Aún duele y coarta la respiración. Con solo dos victorias más, esta entrevista hubiese tomado otros cauces. Pero por segundo año sucesivo los Gallos quedaron en el camino, aunque ahora mucho más cerca de la zona de clasificación.

Tan cerca como en el noveno puesto. A esa hora pesó este o aquel juego. No hay tiempo para lamentos aun cuando del sótano al noveno medien siete lugares. Mucho menos cuando este diálogo se produce frente a una fotografía histórica: la del equipo del 79 que ganó el único título espirituano en 54 campañas. Yovani Aragón se despide de la Serie Nacional y también de Sancti Spíritus. Es, por tanto, momento de recuento.

“No estamos ni contentos ni satisfechos porque los pronósticos y el compromiso era tratar de clasificar, lo veíamos muy claramente. Comenzamos bien, después como que nos detuvimos en el tiempo. Se mejoró mucho en todos los aspectos de juego, estuvimos pro encima de la media en todo, si son 16 equipos y la media son ocho tienes que clasificar, el quid fue ese, que un día el equipo se apagaba total, un día hacíamos 20 carreras y al otro no podíamos hacer ninguna con los mismos jugadores, la misma alineación”.

¿Qué explicación le das a esa transformación?

“Ellos creen a veces que con un juego de pelota ya cumplimos y se acabó la subserie, con un alto nivel de conformismo, por mucho que los pinchábamos, no podían”

¿No ayudó mucho la ”cirugía” psicológica?

“Los psicólogos nos apoyaron muchísimo, se lograron muchas cosas, entre ellas un poco mas de unidad, de combatividad, pero es que es inexplicable que hoy tengas una forma y que al otro día vengas completamente distinto. Vamos a quitarnos el sombrero, a veces no es de entrenadores, ni de psicólogos, a veces el atleta tiene que poner de su parte porque es el que juega”.

¿No fueron entusiastas con la clasificación?

“No, el equipo tenía para eso, mira como llegamos al final que nos faltaron dos juegos. ¿Tú crees que si hubiéramos ganado con Mayabeque, Cienfuegos u otros equipos de los de atrás, las cosas no hubieran sido mejor? Los resultados deportivos técnico-tácticos demuestran que estaban entrenados, pero faltó ese empuje de ganar un juego, incluso muchos equipos enrolados en la clasificación, viste que hasta el último juego no estaba todo definido”.

¿Crees que sentaste cuando hubo que sentar a algún atleta, tal como dijiste al inicio de la serie?

“Hicimos los ajustes, a lo mejor demoramos a unos más que a otros, pero hicimos bastantes cambios, siempre pensando en la victoria. Hubo momentos en que jugadores que no estaban bien a la ofensiva sí lo estaban a la defensa. Pudimos habernos equivocado, pero tampoco podemos decir que no hicimos todo lo que teníamos que hacer. Los bateadores impulsaron bastantes carreras; Cepeda llegó tarde y eso nos afectó, con él desde el principio otro gallo hubiese cantado”.

Peña y Noelvis no respondieron y tuviste que inventar.

“No pienso que inventar, al principio nos fuimos por la experiencia y quisimos aprovecharlos porque se habían preparado bien, pero no funcionó. Socarras y Sosa no nos ayudaron como pensábamos, entonces apostamos por el pitcheo joven, y dieron su aporte, realmente estoy contento con el pitcheo”.

¿Aragón se va o se queda?

“Aragón quiere irse también, de todas maneras, clasificara o no, me iba porque ya llevo tres años acá, a veces es agotador, lejos de la casa, de la familia, a veces sin todas las condiciones; sin embargo, estamos contentos con los entrenadores, con el trabajo de los muchachos, también con el Inder que, aunque le toca, ha dado un apoyo vital”.

De un cuarto lugar al sótano y ahora al noveno. Llegas por la puerta ancha y te vas por la estrecha. ¿Es que Aragón se apagó?

“Hay que aceptar las responsabilidades; pero, ¿por qué tiene que ser Aragón? ¿No podemos decir que se apagó todo el equipo de pelota? Estamos para dirigir, orientar, y otros compañeros ejecutan. Es fácil decir eso, también el equipo sufrió varios cambios, el año pasado sufrió varias lesiones, se fueron los Gourriell, que aunque se dice: no importa que se vayan, ellos tenían resultados aquí y lo están haciendo con Industriales, no decimos que los que están no pueden hacer el trabajo, pero eso pesa”.

¿Qué te dejó el dirigir en Sancti Spíritus?

“Mucha experiencia, nunca había dirigido, fue muy bonito aunque tuve experiencias amargas y otras satisfactorias. Me dio una enseñanza de cada vez debo superarme más, pues no siempre lo sabemos todo, me enseñó a aceptar críticas, pensar con la cabeza fría, me dio satisfacción dirigir al equipo que siempre me ayudó en Series Nacionales, estar con mi público”.

¿Piensas que Sancti Spíritus puede soñar con ser campeón?

“Tiene futuro, pero hay que trabajar con esos muchachos y darles un tiempo a que jueguen pelota, no pedirles un resultado inmediato a los que vienen ahora, si quieren sacar a atletas veteranos y darles chance a los nuevos hay que darles un margen de tres o cuatro años a los que se incorporan”.