección.
• Inexplicablemente los managers cubanos en su generalidad no son consecuentes con sus decisiones y constantemente vemos visitas a los abridores en la misma primera entrada de actuación (¿qué nuevo le van a decir que no pudieron advertirles antes del juego?), o el bullpen calentando en el capítulo inicial, o la inconsistencia de las alineaciones diarias contra zurdos o derechos. (esta pifia no se aplica a la Postemporada, donde todo es admisible)
• Mal uso de las jugadas estratégicas. Muchas bases por bolas intencionales que no surten efecto, toques de bola de sacrificio en la primera mitad del juego, entre otros dislates.
• La famosa “Multifuncionalidad”. ¿Qué equipo de beisbol de primer nivel tiene varios jugadores que actúen en distintas posiciones y aun puedan ser llamados profesionales? Ninguno. Un utility por equipo es posible, lógico y recomendado, pero no esa fiesta donde todos bailan como ponies y juegan por todo el cuadro y los jardines.
Lanzadores:
• No existe especialización en el pitcheo, salvo casos sacados por los pelos en algunas provincias.
• Pobre pensamiento técnico-táctico.
• Los pitchers cubanos no saben lanzar pegado. No hay nada más terrible para un bateador que una slider que parezca que va a sus costillas y termine en el medio de home, o un recta-parte-bates que coquetee con la zona de strike.
• Conformismo. Pocos son los que le exigen a sus entrenadores uno o dos lanzamientos más de los acostumbrados.
Bateadores:
• Ínfima parte de los bateadores cubanos sabe conectar en las esquinas. Pegado solo cuando adivinan (habitualmente lanzamientos nobles) y afuera casi nadie lo hace con maestría.
• Poca disciplina en el plato y desconocimiento de la zona de strike.
• Poco control del bate. Toques de bola fallidos por doquier, el bateo por detrás del corredor hace aguas y muchísimos rolling para dobleplay cuando hace falta flies de sacrificio.
• Se protestan muchos lanzamientos.
• Los bateadores cubanos se mueven mucho en el cajón y terminan conectando la bola con menos fuerza de la que pudieran aplicar.
Corrido de bases:
• No tenemos prácticamente ningún robador de bases, arte que ha venido desapareciendo.
• Pocos corredores son capaces de avanzar de primera a tercera con hit a los jardines.
• Falta picardía en las bases y muchas veces corredores rápidos parecen lelos y son puesto out con facilidad.
• Casi ningún pelotero cubano pisa las almohadillas con el pie izquierdo (fíjense y verán que esa regla del ABC del beisbol se viola constantemente en la isla)
• Falta de originalidad en el deslizamiento. El 98% de los cubanos no sabe tirarse y/o regresar de manos a las bases. ¿Resultado? El mismo deslizamiento para todos y de nuevo a bailar como ponies mientras nos ponen out tras out.
Arbitraje:
• Los imparciales cubanos tienen la zona de strike colectiva más “variable” del mundo.
• Año tras año se incrementan las protestas de los jugadores y parece que los árbitros nuestros han decidido no darse por enterados.
• El célebre “out de oficio” es protagonista común en los estadios de Cuba y esto es una vergüenza para el beisbol de la isla.
Prensa:
• La retrasada hasta lo imposible “difusión del beisbol internacional”. Esto es una necesidad, no un lujo. ¿Acaso nadie vio la explosión de “pitenes” en las calles cubanas cuando se transmitió el Clásico Mundial? De allí podemos importar y hasta transculturizar nuevas jugadas, estilos, estrategias y conceptos, a la vez que equiparamos un poco la avalancha mediática que ha tenido el futbol, deporte que insisto, es la Perestroika del beisbol cubano. Ya el proyecto marcha (para ser justo), pero aun las “internacionales” del Noticiero Nacional Deportivo (NND) son de tenis, atletismo y por supuesto futbol.
• Nos falta (a casi todos los periodistas deportivos) mayor preparación sobre el beisbol internacional, a la vez que, como regla general, el conocimiento del inglés y su pronunciación dan lastima y risa a ratos. Menos chateo en Yahoo y Facebook, y más investigación de otras latitudes colegas.
• Las provincias tienen muy poco protagonismo en la prensa beisbolera (defecto heredado del totalitarismo) y solo unos pocos “elegidos” son “Analistas Deportivos”, a pesar del desconocimiento de parte considerable de los rosters activos.
• La prensa cubana no vende el producto beisbol, nada de “el duelo de la década”; “Pito Abreu y sus Elefantes se enfrenta a Rusney Castillo y los Tigres”; “Ismel Jiménez por hacer historia”, no, el juego, los box scores y vamos en coche.
• ¿Ruedas de Prensa del Beisbol Cubano? Entre los 10 objetos más buscados del mundo, justo entre la Atlántida y la Isla del Tesoro. Todavía estoy esperando que alguien de razones de la derrota en el Clásico Mundial.