En el MCU Park de Brooklyn, en los primeros días de octubre de 2016, cuatro equipos se reunieron para discutir el único cupo en juego para el IV Clásico Mundial de Beisbol. Pakistán, Gran Bretaña, Israel y Brasil, sin ser países con una tradición destacada en beisbol, pugnaron por clasificar al torneo más importante que existe hoy para naciones, fortuna que en definitiva correspondió a Israel. A pesar de que Cuba no tenía nada que buscar en ese torneo, en esa urbe norteamericana estaban deseosos de jugar seis criollos: dos que competían por Gran Bretaña y cuatro por Brasil.

Los cariocas no pudieron repetir su participación en el Clásico del pasado año, pues en 2013 sí estuvieron y hasta enfrentaron a Cuba. Del cuarteto de coterráneos, solamente los habaneros Irait Chirino y Juan Carlos Muñiz salieron al ruedo en el estadio de Brooklyn, mientras que el liseño Ernesto Noris y el receptor guantanamero Ángel Luis Cobas no pudieron participar ni en una entrada. En el caso de Cobas, eso respondió a que los otros dos cátchers eran más jóvenes y por cierto, ninguno de los dos pudo ligar un indiscutible.

A pesar de haberse ido sin un turno al bate de ese torneo, esa experiencia de estar en una eliminatoria para el Clásico Mundial está entre los mejores momentos de la vida deportiva de este pelotero guantanamero de 47 años, que traemos hoy a nuestro blog por desempeñarse en el actual Campeonato Paulista de Beisbol, considerado entre los torneos más fuertes del país sudamericano.

El certamen comenzó el 4 de marzo y cuenta con la rivalidad de ocho equipos. Para el plantel Anhanguera Nikkei Club juega Cobas, quien resultó el jugador más valioso del primer choque de esta liga amateur, la cual tiene pocos partidos en su programa de contienda regular, mientras que a la postemporada avanzan los cuatro mejores conjuntos, de los que saldrán los equipos que discutirán el primer lugar el 15 de julio en el estadio Mie Nishi. El cubano lleva con su vigente escuadra varias temporadas y en algunas ha estado en el cuerpo de dirección.

Ángel Luis, cuyo hermano también es pelotero, vive en Brasil desde hace más de una década y sus servicios han sido bien valorados a nivel nacional. Sepan que, tras un breve tiempo de permanencia allí, fue designado como coach de la selección nacional absoluta que acudió a la Copa América de 2008 y luego le encomendaron una responsabilidad mayor, la de ser el director del conjunto que compitió en el Campeonato Sudamericano de 2011, donde terminó con la medalla de bronce. Posteriormente, en 2013 y 2015, volvió a comandar el cuadro carioca a esa lid y en ambas ocasiones culminó con la medalla de plata.

En su época de jugador en Cuba, debutó con los Indios del Guaso aproximadamente en 1993 y se mantuvo durante ocho temporadas, hasta la última, la de 1999-2000. Participó en 336 partidos, con 900 veces al bate, 220 incogibles, para average de .244, con 78 carreras anotadas, 32 dobles, cuatro triples, seis jonrones, porcentaje de embasado de .302, con 91 remolques, dos bases robadas en cinco salidas, 65 boletos y 169 ponches. A la defensa contó hasta 2329 innings, con 179 asistencias, 33 errores y average de .977, además de que le salieron 340 veces al robo y atrapó a 118.

Curiosamente, también tuvo actuaciones como lanzador en ocho partidos, cuatro como abridor, y estampó un balance de 1-1, con promedio de carreras limpias de 4.29 en 21 episodios, en los que le conectaron 28 hits, le batearon para .322, propinó 12 ponches, regaló seis pasaportes y le dieron un batazo de vuelta completa.