Por segunda vez en agosto Adeiny Hechavarría cambió de equipo. El cubano pasó a los Yankees de Nueva York minutos antes de que finalizara la ventana de cambios en waivers que oficializa los rosters de cara a la postemporada del 2018.

Después del 31 de agosto, los clubes pueden llamar a peloteros de las Menores en los llamados rosters expandidos, pero esos jugadores no pueden ser elegibles a los playoffs.

A principios de mes el torpedero había pasado de los Rays de Tampa Bay a los Piratas, que ahora lo enviaron a la Gran Manzana a cambio de un pelotero nombrado más adelante o consideraciones de dinero.

La llegada de Hechavarría a los Yankees es una suerte de seguro en caso de que Didi Gregorius no se encuentre al ciento por ciento una vez que regrese de la lista de inhabilitados.

El nacido en Santiago de Cuba conecta para .254 en 284 turnos al bate, pero Nueva York sabe que ese no es su fuerte sino las habilidades defensivas –ha cometido solo tres errores en 76 encuentros- que lo han llevado a ser candidato al Guante de Oro.

Hechavarría ha jugado la mayor parte de su carrera en el campocorto, pero todo indica que ahora con su nueva franquicia pasaría a ser un utility que tal vez pueda ayudar en momentos determinados en segunda o tercera base.

Los Yankees serán ahora responsables de lo que resta del salario de $5.9 millones del cubano que al final de la contienda se convertirá en agente libre en busca de un nuevo contrato.

Sus mejores temporadas fueron en Miami cuando conectó para .276 y .281 en las temporadas del 2015 y el 2016, antes de que fuera enviado a Tampa Bay en el 2017.

Una vez que regrese Gregorius de su lesión, los Yankees contarán con tremenda profundidas de infield, especialmente alrededor de la intermedia, pues allí también está el venezolano Gleyber Torres.

Hechavarría es el segundo pelotero tomado por Nueva York en waivers luego de que el equipo echara mano de Andruw McCutchern, quien ayudaría a estabilizar los jardines hasta la llegada de Aaron Judge.