Una historia justo a tiempo y muy oportuna.
Aunque no recuerdo el tiempo exacto; pero hace ya unos cuantos años que entré por primera vez a esta página. Al principio tuve muchas expectativas positivas sobre sus objetivos y funcionamiento. Creí erróneamente que por su nombre (beisbolencuba ), que el principal objetivo era que un grupo de amantes al béisbol, comentáramos y confraternizáramos de béisbol en general, para verter y recoger conocimientos. Pronto fui entendiendo que estaba equivocado y que por mi pasión quizás un poco exagerada de defender a mi equipo Industriales, comencé a recibir ataques y ofensas de todo tipo de gentes, que han demostrado con el paso del tiempo, que no les interesa para nada el béisbol y que si permanecen en esta página, al igual que en otras páginas y grupos, es solo para molestar y joder, creyendo divertirse, sin embargo no son capaces de darse cuenta que solo hacen el ridículo.
Al calor de estas cuestiones, es que aparece el querido hermano Ernesto, ferviente defensor también de la causa azul, que con su mordaz pluma y su forma particular de escribir, supo situar a cada cual en el justo lugar que merecían y con un apoyo incondicional de amistad hacia mi persona. Cuando el hermano Ernesto entraba a la página, todos estos estúpidos que se creen graciosos, salían huyendo con el rabo entre las patas. Es por eso que ahora aprovechan en una total muestra de cobardía, estar a la caza de cualquier comentario, para empezar con sus ataques estúpidos, que nada positivo aportan al beisbol y a esta página en particular.
La amistad del hermano Ernesto trascendió el formalismo y se convirtió en una entrañable amistad que incluso nos comunicábamos por teléfono. Recuerdo que fue el que me bautizó como “El Dalia Lama Azul” jajaja. Preocupantemente el hermano Ernesto hace alrededor de dos años no ha vuelto a entrar a la página y en el plano privado no he tenido comunicación alguna tampoco.
Es mi mayor deseo que goce de buena salud y que solo como decía sea que “estoy muy complicado con el inventario”.
También no puedo negar que a pesar de estas cosas negativas, he logrado buenas relaciones de amistad respetuosas con otros usuarios, a los cuales prefiero no relacionar por el riesgo de omitir alguno; pero cada de estos amigos se tiene que sentir aludido, según su propia conciencia en lo referido a mi persona. Tampoco puedo dejar de recordar, a otros que en principio hipócritamente se expresaban con amistad; pero que al final sacaron sus peores garras sin ser León, recuerdo también hasta algún solapado que se decía defensor de la causa azul, solo para atacarlos siempre detrás de ese telón hipócrita.
Puede que muchos no entiendan este comentario, otros lo asuman como una bobería y el grupo maquiavélico lo aproveche para seguir vertiendo su estúpido veneno; pero era una necesidad espiritual de agradecimiento que sentía y ahora me siento más tranquilo.
Un Oda por el hermano Ernesto. Saludos fraternales para todos. Arnaldo.