En un momento dado, hará cuestión de una década, existían dos nombres que en el béisbol cubano eran como una especie de vacas sagradas. Tenían cargos de gran importancia en nuestro beisbol y a casi todo evento internacional de nivel que acudía el equipo Cuba, también asistían ellos. Realmente sus respectivas funciones así lo exigían. Higinio Vélez fue durante un tiempo nada despreciable director de la selección nacional —fue parte de ese histórico episodio vivido en el primer Clásico Mundial cuando se obtuvo el segundo lugar— y en el presente ocupa el puesto de mayor importancia en su deporte, presidente de la Federación Cubana.

La otra figura es José Benito Camacho Urrutia, o Benito Camacho a secas, quien en la actualidad no se mantiene vinculado con el beisbol de la isla, después de estar varios años ocupando el importantísimo cargo de Jefe Técnico de la pelota cubana. Tras ser una figura pública y la afición estar acostumbrada reiteradamente a escuchar su nombre y observar su cara, un buen día le perdimos el rastro a este hombre que sabe un mundo de beisbol y entonces nos preguntamos qué habrá sido de su vida.

Cuando comenzó el pasado 6 de abril la Liga del Norte de México, otra vez más se hizo cargo de la banca del equipo Freseros de San Quintín el estratega de 70 años. El dueño de esta organización confió en Benito otro año más por todos los conocimientos que acumula y porque ha tenido resultados significativos con los Freseros. En 2017 los llevó hasta el segundo puesto de la fase clasificatoria, pero después, en la semifinal, perdieron en un play off luchado que se extendió hasta el séptimo partido ante los Algodoneros de San Luis, subcampeones a la postre.

Sin embargo, en 2016, Camacho fue el manager que catapultó al elenco de San Quintín a ganar su primer y único título en la historia de la Liga del Norte, surgida en 2012 y que presenta seis conjuntos. Hace dos años los Freseros se impusieron en la final a los Algodoneros en siete partidos, por lo que la semifinal de la edición anterior se puede traducir como el perfecto desquite de la escuadra de San Luis, que valga decir es la máxima ganadora con dos cetros, al igual que los Marineros de Ensenada.

Esta es la cuarta temporada como mentor del cubano en la Liga del Norte, —en 2014 fungió como coach de bateo— siempre con los Freseros de San Quintín, escuadra que representa una filial de los Tigres de Quintana Roo y los Piratas de Campeche, organizaciones de la Liga Mexicana de verano. Este gran acercamiento de Camacho al beisbol mexicano ocurrió del 16 de agosto al 11 de septiembre de 2010, cuando fue invitado por los Piratas, junto a los también antillanos Servio Borges y Pablo Lázaro Gutiérrez, para trabajar directamente con jóvenes peloteros de esa franquicia. Benito se encargó del renglón de bateo y a partir de ahí se consolidaron sus vínculos con los filibusteros.

Aparte de su vasta trayectoria en los terrenos de pelota, Benito también realizó una meritoria labor como pedagogo. En 1983 fue vicedecano de la Facultad de Deportes Manuel Fajardo, donde igualmente trabajó como Jefe del Departamento de Juegos Deportivos. Posteriormente, llegó a Colombia en 1989, como fruto de un convenio de las autoridades deportivas cubanas y Coldeportes Nacional, y al concluir su contrato al año siguiente, permaneció en ese país hasta 1993 gracias a las gestiones de Hugo Cáceres, director de Jundeportes-San Andrés, mientras que años más tarde impartió una serie de conferencias en Brasil.

A finales del siglo pasado ingresó a la Dirección Nacional de Beisbol, donde se mantuvo aproximadamente hasta 2011. Con el equipo nacional cubano disfrutó muchos de los triunfos que hoy tanto se extrañan y asistió al segundo Clásico Mundial en 2009, donde tuvo bajo su asesoría, entre otros, al pinareño Pedro Luis Lazo, quien en 2014 coincidió con él en los Freseros de San Quintín, equipo que recibió al vueltabajero como lanzador.

En la actual temporada de la Liga del Norte, el conjunto dirigido por Camacho perdió sus dos primeros encuentros ante los Indios de Tecate, elenco que dirige el pelotero pinero Michel Enríquez, debutante en estos trajines.