Aunque se acerca el final del tramo clasificatorio y muchos equipos luchan por acomodarse entre los ocho primeros escalones del ordenamiento, la comidilla en el ámbito beisbolero se centra en lo sucedido en la noche del miércoles en el estadio Latinoamericano.

Lamentable resultó el desenlace del duelo entre pinareños y capitalinos, pero más allá de todas las aristas desde las que se puede analizar el incidente, lo cierto es que nada justifica —ni justificará jamás—, que un equipo decida abandonar el diamante sin concluir el desafío, y que su director lo permita.

Ante la imposibilidad de enmendar ahora el desaguisado, en el que hay responsabilidades compartidas, se impone el llamado de alerta. Y ojalá que este impulse una revisión de algunas decisiones, porque la utilización del video no dejará de generar polémica.

Ya en materia, cuando faltan seis desafíos del calendario regular, muchos andan calculadora en mano para tener una idea más próxima a las posibilidades de sus respectivos equipos.

Con muy pocos cambios se saldó la más reciente jornada, en la que Matanzas se consolidó en la cima de la tabla, luego de consumar su barrida sobre la tribu guantanamera. De esa forma lograron aumentar la diferencia que los separa de los Alazanes granmenses, a quienes se les trabó la escoba en su último enfrentamiento con los Leñadores de Las Tunas.

Por su parte, Artemisa logró recuperarse de un regreso trastabillante y aseguró la serie particular frente a los Tigres avileños, mientras que Villa Clara retomó el aliento ganando su tercer desafío ante los Cachorros holguineros, que venían con un imponente paso de cinco victorias en línea.

Además, Santiago de Cuba oxigenó sus aspiraciones al blanquear en sus predios a los Piratas de la Isla de la Juventud, y la maltrecha novena de Mayabeque volvió a menguar las opciones de los Gallos espirituanos.

En el otro partido diurno, Cienfuegos se despidió de los predios agramontinos con un ajustado triunfo que le permite seguir separado del sótano de la tabla de posiciones.