El sorprendente equipo de Isla de la Juventud y el inspirado Ciego de Ávila protagonizarán desde este viernes la gran final por el título de la LIV Serie Nacional cubana de Béisbol, en duelo de siete juegos a ganar cuatro.
La subserie comenzará en el estadio José Ramón Cepero de la ciudad de Ciego de Ávila, 430 kilómetros al este de La Habana, donde se jugarán los dos primeros choques.
El domingo será día de traslado y la serie se reanudará lunes, martes y miércoles en el terreno del "Cristóbal Labra", en Nueva Gerona, ciudad cabecera del ultramarino territorio de la Isla de la Juventud.
De ser necesarios, los dos últimos encuentros tendrían lugar en la grama avileña.
Finalistas "contra viento y marea", los Piratas de la Isla ganaron 4-2 el tope contra el conjunto de Matanzas, el mejor a lo largo de todo el campeonato y subcampeón de las dos campañas precedentes.
En un estadio Victoria de Girón colmado por 25 mil aficionados hasta las primeras horas de este miércoles, la tropa que dirige José Luis Rodríguez Pantoja, con apenas una figura de renombre (el antesalista Michel Enríquez), doblegó como visitante a los Cocodrilos matanceros 15x5 en 11 entradas, en lo que constituyó el tercer partido de la subserie bilateral decidido en extrainnings.
Los Cocodrilos ganaban el choque 4x2 a la altura del octavo capítulo, pero los Piratas tomaron ventaja de 5x4 en el principio del noveno gracias a un squeeze play suicida.
Puestos contra la pared, los pupilos del experimentado Víctor Mesa empataron el marcador al final del mismo episodio, y luego de amenazas por ambas escuadras en la décima entrada, llegó el inesperado onceno capítulo en el que los isleños fabricaron 10 anotaciones frente a los desmoronados relevistas de Matanzas.
Por cuarta ocasión consecutiva, Matanzas clasifica a la postemporada del campeonato cubano pero se queda sin saborear la corona, en tanto la Isla concretó la hazaña de llegar por primera vez a la gran final y superar su mejor actuación registrada durante el 38 Campeonato en 1999, cuando ocupó el tercer puesto.
Medios de prensa locales destacan que los Piratas de la Isla de la Juventud, últimos en obtener el boleto para semifinales, protagonizaron "una de las mayores proezas en Series Nacionales" y los consideran "una escuadra digna de admiración en toda Cuba".
Ciego de Ávila, por su parte, que concluyó tercero en la etapa preliminar, ahora aspira a su segundo título desde 2012 tras "domar" a los potentes Alazanes de Granma.
La tropa del ex receptor Roger Machado triunfó 3x0 ante el visitante plantel granmense en el estadio José Ramón Cepero, para ganar 4-1 el pulseo semifinal y acceder por tercera vez en los últimos cinco años a la disputa de la corona.
Los avileños, que tuvieron una segunda etapa de lujo en la fase clasificatoria de la presente campaña beisbolera, conforman una tropa compacta, con un sólido balance en sus líneas y un exitoso cuerpo de lanzadores.
Para quienes pensaron que la ausencia en semifinales de los cuatro grandes del béisbol nacional -Santiago de Cuba, Villa Clara, Pinar del Río e Industriales- restaría emociones a los play off, la realidad ha demostrado todo lo contrario.
Respecto a la gran final, especialistas y aficionados expresan pronósticos divididos y opinan que el tope entre Piratas y Tigres se decidirá en seis o siete cotejos.
¿Asaltarán los Piratas? ¿Arañarán los Tigres? Es algo que nadie puede asegurar, pero esta histórica final por el cetro del béisbol cubano promete mucha emoción y hasta un toque de misterio.
La subserie comenzará en el estadio José Ramón Cepero de la ciudad de Ciego de Ávila, 430 kilómetros al este de La Habana, donde se jugarán los dos primeros choques.
El domingo será día de traslado y la serie se reanudará lunes, martes y miércoles en el terreno del "Cristóbal Labra", en Nueva Gerona, ciudad cabecera del ultramarino territorio de la Isla de la Juventud.
De ser necesarios, los dos últimos encuentros tendrían lugar en la grama avileña.
Finalistas "contra viento y marea", los Piratas de la Isla ganaron 4-2 el tope contra el conjunto de Matanzas, el mejor a lo largo de todo el campeonato y subcampeón de las dos campañas precedentes.
En un estadio Victoria de Girón colmado por 25 mil aficionados hasta las primeras horas de este miércoles, la tropa que dirige José Luis Rodríguez Pantoja, con apenas una figura de renombre (el antesalista Michel Enríquez), doblegó como visitante a los Cocodrilos matanceros 15x5 en 11 entradas, en lo que constituyó el tercer partido de la subserie bilateral decidido en extrainnings.
Los Cocodrilos ganaban el choque 4x2 a la altura del octavo capítulo, pero los Piratas tomaron ventaja de 5x4 en el principio del noveno gracias a un squeeze play suicida.
Puestos contra la pared, los pupilos del experimentado Víctor Mesa empataron el marcador al final del mismo episodio, y luego de amenazas por ambas escuadras en la décima entrada, llegó el inesperado onceno capítulo en el que los isleños fabricaron 10 anotaciones frente a los desmoronados relevistas de Matanzas.
Por cuarta ocasión consecutiva, Matanzas clasifica a la postemporada del campeonato cubano pero se queda sin saborear la corona, en tanto la Isla concretó la hazaña de llegar por primera vez a la gran final y superar su mejor actuación registrada durante el 38 Campeonato en 1999, cuando ocupó el tercer puesto.
Medios de prensa locales destacan que los Piratas de la Isla de la Juventud, últimos en obtener el boleto para semifinales, protagonizaron "una de las mayores proezas en Series Nacionales" y los consideran "una escuadra digna de admiración en toda Cuba".
Ciego de Ávila, por su parte, que concluyó tercero en la etapa preliminar, ahora aspira a su segundo título desde 2012 tras "domar" a los potentes Alazanes de Granma.
La tropa del ex receptor Roger Machado triunfó 3x0 ante el visitante plantel granmense en el estadio José Ramón Cepero, para ganar 4-1 el pulseo semifinal y acceder por tercera vez en los últimos cinco años a la disputa de la corona.
Los avileños, que tuvieron una segunda etapa de lujo en la fase clasificatoria de la presente campaña beisbolera, conforman una tropa compacta, con un sólido balance en sus líneas y un exitoso cuerpo de lanzadores.
Para quienes pensaron que la ausencia en semifinales de los cuatro grandes del béisbol nacional -Santiago de Cuba, Villa Clara, Pinar del Río e Industriales- restaría emociones a los play off, la realidad ha demostrado todo lo contrario.
Respecto a la gran final, especialistas y aficionados expresan pronósticos divididos y opinan que el tope entre Piratas y Tigres se decidirá en seis o siete cotejos.
¿Asaltarán los Piratas? ¿Arañarán los Tigres? Es algo que nadie puede asegurar, pero esta histórica final por el cetro del béisbol cubano promete mucha emoción y hasta un toque de misterio.