Cuando William Vázquez abrió el noveno inning sonando un palo entre el jardinero central y el derecho y llegó a segunda base, Nicaragua vio más cerca que nunca el quiebre de una pesada cadena de 21 derrotas seguidas ante equipos cubanos; el juego había llegado a esa instancia con empate a una carrera y el corredor podría pisar el home plate con cualquier cosa, menos con lo que en realidad pasó.

A Vázquez lo sustituyeron por Enmanuel Meza, quien se despegó demasiado de la intermedia con un roletazo por el campo corto y no le dio tiempo a regresar quieto para convertirse en el villano de la noche. Poco faltó para que la jugada sirviera para dos outs, pero la devolución llegó por un tilín tarde al mascotín de Yordanis Samón, que, no obstante, se le encaró al árbitro.

A Pedro Álvarez, dejado el noveno después de matar séptimo y octavo de uno-dos-tres, le sacudieron a continuación otro gran batazo, pero capturado por Yurién Vizcaíno casi pegado a la pared por el bosque izquierdo, que hizo a Rey Anglada salir como en sus tiempos de jugador para el box a pedirle la bola, pues intuía que más cerca estaba el tercer toletazo que el out 27.

Ante Frank Luis Medina, en conteo de dos bolas y un strike, los nicas intentaron avanzar el corredor que estaba en la inicial, pero ni el bateador hizo contacto con la bola, ni el hombre llegó primero que el tiro del cátcher a la intermedia para preservar el escón y dejar la pizarra sin un ganador, pues de antemano se había negociado que no habría desenlace más allá del noveno capítulo.

Cuba volvió a lucir pobre ofensiva, apenas seis hits, ante un adversario mucho menos exigente que los enfrentados en la gira norteña, un dato que confirma la necesidad de fortalecer la tanda con varios de los jugadores fichados en la actual temporada profesional con la venia de la Federación Cubana de Béisbol.

Ninguno de los imparables de los isleños fue de más de una base, y todos se concentraron en cuatro hombres: Yunieski Larduet y Yosvani Alarcón, ambos de 4-2, y Raúl González y Yordanis Samón, de 4-1 cada uno.

En el segundo inning, Samón y Alarcón pegaron hits y Sergio Barthelemy recibió pelotazo para congestionar las bases sin out, pero el abridor Fidencio Flores ponchó a Yunior Ibarra antes de que Ricardo Ramos remolcara la única de su equipo con línea de sacrifico al jardín derecho.

Los anfitriones empataron en el cuarto ante Lázaro Blanco, cuando Jilton Calderón pegó su segundo incogible del juego (bateó de 3-3, la mitad de los hits pinoleros) y fletó al antesalista Darrel Campbell, quien había abierto ese episodio con imparable.

Este sábado ambos equipos volverán a verse las caras. La serie amistosa forma parte de la preparación de los dos elencos con miras a los venideros Juegos Panamericanos de Lima, donde fueron ubicados en grupos diferentes, pero podrían enfrentarse en la segunda ronda.