Durante las últimas décadas Puerto Rico fue considerado como el segundo país suplidor de jugadores de América Latina y extranjeros a las Grandes Ligas, detrás de la República Dominicana, que tomó el liderato luego de que en 1959 el gobierno estadounidense impusiera un embargo a Cuba y se prohibiera a los reclutas contratar atletas cubanos.

Desde entonces la baja de jugadores boricuas ha sido dramática y para este año la isla sólo logró colocar a 11 de sus peloteros en la temporada regular de béisbol, la cifra más pequeña en las últimas dos décadas.

La República Dominicana sigue siendo el mayor suplidor de jugadores latinoamericanos en la "Gran Carpa" (82) por décimo año seguido, aunque bajó ligeramente con siete menos que en la temporada del 2013. El segundo lugar, que antes tenía Puerto Rico, lo ocupa actualmente Venezuela con 59 jugadores, seguido por Cuba que tiene 19.

Varios atribuyen esta baja de los jugadores boricuas en las Ligas Mayores a que ahora ellos deben pasar por el proceso de "draft" o selección como cualquier otro jugador estadounidense. Los puertorriqueños son ciudadanos americanos desde 1917 y la isla es un Estado Libre Asociado de los Estados Unidos.

Originalmente los jugadores nacidos en la isla, o naturalizados allá, podían firmar como agentes libres en las Grandes Ligas. Pero todo esto cambió cuando la Major League Baseball (MLB) decidió incluir a Puerto Rico en el "draft".

Jorge Posada, exreceptor de los Yankees durante 17 temporadas (1995-2011) cree que el "draft" ha sido el mayor impedimento y esto ha tenido un efecto en la popularidad del deporte en la isla.

"Ahora mismo se está jugando más baloncesto y otras disciplinas (como volleyball) en Puerto Rico, por lo que en los últimos 10 años se ha descuidado el béisbol", dijo Posada.

José Oquendo, coach de tercera base de los Cardenales de San Luís, asegura que aunque el "draft" ha tenido su impacto, los jóvenes tienen ahora otras opciones que les interesa más como la música, el internet o los video juegos.

No obstante, Oquendo estima que algunos de los jóvenes que les interesa el béisbol "van a universidades norteamericanas, donde logran unirse a organizaciones de las mayores por este medio".

Para Oquendo lo malo del "draft" es que a menudo la selección de jugadores novicios tienen más de 20 años, "muy maduros para comenzar a participar en el béisbol profesional organizado de estos tiempos".

Oquendo, exjugador de Grandes Ligas, agregó que aunque no es suficiente, en Puerto Rico se han estado desarrollando campos deportivos para jóvenes, donde comienzan a practicar la pelota desde niños (Pequeñas Ligas).

Una de estas escuelas es la de Carlos Beltrán, donde el jugador de los Yankees da clases a jóvenes junto a otros peloteros como Jorge Posada, enseñándoles los secretos del deporte. Y el otro el que tiene establecido la MLB en el municipio de Gurabo.

"Deben crearse más campos de béisbol infantiles. Yo diría que dos o más escuelas a nivel nacional", dijo el también dirigente de béisbol invernal en la isla.

"Pocos reciben ayuda para practicar la pelota", agregó Posada, nativo de Santurce (en San Juan), no obstante cree que ya se está lidiando con el asunto. "Hay más apoyo y la pelota profesional y amateur se ha fortalecido en la isla".

De todas formas, Puerto Rico sigue siendo el segundo mayor suplidor en la historia de las Grandes Ligas desde 1942, por debajo de la República Dominicana con más de 200 jugadores. Sin embargo, este lugar está bajo amenaza de ser disputado si sigue la sequía actual.

Pese a la baja de interés en la isla por el béisbol, los jugadores boricuas continúan distinguiéndose internacionalmente, como en el último Clásico Mundial de Béisbol, donde Puerto Rico terminó en segundo tras disputar la final contra los campeones de República Dominicana.

Una versión de este artículo se publicó en la edición impresa de El Diario del día 6/8/2014 con el título "Baja la cosecha boricua en las Grandes Ligas de béisbol"