Ya la primera parte de la 55 Serie Nacional pasó por el ecuador de su calendario y en pleno último segmento, tres elencos, Artemisa, Camagüey y Mayabeque, difícilmente puedan salir de esa incómoda posición sotanera, mientras al trío vanguardista comandado por el actual campeón defensor Ciego de Ávila, Industriales y Granma, al parecer no hay quien los baje de la azotea del estado de los equipos. Los otros diez están en férrea lucha por llegar a la segunda fase, donde ocho buscarán avanzar a la disputa del cetro.
Nótese en la tabla de ganados y perdidos que entre el cuarto y decimotercer puesto solo hay una diferencia de cinco juegos, quedándole a la mayoría de los conjuntos entre 21 y 22 partidos por celebrar. Si bien la temporada adolece de las virtudes de peloteros de clase, dada la renovación de los rosters, lo cierto es que la paridad la ha dotado de expectativa y enconadas pugnas por la clasificación.
En ese ambiente de cerradas porfías, la campaña compila un average ofensivo de 274, con Industriales por encima del nivel con sus 333, único por arriba de 300, escoltado por Matanzas (293) y Las Tunas (291); la defensa alcanza un discreto 975, pero lo de Villa Clara es de excelencia con 989 y los otros dos que pasan de los 980 son Industriales y Matanzas, 981 ambos. Por cierto, sobre los yumurinos, la Dirección Nacional de Béisbol acaba de anunciar que el mentor de ese plantel, Víctor Mesa Martínez, ha sido designado como timonel del equipo Cuba al principal certamen del béisbol internacional del año, el Premier-12.
Desde la lomita de lanzar el promedio de carreras limpias por juego del torneo es de 3,75 y Ciego de Ávila (2,50), Villa Clara (2,54) y Pinar del Río (2,93), son los que han podido bajar de 3.00. Los lanzadores acumulan 1 701 ponches y 1 349 boletos y, ojo, de esa cifra de transferencias, los relevistas aportan el 48 % (exactamente 648), mucho si se tiene en cuenta su condición de asegurar un resultado y que trabajan menos que los abridores, fundamentalmente en el último tercio del desafío.
Si a las bases por bolas les sumamos los pelotazos (225), más las transferencias intencionales (252) y le adicionamos los errores (363), arrojaría un resultado de 2 189 corredores que entran en circulación sin pegar de jit. Para tener una idea de lo que significa el descontrol, comparemos ese dato con la cantidad de imparables de la campaña que es de 3 321. Huelgan los comentarios.
Nótese en la tabla de ganados y perdidos que entre el cuarto y decimotercer puesto solo hay una diferencia de cinco juegos, quedándole a la mayoría de los conjuntos entre 21 y 22 partidos por celebrar. Si bien la temporada adolece de las virtudes de peloteros de clase, dada la renovación de los rosters, lo cierto es que la paridad la ha dotado de expectativa y enconadas pugnas por la clasificación.
En ese ambiente de cerradas porfías, la campaña compila un average ofensivo de 274, con Industriales por encima del nivel con sus 333, único por arriba de 300, escoltado por Matanzas (293) y Las Tunas (291); la defensa alcanza un discreto 975, pero lo de Villa Clara es de excelencia con 989 y los otros dos que pasan de los 980 son Industriales y Matanzas, 981 ambos. Por cierto, sobre los yumurinos, la Dirección Nacional de Béisbol acaba de anunciar que el mentor de ese plantel, Víctor Mesa Martínez, ha sido designado como timonel del equipo Cuba al principal certamen del béisbol internacional del año, el Premier-12.
Desde la lomita de lanzar el promedio de carreras limpias por juego del torneo es de 3,75 y Ciego de Ávila (2,50), Villa Clara (2,54) y Pinar del Río (2,93), son los que han podido bajar de 3.00. Los lanzadores acumulan 1 701 ponches y 1 349 boletos y, ojo, de esa cifra de transferencias, los relevistas aportan el 48 % (exactamente 648), mucho si se tiene en cuenta su condición de asegurar un resultado y que trabajan menos que los abridores, fundamentalmente en el último tercio del desafío.
Si a las bases por bolas les sumamos los pelotazos (225), más las transferencias intencionales (252) y le adicionamos los errores (363), arrojaría un resultado de 2 189 corredores que entran en circulación sin pegar de jit. Para tener una idea de lo que significa el descontrol, comparemos ese dato con la cantidad de imparables de la campaña que es de 3 321. Huelgan los comentarios.