Urmaris “El Yogui” Guerra, pese a lucir la estampa del famoso oso de Walt Disney, se metió en la jaula de Los Tigres con una estaca de majagua en la mano y la  emprendió a toletazos contra los rayados, para conducir a Los Alazanes a un triunfo de ocho carreras por tres, en el primer duelo del play off semifinal de la Zona Oriental.

Lo de El Yogui Guerra en esta temporada se puede calificar de irreverencia total frente a Los Tigres –uno de los felinos más temibles de esta selva -, pues con la actuación de anoche, en el estadio José Ramón Cepero, elevó su promedio ofensivo a 482 (29-14), con cuatro cuadrangulares, un doble, siete carreras anotadas y 10 impulsadas.

La víspera los granmenses jugaron un partido soberbio de principio a fin; aunque todavía quedan reminiscencias de cierto empecinamiento en la estrategia de juego, como tocar la bola con la dupla Barrabí-Benítez y mantener a Yoenis Céspedes Milanés en el tercer turno al bate.

Sobresalieron las actuaciones de los tres serpentineros y el oportuno manejo de estos por parte de la dirección.

Cada lanzador hizo su trabajo. Ciro Silvino Licea González caminó casi impecable hasta el sexto abajo –solo tres hits- cuando tuvo que abandonar el montículo.

En esa entrada le marcaron tres carreras, con cuatro indiscutibles, entre ellos dos vuelacercas. En otro partido El Indio de El Dátil tal vez hubiera continuado; aquí no. Pero lo hizo bien.

Después vino el triunfador Alaín Tamayo Espinosa, quien lanzó excelente relevo de 2,1 innings, en los que permitió un indiscutible, poncho a un rival y regaló dos boletos, uno intencional.

Para rematar apareció Manuel “La Pistola” Vega Tamayo (1,2) con rectas de pólvora a 95 millas por hora. Abanicó a uno y otorgó dos pasaportes libres en su atinado afán por cuidarse de hombres peligrosos.

La Pistola se sacó una octava entrada complicadísima, en la que tuvo las bases llenas y un out; sin embargo la Jugada Salvadora de la defensa de Los Alazanes –nada fortuita- sorprendió al corredor de la intermedia y luego el derecho se las agenció para dominar en elevado al peligroso Isaac Martínez Dorta.

Granma volvió a demostrar que las estadísticas no existen por gusto. Ciego jugó bajo presión y no pudo aprovechar sus mejores momentos a la ofensiva.

Colaboración de Dario Miguel Morales Cabrera