Me encontraba de viaje y no había podido escribir antes. Yo soy como el director del equipo Eriberto Rosales que en los tres juegos que perdió dio valientemente la cara ante la afición en la conferencia de prensa, como debe hacerse con toda dignidad y valentía.

Ante todo felicitar a los habaneros por esa victoria de los tres juegos contra todo pronóstico. Entiendo que lo hayan disfrutado como si hubieran ganado un campeonato. Realmente lo que he podido leer en las redes y hasta en artículos de los periodistas que radican en la Habana es verdaderamente penoso mas allá de la natural euforia, bastante exaltada como hacía mucho tiempo no ocurría.

Creo que cuando se gana en buena lid ante un contrario historico que a pesar de los "horrores" cometidos ofreció una gran resistencia, lo menos que hay que hacer es disfrutar pero medirse como se habla. Ya se han leído articulos de periodistas capitalinos escribiendo titulares de que Industriales es el papá de Santiago. y otras estupideces.

Es una pena que los mismos periodistas sean quienes alimenten el caldo de cultivo de la discordia que luego llega al irrespeto. Nuestro país en verdad ya no sabe disfrutar sin ofender y tratar de humillar al contrario hasta mas no poder, y esto se acrecenta con la innegable perdida de valores que ya traspasa las gradas y el facebook.

Es logico que me siento mal por la derrota, pero todos saben que cuando las cosas han sido al revés jamás he intentado humillar al contrario y mucho menos lo he aprovechado para para sacar todo lo que hay guardado por dentro. Creo que eso no enaltece.

Aun recuerdo el pasado año cuando Santiago se lo hizo a Industriales un conocido forista aquí creyó que yo iba a caerle arriba riendome y gozando y recibió una lección al ver que lejos de hacer eso supe reconocer al contrario y hasta animarlo. Y fue algo sincero. Pero bueno no podemos esperar que las peras produzcan mangos.

A pesar de eso, repito las felicitaciones. Ojalá mi equipo logre superar ese gran problema que tiene con la defensa, algo inusual en nosotros pero verdaderamente alarmante. El error está en el juego, es cierto, pero los que saben de beisbol deberán reconocer que lo que se está viendo en el equipo es algo poco habitual y que hay que superar con urgencia.