Nadie tiene la verdad absoluta en materia de béisbol. Ni la prensa, ni los aficionados, ni siquiera los mismos peloteros pueden esgrimir una idea con la completa seguridad de que se va a cumplir. La enésima muestra de ello nos llegó este jueves, cuando el equipo que acumulaba 130 carreras, a razón de un insostenible promedio de 6.8 por partido, quedó en una solitaria anotación.

Los Leñadores tuneros, por mucho el mejor equipo de la 57 Serie Nacional de Béisbol, solo pudieron rayar una vez la tarjeta ante los envíos de Jonder Martínez y Yanier Blanco, quienes condujeron a los Cocodrilos a su victoria 42 del campeonato y lograron lo que muy pocos han logrado en las últimas fechas: silenciar los bates de los pupilos de Pablo Civil.

Jonder lanzó siete capítulos espectaculares, con solo tres jits permitidos, seis ponches y un boleto, sin que ningún corredor le llegara a la segunda almohadilla. Blanco, por su parte, afrontó más complicaciones, pues en dos entradas le pegaron cuatro imparables, uno de ellos jonrón de Rafael Viñales en la baja de la novena.

Ese ataque en las postrimerías, ya con dos outs, incluyó también cohetes consecutivos de Yordanis Alarcón y Alexander Ayala, pero quedaron flotando en las almohadillas y no pudieron borrar la ventaja que los yumurinos consiguieron desde el mismo inicio, cuando Aníbal Medina pegó vuelacercas a Yudiel Rodríguez.

Después, Yorbis Borroto recibió boleto, y la dupla explosiva de Yurisbel Gracial y Osvaldo Vázquez largaron sendos dobles remolcadores. Definitivamente, no era la tarde del zurdo tunero, quien además regaló otro boleto a Yasiel Santoya y le dio pelotazo a Ariel Sánchez, que a la postre determinó su explosión, con las bases llenas y un out. Por suerte para los Leñadores, el relevista Alberto P. Civil liquidó a Orlando Arencibia y Eduardo Blanco con elevado al lanzador y roletazo a tercera, por ese orden.

Con este triunfo, los matanceros ya acumulan cinco en seis salidas contra los Leñadores, que ahora gozan de dos rayas de ventaja en la cima de la clasificación.

En la noche, Pinar del Río ganó el primer match de vida o muerte a Artemisa, dos elencos urgidos de acumular victorias y esperar por continuos tropiezos de Industriales o Granma. A los Vegueros solo les bastó una entrada para desarticular el plan de los Cazadores, cuya defensa volvió a dejarlos en el camino.

Tan pronto como en el segundo episodio, los vueltabajeros marcaron cuatro anotaciones, las cuales les alcanzaron para terminar con las gorras hacia atrás en señal de éxito. El capítulo lo abrió con boleto Frederich Cepeda, quien llegó a la intermedia por error en fildeo de Osmel Fraga sobre elevado de William Saavedra. Después ellos avanzaron y congestionaron los ángulos por infiel jit de Donal Duarte.

El primer remolque corrió a la cuenta de Yusniel Ibáñez, autor de una línea de sacrificio a los jardines, y luego del segundo out cedido por Luis Abel Castro, Tony D. Guerra impulsó otra por jit al derecho. Tras ese cohete, Duarte llegó a tercera, y desde ahí pisó la goma por un doble robo. La cuarta de los pinareños la propulsó el hombre proa Luis Pablo Acosta con sencillo al central.

Esas cuatro anotaciones fueron suficientes para Yosvany Torres, quien cubrió toda la ruta a ritmo de cuatro ponches y un boleto, dando un respiro al maltrecho bullpen pativerde, el peor de la segunda fase.