Eterno dilema del béisbol: ¿son más efectivos los lanzadores zurdos que los derechos o viceversa? La famosa frase de “zurdo con control es muy difícil de batear” es conocida desde tiempos inmemoriales, sin embargo, valdría la pena preguntar cuán difícil es conectarle a un derecho con pleno conocimiento de la zona de strike.
Lo cierto es que los zurdos son minoritarios en la sociedad. Según consenso de estudiosos del tema, solo entre el 10 y el 15 % de la población mundial, estimada en más de 7 200 millones de personas el primer día del presente año, es zurda.
Los porqué son muy difíciles de determinar y van desde la genética (el individuo desarrolla más su hemisferio derecho por herencia), la presencia de la hormona testosterona en altos niveles, hasta un posible estrés de nacimiento debido a una lesión en el hemisferio cerebral.
Sea por la causa que sea, los zurdos tienen grandes posibilidades de triunfo en deportes como el boxeo y el béisbol. Hoy en día no se concibe un equipo de pelota con un cuerpo de lanzadores en el que todos sean derechos. En la 54 Serie Nacional, los 16 equipos concursantes en la fase clasificatoria contaban con 58 tiradores de la “mano equivocada” o siniestros (del latín sinister, que significa izquierda).
Esto significa que en nuestro torneo élite el promedio de zurdos por equipo es de 3,63, con Cienfuegos (ocho), Industriales y Matanzas, ambos con seis, como los de mayor cantidad y el binomio Sancti Spíritus-Camagüey los de menos, solo dos. De ellos casi la tercera parte con edades entre los 16 y los 19, con un quinceañero, el novato guantanamero Ramón Pérez Favier. Contra ellos conspira la falta de experiencia, el poco control y la escasez de repertorio.
Las dos tablas estadísticas adjuntas a este comentario reflejan el comportamiento de zurdos y derechos de los ocho clasificados a la segunda fase de la 54 Serie Nacional, con el objetivo de buscar un universo numérico mayor y más objetivo.
Por ejemplo, la frecuencia de cuadrangulares de todos los bateadores ante los tiradores derechos fue de uno cada 60 turnos oficiales. La de los zurdos fue menor, uno cada 52. A los diestros les promediaron 286 por 279 a los zurdos, es decir, siete milésimas menos. Los siniestros propinaron un ponche cada 6,74 veces al bate, por uno cada 7,11 los diestros. Y a favor de los derechos estuvo el control: una base por bolas por 8,06 turnos por 7,45 los zurdos.
No hay dudas, los zurdos son muy efectivos. Quizás porque no abundan y siempre resultan incómodos para todos los bateadores, muy en especial los que sueltan la bola por el lado del brazo, alejándola hacia la esquina contraria.
Ejemplos sobran en las Series Nacionales, como Rolando Pastor, Santiago “Changa” Mederos, Jorge Luis Valdés y Faustino Corrales, este último poseedor de un récord extraordinariamente difícil de romper: 22 ponches en un juego, marca establecida el 20 de diciembre del 2000 ante el equipo de Holguín.
Por supuesto, este trabajo solo aspira a contribuir a un mayor conocimiento del comportamiento de los lanzadores. El dilema entre quiénes son más efectivos, los zurdos o los derechos, será eterno.
Lo cierto es que los zurdos son minoritarios en la sociedad. Según consenso de estudiosos del tema, solo entre el 10 y el 15 % de la población mundial, estimada en más de 7 200 millones de personas el primer día del presente año, es zurda.
Los porqué son muy difíciles de determinar y van desde la genética (el individuo desarrolla más su hemisferio derecho por herencia), la presencia de la hormona testosterona en altos niveles, hasta un posible estrés de nacimiento debido a una lesión en el hemisferio cerebral.
Sea por la causa que sea, los zurdos tienen grandes posibilidades de triunfo en deportes como el boxeo y el béisbol. Hoy en día no se concibe un equipo de pelota con un cuerpo de lanzadores en el que todos sean derechos. En la 54 Serie Nacional, los 16 equipos concursantes en la fase clasificatoria contaban con 58 tiradores de la “mano equivocada” o siniestros (del latín sinister, que significa izquierda).
Esto significa que en nuestro torneo élite el promedio de zurdos por equipo es de 3,63, con Cienfuegos (ocho), Industriales y Matanzas, ambos con seis, como los de mayor cantidad y el binomio Sancti Spíritus-Camagüey los de menos, solo dos. De ellos casi la tercera parte con edades entre los 16 y los 19, con un quinceañero, el novato guantanamero Ramón Pérez Favier. Contra ellos conspira la falta de experiencia, el poco control y la escasez de repertorio.
Las dos tablas estadísticas adjuntas a este comentario reflejan el comportamiento de zurdos y derechos de los ocho clasificados a la segunda fase de la 54 Serie Nacional, con el objetivo de buscar un universo numérico mayor y más objetivo.
Por ejemplo, la frecuencia de cuadrangulares de todos los bateadores ante los tiradores derechos fue de uno cada 60 turnos oficiales. La de los zurdos fue menor, uno cada 52. A los diestros les promediaron 286 por 279 a los zurdos, es decir, siete milésimas menos. Los siniestros propinaron un ponche cada 6,74 veces al bate, por uno cada 7,11 los diestros. Y a favor de los derechos estuvo el control: una base por bolas por 8,06 turnos por 7,45 los zurdos.
No hay dudas, los zurdos son muy efectivos. Quizás porque no abundan y siempre resultan incómodos para todos los bateadores, muy en especial los que sueltan la bola por el lado del brazo, alejándola hacia la esquina contraria.
Ejemplos sobran en las Series Nacionales, como Rolando Pastor, Santiago “Changa” Mederos, Jorge Luis Valdés y Faustino Corrales, este último poseedor de un récord extraordinariamente difícil de romper: 22 ponches en un juego, marca establecida el 20 de diciembre del 2000 ante el equipo de Holguín.
Por supuesto, este trabajo solo aspira a contribuir a un mayor conocimiento del comportamiento de los lanzadores. El dilema entre quiénes son más efectivos, los zurdos o los derechos, será eterno.
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