El ser humano debería en teoría tener la posibilidad de escoger que quiere consumir en el gambito social y por supuesto dentro de este, los deportes preferidos.
Para nadie es secreto que Cuba ha sido siempre un país netamente beisbolero, aunque en las últimas décadas, ha desafíos considerablemente ese favoritismo, que viene marcado en gran medida, por alguno “MITOS” que hoy intentaremos aclarar.
Primeramente no es real que exista demasiada diferencia entre los que les gusta el fútbol y aquellos que prefieren el béisbol, por supuesto que no es tan así. Lo que sucede en este caso es más simple. La realidad es que a una gran parte de la afición les gusta ambos deportes, pero a la hora de consumirlos, sin lugar a dudas ponen en la balanza cuál opción posee mayor calidad, y en el caso de la parrilla televisiva en la Isla, poner a competir el fútbol internacional con la Serie Nacional, es una pelea de “León pa’ mono y el mono amarraó”.
En segundo lugar, las condiciones para practicarlo son extremadamente diferentes, pues usted con una pelota cualquier de tamaño regular (incluso más pequeña) y cualesquiera de las variantes de portería (dígase mesas viejas, piedras, conos, obstáculos u otros, ya está en presencia de lo mínimo indispensable para practicar un deporte, que no varía en su aspecto a cualquier juego al más alto nivel. Sin embargo, la práctica del béisbol lleva mucho más, desde un terreno con las óptimas condiciones, hasta implementos deportivos, siendo muchos de ellos imprescindibles para optar por un mínimo de condiciones, en lo que sería emular un juego de béisbol.
Lo tercero y no menos importante, está en la disminución de la práctica de béisbol en nuestro país, desde categorías inferiores, hasta llegar a la Serie Nacional. Prácticamente los torneos que se realizan son preparados y acondicionados por padres y profesores, dejando atrás una rica historia de masividad que ha quedado en un viejo armario llamado “olvido”.
Lo cierto de todo esto es que no existe esa abismal diferencia que se ha convertido en un mito, simplemente se han acomodado al facilísimo del consumo del fútbol (que dicho de paso es uno de los mejores deportes del mundo) y han olvidado la génesis misma de nuestro deporte nacional, por varias razones, algunas explicadas en este escrito.
¿Cuál es la solución JuanK, porque tú siempre haces los análisis y bueno…?
- La solución es simple:
Que todos los aficionados tengan la oportunidad de ver el mejor fútbol y a la vez también el mejor béisbol u otras Ligas de buena calidad.
Rescatar la práctica masiva del béisbol en Cuba , además de realizar captaciones de talentos en todos los municipios y barrios del país.
Jugar béisbol… jugar… jugar
Esto por supuesto que no quiere decir para nada que el béisbol y el fútbol sean enemigos, al contrario son deportes que se disfrutan por igual, pero condicionar la realidad para mover la balanza hacia uno de ellos, eso si es un error histórico que la próxima generación no nos perdonará, o peor quizás, ni se acordara de ello, si no somos capaces de cultivar conscientemente nuestro Patrimonio Nacional.