Cuba, desde hace bastante tiempo no sabe cómo ganar partidos importantes. Y así no se pueden alcanzar títulos a nivel profesional.

En esta ocasión los Alazanes de Granma perdieron en la semifinal de la Serie del Caribe 7-4 con las Águilas Cibaeñas de República Dominicana en el estadio de los Charros de Jalisco, en un partido que mostró las deficiencias del béisbol que se juega en Cuba.

Los antillanos guiaron la etapa clasificatoria con tres triunfos y un revés. Demostraron excelente defensa, buen bateo que debe mejorar en el renglón de remolcar carreras, un pitcheo mediocre por calidad y por deficiencias para cuidar a los corredores.

Dos factores hicieron posible la derrota. Y aunque no acostumbramos a culpar a los estrategas de los reveses de un equipo por no ser el que lanza, el que batea y el que corre, sí creo que Carlos Martí tuvo tres decisiones controversiales que pudieron haber cambiado el curso de este juego.

Comencemos con las dos principales razones del revés.

FALLA EL PITCHEO RELEVO: Cuando Lázaro Blanco deja la lomita en la sexta ganando 3-2, los relevistas no cumplieron con su trabajo regalando pasaportes y ubicándose por debajo del conteo, lo que llevó a que fueran bateados con facilidad.
POCA OFENSIVA CON HOMBRES EN BASES: Cuba pegó 10 imparables, tres de ellos extrabases, recibió cuatro pasaportes y la defensa rival le concedió cuatro bases adicionales con errores. Un total de 18 bateadores se embasaron, pero la ofensiva anotó sólo cuatro carreras. Pésimo.

Ahora pasemos a las jugadas controversiales de Carlos Martí. Antes, dejemos claro que el piloto no fue responsable de la derrota. Fue el mal pitcheo de relevo y la poca producción de carreras.

SEXTA ENTRADA: Cuando Blanco deja la lomita en la sexta era necesario preservar la ventaja con el mejor hombre de relevo para traer al cerrador en el noveno, pues para ir a la final hay que ganar el juego previo. ¿Es Miguel Lahera la mejor opción en esta situación difícil?. Mi opinión es NO.

QUINTO EPISODIO: Cuba llena las bases con un out bateando Frank Camilo Morejón. La ventaja de tres no es seguridad de victoria, era importante sumar carreras. Se necesitaba un emergente por Morejón que a pesar de haber lucido bien la noche anterior, es pobre al bate y lentísimo corriendo. El receptor conectó para doblematanza y se frustró un posible racimo de anotaciones.

NOVENA ENTRADA: Perdiendo por tres, el excelente pelotero que puede ser un primer bate de lujo en cualquier equipo de Grandes Ligas, Roel Santos, abrió embasándose y Martí lo envió a robar. Fue enfriado en la intermedia en jugada apretada. No entendemos esta decisión, sin importar la velocidad de piernas de Santos.

Sabemos que el juego no se perdió por esta jugada, pero la decisión es mala porque Santos no era ni el gane ni el empate. Se requería acumular hombres en bases en busca del batazo que igualara o decidiera bateando Yordán Manduley, Yurisbel Gracial y Alfredo Despaigne. Precisamente, luego del out a Santos, Gracial conectó sencillo.

Comentario aparte merece el veterano Frederich Cepeda que impulsó tres carreras con jonrón, doble y sencillo. Oportuno siempre en eventos internacionales, un hombre que en el mejor momento de su carrera reunía todos los atributos para ser un jugador estelar de Grandes Ligas.