El problema de equipos en el béisbol cubano que se refuerzan considerablemente, comenzó a manifestarse en los años 60 del pasado siglo, en la serie provincial de La Habana.
Esa búsqueda de peloteros con talento y potencialidades lo hacían varios equipos capitalinos en la fortísima campaña provincial, que concluía con una hexagonal, de la que salían el campeón Habana y la selección Industriales.
No creemos necesario mencionar nombres de equipos ni instituciones, pero se hacía. Se traían jugadores de otras provincias y se incluían en el roster de varios equipos; pero la comisión nacional y sus homólogas provinciales pusieron freno a esa práctica.
En la actualidad, se ha retomado la idea de trasladar peloteros de una provincia a otra, en detrimento de la que formó a sus jugadores, y también en contra de la receptora de esas figuras, porque frena el desarrollo de los jugadores propios y ocasiona un gran desbalance entre los equipos.
No es el caso de jugadores que no integran sus equipos, todo lo contrario, son peloteros regulares y estelares. Hay colectivos que se refuerzan con aquellos que no hacen su selección, pero no es ese el caso.
Consideramos que la Comisión Nacional de Béisbol tiene la responsabilidad de ponerle punto final inteligente, positivo y adecuado a esta situación nociva al béisbol cubano.
Esa búsqueda de peloteros con talento y potencialidades lo hacían varios equipos capitalinos en la fortísima campaña provincial, que concluía con una hexagonal, de la que salían el campeón Habana y la selección Industriales.
No creemos necesario mencionar nombres de equipos ni instituciones, pero se hacía. Se traían jugadores de otras provincias y se incluían en el roster de varios equipos; pero la comisión nacional y sus homólogas provinciales pusieron freno a esa práctica.
En la actualidad, se ha retomado la idea de trasladar peloteros de una provincia a otra, en detrimento de la que formó a sus jugadores, y también en contra de la receptora de esas figuras, porque frena el desarrollo de los jugadores propios y ocasiona un gran desbalance entre los equipos.
No es el caso de jugadores que no integran sus equipos, todo lo contrario, son peloteros regulares y estelares. Hay colectivos que se refuerzan con aquellos que no hacen su selección, pero no es ese el caso.
Consideramos que la Comisión Nacional de Béisbol tiene la responsabilidad de ponerle punto final inteligente, positivo y adecuado a esta situación nociva al béisbol cubano.