Advertidos sobre lo corto y relampagueante que son 45 juegos para cada equipo en la primera fase, tres mentores andan un poco preocupados por la situación de sus equipos justo cuando el campeonato entra desde el 20 de octubre en la mitad de esta etapa, marcada además por algunas rarezas estadísticas.

Mientras Víctor Mesa, Roger Machado y Lázaro Vargas disfrutan con más plenitud que tristeza los tres primeros lugares de la tabla de posiciones,  del lado contrario, Ramón Moré, Alfonso Urquiola y Luis Danilo Larduet comienzan a sentir el estrés de quedar fuera de los ocho que seguirán compitiendo hasta el final, sobre todo el menor pinareño, pues se trata de la posibilidad de defender su corona.

En términos reales, si ahora mismo se hiciera un corte, los ochos conjuntos que discutirían el cetro del campeonato, además de Matanzas, Ciego de Ávila e Industriales serían, por este orden, Artemisa, Isla de la Juventud, Granma, Las Tunas y Guantánamo. Aunque es cierto que la ventaja para entrar entre los clasificados no es definitiva todavía, urge un repunte, sobre todo, para los monarcas defensores.

La tropa de Urquiola es la que menos batea en la lid (apenas 242), y sus hombres andan sumidos en los peores averages de la historia (Peraza- 100, Saavedra -246 y Castillo-170). El pitcheo abridor y relevista sí les ha respondido, pero las carreras anotadas son las que permiten las victorias y ellos solo han pisado el home 59 veces, algo impensable para los 18 partidos que tienen celebrados.

Aunque los llamados “equipos machos” repuntan siempre en los finales, Villa Clara ya necesita estabilizar su rendimiento si no quiere alejarse mucho de la zona de clasificación; al tiempo que Santiago de Cuba merece mayor respaldo monticular para la cantidad de carreras que anotan (106). Estos síntomas pueden corregirse a tiempo con un trabajo colectivo, que incluya, por supuesto, el aspecto psicológico.

Pero la primera mitad del campeonato ha dejado algunas rarezas también en cuanto a los siempre interesantes números. Mayabeque es la última en la cola de este pelotón, sin embargo, son los de mayor cantidad de jonrones (14); el conjunto Isla de la Juventud es la cara opuesta con apenas dos vuelacercas, sin embargo marchan quintos en la tabla de posiciones. Otra vez se demuestra que lo más importante del béisbol es producir carreras, tal y como lo hacen los pineros.

Granma también es motivo de comentario, pues su promedio de carreras limpias (2,93) es el segundo detrás de Matanzas, algo que no tiene antecedentes para ese equipo en nuestras series nacionales. De Guantánamo lo más impresionante clasifica con el madero, encabezado por Julio Pablo Martínez, líder de los bateadores con average de 465; y un Giorvis Duvergel que parece estar como el vino, de ahí sus 408.

La primera fase de la 54 Serie entra en descuento regresivo para muchas selecciones y la paridad de resultados, los jonrones en decrecimiento con la campaña anterior, así como la proporción de tres lechadas por cada nocao son elementos que merecen una lectura rápida para interpretar de acuerdo a las potencialidades particulares de cada elenco.

El tema espectáculo daría por si solo para otro comentario, porque siguen las falencias,  sobre todo falta de iniciativa, gradas vacías y poco entrega de algunos equipos. Volveremos sobre el tema.